'Operación Yolanda en el podio': Sánchez condiciona su estrategia a que Sumar quede por delante de Vox

'Operación Yolanda en el podio': Sánchez condiciona su estrategia a que Sumar quede por delante de Vox

Política GOBIERNO DE COALICIÓN

'Operación Yolanda en el podio': Sánchez condiciona su estrategia a que Sumar quede por delante de Vox

El PSOE necesita el éxito de una candidatura que agrupe a todos los partidos a su izquierda para reeditar la coalición ya con Podemos desactivado.

13 marzo, 2023 03:25

Pedro Sánchez es reconocido por su tenacidad y su resistencia a morir políticamente. En el verano de 2022 se le daba por muerto y puso en marcha una operación para remontar a fuerza de apelar a los votantes tradicionales del PSOE y buscando la forma de desgastar a Alberto Núñez Feijóo. Lo logró.

Ahora pone en marcha una nueva fase, tras varios meses de estrategia machacona para humanizar con lo que Carlos Alsina llama "actividades extraescolares" del presidente. El próximo sábado reunirá a su Comité Federal para agitar y movilizar a sus huestes de cara a la etapa reina de las municipales y autonómicas del 28 de mayo.

Tiene que sustituir a Carolina Darias y a Reyes Maroto y enfrentarse a una moción de censura extravagante de Vox con Ramón Tamames como aspirante a presidente del Gobierno. Los ministros especulan estos días con que la sustitución podría ser este mismo jueves, aunque oficialmente la Moncloa lo niega, lo que sitúa la minicrisis de Gobierno tras el Comité Federal, para que Maroto cierre su etapa en Industria el viernes en el acto de colocación de la primera piedra de una factoría de baterías en Valencia, con presencia del Rey. De esa forma, la moción se debatiría la siguiente semana, entre el 21 y el 23 de marzo. La agenda del presidente hace casi imposible otras fechas en el cargado mes de marzo. 

[El 'sí es sí' aleja a Yolanda Díaz de Podemos y pone en riesgo la unidad del bloque a la izquierda del PSOE]

El problema del líder socialista es que en la práctica acudirá a las elecciones generales de diciembre con dos camisetas: la del PSOE y la de Sumar (o como quiera que se llame finalmente la opción política que lidere Yolanda Díaz).

Necesita que la suma de las dos opciones supere los 150 escaños para poder gobernar con una nueva coalición. Y para eso sería más que conveniente que esa opción a su izquierda logre ser la tercera fuerza política, por encima de Vox y en el 15%, y que en ese espacio político haya unidad para no perder escaños en los restos, según el análisis de los socialistas.

Oportunidad perdida

De hecho, ya en las elecciones autonómicas y municipales el PSOE necesitaría ese buen resultado a su izquierda para asegurar gobiernos regionales y ayuntamientos clave, pero para entonces tiene ya perdida la unidad de esas opciones, porque ni lo intentarán.

En las elecciones generales de noviembre de 2019, Vox fue la tercera fuerza política y con el 15,21% de los votos logró 52 escaños. La cuarta fue Unidas Podemos que con sólo 537.000 votos menos que el partido de Santiago Abascal consiguió 35 escaños, es decir, 17 diputados menos por sólo dos puntos menos de porcentaje.

Ser tercero permite acceder casi con seguridad a escaños en aquellas circunscripciones en las que se reparten más de tres diputados. Con un reparto territorial uniforme se logra un salto en número de diputados que, en este caso, puede marcar la línea entre la posibilidad de gobernar o no.

Teniendo en cuenta que todas las encuestas señalan que el PSOE perderá escaños con seguridad, Sánchez necesita compensarlo con que Yolanda Díaz pueda ser tercera fuerza, por caída de Vox y por mantenimiento de los votos de ese espacio a la izquierda de los socialistas.

Última encuesta de Sociométrica para EL ESPAÑOL.

Última encuesta de Sociométrica para EL ESPAÑOL.

Si a los votos que tuvo Unidas Podemos en 2019 se le pudieran sumar los de Mas País o Compromís, que son dos opciones que pretende integrar Díaz, su porcentaje llegaría al 15,3%, es decir, podría haber sido tercera fuerza en el conjunto de España por encima de Vox. Se hubiera traducido en más escaños que los que supone la suma directa de los 38 que lograron.

Por eso, para Sánchez es importante que en la futura candidatura de la vicepresidenta segunda estén representadas todas las fuerzas a la izquierda del PSOE, es decir, que Sumar y Unidas Podemos no vayan por separado.

Ir separados penaliza notablemente en multitud de circunscripciones a la hora de acceder a escaños y restos para lograrlos.

Por eso, en el PSOE y en la Moncloa se explica que no tendría sentido expulsar del Gobierno a los ministros de Unidas Podemos. Porque afectaría al futuro de Yolanda Díaz y porque haría más difícil esa unidad. Sánchez necesita proteger a su vicepresidenta segunda, aunque en el PSOE y en el Gobierno no ha gustado que no haya tenido una posición más activa para evitar el duro enfrentamiento sobre la ley del sólo sí es sí.

(Moncloa lamenta la falta de liderazgo de Yolanda Díaz para controlar a Podemos entre el caos)

Para el futuro, Díaz ya ha repetido que su voluntad es repetir la coalición tras las elecciones si dan los números. La diferencia para el PSOE es que entonces ella será la cabeza de la parte minoritaria y podrá designar los ministros que formen parte del Gobierno y controlar el funcionamiento de la coalición como no puede hacer ahora.

Como explica gráficamente un ministro: "Lo único claro es que dentro de un año Irene Montero ya no será ministra".

Para Podemos la lectura es que "el PSOE habría domesticado a su izquierda" anulando a los sordos y convirtiendo a Díaz en hegemónica en ese espacio político.

El problema para Sánchez es que esa candidatura que agrupe a todos o que evite que se enfrenten Yolanda Díaz y Unidas Podemos no es fácil de conseguir. El partido de Ione Belarra e Irene Montero quiere una coalición con representación proporcional de los partidos que la componen, filtrada con unas primarias, y Díaz huye de esa opción.

Ninguna de ellas quiere excluir públicamente esa opción de acuerdo, pero en los partidos que la componen cada vez hay más dudas de que sea posible, porque necesita aunar a políticos muy enfrentados. Por ejemplo, es significativo el ataque este fin de semana en redes sociales desde Podemos a Íñigo Errejón y a Alberto Rodríguez por su foto juntos del viernes. Este último ha pasado de ser uno de los símbolos de Podemos a convertirse en un traidor por abrazar a Errejón.

Díaz ya trabaja para contar con Izquierda Unida, Comunes, Más País, Compromís y Drago, entre otros. En las próximas semanas confirmará que se presenta y en junio iniciará la constitución formal de Sumar como candidatura.

El dilema del PSOE es que la hegemonía de Díaz se facilita si Unidas Podemos queda debilitado en las municipales y autonómicas, pero si eso ocurre los socialistas pueden ver en riesgo ayuntamientos y comunidades frente a la derecha y extrema derecha.