Joe Biden, junto a Pedro Sánchez en la recepción de la 77ª Asamblea General de la ONU.

Joe Biden, junto a Pedro Sánchez en la recepción de la 77ª Asamblea General de la ONU. White House

Política GOBIERNO

Sánchez cerrará con Biden el refuerzo de la presencia militar de EEUU en España sin pasar por el Congreso

Las ministras de Podemos, contrarias, se enteran por la prensa. El PP apoya más buques en Rota pero quiere un debate que muestre al Gobierno dividido.

20 abril, 2023 02:57

Pedro Sánchez no pegará carteles en la noche de arranque de la campaña electoral del 28-M. Ese mismo viernes 12 de mayo, estará en Washington, sentado junto a Joe Biden en el despacho oval de la Casa Blanca. En esa cita, los dos presidentes tienen previsto cerrar el acuerdo para ampliar la presencia militar de Estados Unidos en España, tal como confirman fuentes diplomáticas a este diario.

La petición partió de EEUU el pasado mes de junio y, a pesar de su trascendencia estratégica, Moncloa no ha querido debatirla en el Congreso. Así lo han requerido tanto la oposición, oficialmente, como los socios del PSOE en el Gobierno y en las Cámaras, en reuniones internas.

Según ha podido confirmar este periódico en fuentes parlamentarias, tanto el PP como Podemos critican que Sánchez tome esta decisión de manera unilateral.

La decisión del equipo de Presidencia busca evitarse una sesión parlamentaria bronca para Sánchez, en la que los mayores críticos sean miembros de su Gobierno de coalición y los partidos de la llamada "mayoría de investidura", es decir, Podemos, ERC y Bildu.

Es más, Moncloa no había comunicado al socio minoritario del Ejecutivo la invitación de Biden a Sánchez. Y las ministras de Podemos, Ione Belarra e Irene Montero, conocieron, este miércoles, por los medios de la reunión entre los dos presidentes tras la nota de prensa de Moncloa. 

Irene Montero y Ione Belarra, en el Congreso, ante un discurso de Pedro Sánchez.

Irene Montero y Ione Belarra, en el Congreso, ante un discurso de Pedro Sánchez. Efe

Fuentes de la dirección de Podemos confirmaban este miércoles a este diario el rechazo a la medida, en consonancia con su posición contraria al aumento del gasto militar, comprometido por Sánchez en la pasada cumbre de la OTAN, el pasado mes de junio en Madrid.

Entonces, el presidente se comprometió a cumplir con la inversión de un 2% del PIB en defensa, una obligación asumida por el Estado español en 2014, durante la cumbre de la OTAN en Cardiff (Gales)... y desde entonces, nuestro país se ha mantenido como el segundo de los 30 aliados con menos gasto militar sobre su PIB, un 1,02%.

Las ministras moradas ya plantaron cara a Sánchez en el Consejo de Ministros por la subida del gasto en defensa el pasado julio. Pocos días antes, una moción del PP sobre la cumbre de la OTAN, apoyado sus conclusiones e instando al Gobierno a garantizar una adecuada financiación de la defensa nacional, "llegando al 2% del PIB" antes de 2030, demostró la división del Ejecutivo

Por la UE... y por Rota

Ahora, la reunión de Sánchez con Biden en la casa Blanca se celebra, tal como ha remarcado la casa Blanca, en vísperas de la asunción, por parte de España, de la presidencia rotatoria del Consejo de la UE. Pero la cita, destacan las fuentes estadounidenses, también tiene como objetivo de "fortalecer la relación bilateral en materia de defensa, seguridad transatlántica y prosperidad económica".

Y es que esta invitación de Biden se celebra a menos de un mes antes de la nueva cumbre de la Alianza Atlántica, que tendrá lugar en Vilna (Lituania), los días 11 y 12 de junio. En ella, se espera que se hayan superado ya los últimos escollos para la adhesión de Suecia, uno de los dos países nórdicos tradicionalmente "neutrales", después de que en el último mes se haya desbloqueado la incorporación de Finlandia.

Ambos países solicitaron su entrada en la OTAN como consecuencia del inicio de la guerra de invasión de Rusia en Ucrania. Esta "agresión ilegal, injustificada e ilegítima" decidida por el presidente ruso, Vladímir Putin, no sólo ha provocado un estrechamiento de las relaciones transatlánticas. También ha cambiado el escenario geoestratégico global, en el que España, según las fuentes diplomáticas citadas, "ha sabido jugar su papel".

Así, la ampliación de la base naval de Rota, que acogerá dos nuevos destructores de la marina estadounidense, viene a cumplir con uno de los objetivos del Concepto Estratégico de Madrid, aprobado por la Alianza hace ahora 10 meses en la cumbre de la capital española: el refuerzo de la defensa del flanco sur de la OTAN.

Con el teatro de operaciones activo en el este, el Gobierno español supo ejercer su influencia en la elaboración del documento estratégico aliado para que tanto EEUU como el resto de los miembros de la OTAN comprendieran que "las amenazas sistémicas en el Magreb y el Sahel" son, como mínimo "equivalentes" a las que ya están a la vista en el flanco oriental.

