Abascal pasa por delante de Sánchez y María Jesús Montero, durante una sesión del Congreso.

Abascal pasa por delante de Sánchez y María Jesús Montero, durante una sesión del Congreso.

Política MOCIÓN DE CENSURA

Sánchez empleará la moción para desgastar a Feijóo situándolo en la orilla de los poderosos

El presidente quiere aprovechar la iniciativa de Vox para que se visualice la existencia de dos bloques enfrentados que se disputarán las elecciones. 

20 marzo, 2023 02:58

La teoría política de las dos orillas divide el espectro en dos partes claras: en una conservadora, inmovilista, resistente a los cambios y defensora de los poderosos, y otra que defiende la justicia social y el avance en derechos, enfrentándose a los privilegiados.

La teoría la utilizó reiteradamente Julio Anguita, orgulloso comunista, en los años 90. El próximo martes, un excomunista, Ramón Tamames, reconvertido en candidato de un partido de extrema derecha en una moción de censura, dará pie a que el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, lancé un mensaje similar al de las dos orillas.

Anguita excluía al PSOE de la orilla de la izquierda y ahora Sánchez desarrolla su estrategia de incluir a su Gobierno de coalición en esa orilla, frente a los poderosos y los empresarios, defendiendo a los necesitados.

[Pedro Sánchez plantea las elecciones como un pulso entre defensores de "pobres" y de "ricos"]

Desde hace meses, el presidente del Gobierno ha buscado reducir la pugna electoral en la batalla entre la orilla de los ricos y la de los pobres, y para eso ha utilizado acontecimientos como el anuncio de Ferrovial de trasladar su sede a Países Bajos. Su estrategia se basa en presentar dos bloques claros en las elecciones: el del PSOE y sus aliados, y el de la derecha.

Por eso, Sánchez, según su entorno, se esforzará en intentar mostrar la existencia de dos modelos: el de la orilla de la derecha del hemiciclo, con PP y Vox, y el de la izquierda con el PSOE, sus aliados de Gobierno y los parlamentarios con los que ha logrado gobernar.

Y otra militante comunista, Yolanda Díaz, actuará de invitada estelar, para que luzca en el debate con vistas a reforzar una de las dos orillas, la que gobierna y pretende gobernar después de las elecciones generales de diciembre.

Su proyecto es necesario para Sánchez y, por eso, salvo cambio de última hora, la vicepresidenta segunda intervendrá también para intentar rentabilizar la dudosa maniobra de Vox. Ya lo hizo Pablo Iglesias cuando Santiago Abascal presentó otra moción y él era vicepresidente del Gobierno.

En teoría, podría intervenir en otro momento cualquier otro ministro, por ejemplo, Ione Belarra o Irene Montero, que ya han sugerido la posibilidad de hacerlo. Moncloa no quiere que intervengan las dos ministras de Podemos, pero en teoría no tiene forma alguna de impedirlo.

A las 9 de la mañana de este martes se debatirá la sexta moción de censura de la democracia, después de las de Felipe González, Antonio Hernández Mancha, Pablo Iglesias, Pedro Sánchez y Santiago Abascal. Es sabido que sólo tuvo éxito la de Sánchez contra Mariano Rajoy y que la de Tamames, la primera con un candidato ajeno a la política partidaria, no tendrá más votos que la de los 52 diputados de Vox cuando se cierre el debate el miércoles.

La moción viene precedida de extravagancias como las declaraciones del candidato distanciándose del partido que le propone y la publicación, seis días antes del debate, del discurso de Tamames.

Con ello, Moncloa ha podido perfilar el discurso de Sánchez que, fundamentalmente, se dirigirá a desgastar a Alberto Núñez Feijóo, ausente del debate, situándole en la orilla de los poderosos. 

El argumentario del PSOE de estos días anticipa que Sánchez identificará al PP con Vox, cuestionando que se abstenga en la votación, mientras que Pablo Casado votó en contra de la moción de Abascal en 2021 y pronunció un discurso muy duro contra el partido de la extrema derecha.

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El presidente del Gobierno llega al debate con la aprobación de la reforma de las pensiones, con certificado de la UE, pero también con flancos abiertos como el de los efectos no deseados de la ley del sí es sí, los rescoldos del caso Tito Berni y, sobre todo, con dificultades notables para ver frenarse la curva de la inflación, especialmente, la de los alimentos y productos de primera necesidad.

Sánchez quiere aprovechar la oportunidad que le ha brindado Vox para relanzar a su partido hacia las elecciones municipales y autonómicas del 28 de mayo. Su reto es lograr que una moción tan extravagante sea entendida como una ocasión seria de hacer política.

Ninguno de los demás partidos apoyará la moción, previsiblemente, arremeterán contra Vox por presentarla, y algunos pretenden aprovechar para pasar cuentas a Sánchez.

Por ejemplo, el portavoz de Esquerra Republicana en el Congreso, Gabriel Rufián, ha adelantado que aprovecharán la moción de censura de Vox para confrontar también con el PSOE porque, según ha remarcado, "el Gobierno no se puede ir de rositas".