Escudo antimisiles

La sustanciación de ese acuerdo de defensa entre España y Estados Unidos significará un aumento muy significativo, en un 50%, de las fuerzas norteamericanas en suelo español. En concreto, el establecimiento en Rota y sus inmediaciones de unos mil nuevos militares, la tripulación de estos dos nuevos potentes y rápidos destructores estadounidenses de la clase Arleigh Burke.

El objetivo es fortalecer el escudo antimisiles de la Alianza ante la amenaza rusa, tanto la que proviene de la guerra en el este de Europa como la que ya representa su presencia -oficial y a través de los mercenarios de Wagner- en países como Burkina y Mali. En la declaración conjunta firmada por Sánchez y Biden el pasado junio, ambos presidentes reafirmaron este compromiso, basado en el Convenio de Cooperación para la Defensa firmado en 1988 entre los dos países.

Y es a ese convenio al que se agarra Moncloa para evitar el debate en el Congreso que certifique la ampliación de la presencia de tropas estadounidenses en suelo español. Según fuentes parlamentarias, el documento -que data de hace 35 años- no obliga a que una decisión estratégica de este calado pase por el legislativo.

Concretamente, el artículo 2.2) compromete a nuestro país genéricamente a "conceder a los Estados Unidos de América el uso de instalaciones de apoyo" y a "otorga autorizaciones de uso en el territorio, mar territorial y espacio aéreo españoles para objetivos dentro del ámbito bilateral o multilateral".

El escudo antimisiles que EEUU quiere reforzar en el flanco sur de la Alianza, instalando en España de manera permanente estos dos nuevos buques de guerra, data de 2010 y es un sistema que ya protege a los Aliados contra misiles balísticos. Su centro de control está en la base aérea alemana de Ramstein y cuenta con un radar principal ubicado en Turquía. Pero los misiles interceptores se encuentran dispuestos en las bases de Deveselu (Rumanía), de Rezikowo (Polonia) y de Rota.

Moncloa internacional

Las reticencias del PP son veladas y, de hecho, por motivos contradictorios respecto a los de Podemos. Fuentes de Génova recuerdan que el vínculo transatlántico es clave para las relaciones internacionales de la UE y, en concreto, de España. Es más, desde el entorno de Alberto Núñez Feijóo se recuerda que el triángulo Madrid-Washington-Rabat es vital "para la posición de España en el mundo".

[La oposición y los socios del Gobierno critican a Sánchez por Marruecos: "¿Qué es lo que oculta?"]

Aun así, al PP le convendría políticamente ese debate. Por un lado, se visualizaría la contradicción interna del Gobierno Sánchez, y por otro, los populares "demostrarían" su condición de "partido de Estado". Por eso, han tratado de forzarlo, eso sí, sin darle mayor publicidad a sus exigencias, para no ser malentendidos. 

Alberto Núñez Feijóo recibe en su despacho a Julissa Reynoso, embajadora de Estados Unidos en España.

Alberto Núñez Feijóo recibe en su despacho a Julissa Reynoso, embajadora de Estados Unidos en España. David Mudarra/PP

El pasado julio, Feijóo se reunió con la embajadora estadounidense en España, Julissa Reynoso, a la que expresó su apoyo total en el aumento de tropas de su país en nuestro suelo. Pero en enero, los portavoces de Exteriores del Partido Popular exigieron una explicación a Moncloa, después de que hubieran pasado seis meses sin que el Ejecutivo planteara este cambio de los acuerdos con EEUU para su análisis en las Cortes Generales.

La respuesta del Gobierno fue una escueta nota de apenas cuatro líneas en la que no decía nada: "La solicitud norteamericana relativa a un aumento del nivel de fuerzas de los Estados Unidos de América (EEUU) en la base de Rota será tramitada de acuerdo con las estipulaciones previstas en el Convenio de Cooperación para la Defensa". 

Los de Feijóo están de acuerdo con "reforzar la defensa conjunta" entre los aliados. Sin embargo, no terminan de creer en el compromiso real de Sánchez, habida cuenta de que éste sólo puede ser impulsado con el acuerdo del PP -como el arreglo de "la chapuza" del sí es sí- y mientras, Moncloa "no sólo no comparte la política exterior con el partido que es alternativa de gobierno", lamentan las fuentes populares, "es que ni siquiera nos informa".

El pasado lunes, sin ir más lejos, el PP boicoteó una reunión convocada por José Manuel Albares. El ministro de Exteriores había convocado a los europarlamentarios españoles en Estrasburgo para informarles de la inminente presidencia española del Consejo. Los diputados populares en la UE remitieron una carta a Albares explicándole que si antes no había una cita de Sánchez con Feijóo no tenía "sentido" acudir a esa convocatoria.  

Pero el presidente sigue labrando su buena imagen en el concierto internacional. Ahora, logrando por fin una foto que llevaba persiguiendo toda la legislatura y que le llegará en el momento más adecuado.

Es evidente que el Gobierno de EEUU no está pendiente de las fechas electorales en España para cuadrar la agenda de su presidente. Pero, como recuerdan hasta sus socios de Podemos, "la ofensiva internacional de Moncloa se ha intensificado, aprovechando la coincidencia del semestre europeo con las citas electorales".

Justo antes del 28-M, Sánchez estará en la Casa Blanca y la campaña de las generales coincidirá con el Consejo en el que Moncloa pretende cerrar el Pacto de Migración y Asilo, la Unión Bancaria... y lo más vendible: las nuevas reglas fiscales y la reforma del mercado eléctrico.