Feijóo, este jueves, durante su visita a Valencia, en plenas Fallas.

Feijóo, este jueves, durante su visita a Valencia, en plenas Fallas. EFE

Política MOCIÓN DE CENSURA

El PP espera que los errores de Vox con la moción le reporten voto útil contra Sánchez

Los populares consideran que la abstención les sirve para poner distancia de una iniciativa que se ha convertido en un esperpento.

17 marzo, 2023 02:48

El reto para el Gobierno es lograr que la moción de censura de Vox sea algo serio para aprovecharlo políticamente y el reto del PP es conseguir que la iniciativa de Santiago Abascal quede como una frivolidad friki de partido antisistema y de antipolítica. Por ahora, Ramón Tamames va haciendo todo lo posible cada día para satisfacer el objetivo de Alberto Núñez Feijóo.

La publicación en el diario.es del discurso del teórico candidato a presidente del Gobierno en la moción de censura cinco días antes del debate es el estrambote de un rosario de episodios llamativos alrededor de la iniciativa parlamentaria. Va camino de ser una caricatura.

No hagas lo que no puedas explicar”, dice la máxima política. Ayer Abascal se vio obligado a comparecer con Tamames en rueda de prensa para intentar explicar una moción de censura que se ha ido cayendo desde el mismo momento que se anunció y que es criticada incluso desde medios afines a Abascal.

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Fuentes del PP muestran su satisfacción por entender que la iniciativa de Vox ha quedado en ridículo y ya es imposible tomarla en serio. Incluso, aunque inicialmente fue visto como un intento de desgastar al PP, los populares entienden que ya se ha vuelto claramente en contra de Vox.

“La supuesta idea genial ya es un acto fallido y ridículo que nadie defiende”, explican los populares.

Según esta interpretación del PP, ni los propios votantes del partido de la extrema derecha entienden que se presente de candidato a un excomunista, con posiciones tan alejadas del ideario de Vox y con errores tan enormes como permitir que se publique anticipadamente su exposición del martes.

Por ejemplo, dado que el eje principal en el que se mueve Vox es el territorial, resulta extraño que su candidato defienda lo contrario en sus muchas entrevistas o que se conozca que mantenía relación epistolar con Artur Mas. Los diputados de la extrema derecha tendrán que aplaudir el martes las divergentes posiciones de Tamames.

Estas fuentes explican que la estrategia de Feijóo respecto a Vox está siendo la de ignorarles y, en todo caso, intentar presentar al PP como único partido serio capaz de sacar del Gobierno a Pedro Sánchez.

Salvando las diferencias, su estrategia ha sido siempre repetir lo que permitió en 2022 la mayoría absoluta de Juanma Moreno en Andalucía.

'Efecto Andalucía'

En esas elecciones Vox perdió gran cantidad de votos en la última semana porque se desplazaron hacia el PP, como opción de voto útil, tras una campaña electoral extravagante, exagerada y absurda de Macarena Olona, la candidata del partido de Abascal.

“El PP es el partido que puede gobernar y Vox el partido del enfado antisistema. Nosotros respetamos las instituciones y Vox monta circos”, explican fuentes de la dirección de Génova.

Añaden que la única opción de Gobierno de Vox hasta ahora es el del Gobierno autonómico de Castilla y León, y allí la actuación del vicepresidente Juan García-Gallardo ha contribuido a reforzar la imagen de partido poco fiable y poco preparado para gobernar. Es decir, como está demostrando la gestión de la moción de censura de Tamames.

Ese mensaje de solidez deben emitirlo de manera coherente con su necesidad de optar a arañar votos que, según las encuestas, ahora están con Vox. Por eso no volverán a repetir la estrategia de Pablo Casado cuando votó en contra de la moción de censura de Abascal e hizo un discurso muy duro contra él.

Según los populares, “el único problema de ese discurso de Casado es que gustó más a medios y votantes de la izquierda que a medios y votantes de la derecha”.

Entienden por ello que fue acertado defender desde el principio la abstención en la moción para poner la mayor distancia posible con lo que será un debate extravagante. “Que se vea que no va con nosotros esta locura”, explica un diputado del PP.

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En el lado contrario está el PSOE. Moncloa evita ridiculizar la iniciativa porque pretende utilizarla como plataforma política de resumen de gestión y, sobre todo, como ocasión para arremeter contra Feijóo por su proximidad a Vox y su tibieza al decidir la abstención.

Sánchez se plantea incluso que también intervenga Yolanda Díaz en el debate para reforzar su posición. Para eso tiene que conseguir un tono de seriedad que, a día de hoy, no tiene la moción de censura. Un portavoz de uno de los partidos que apoya al Gobierno explica su dificultad para preparar su intervención, porque considera que no es fácil tomarlo en serio.

Fuentes de Moncloa aseguran que el discurso de réplica de Sánchez estaba preparado con la dificultad de desconocer el tono y el contenido de Tamames. Ahora han tenido opción de retocar el discurso del presidente del Gobierno frente a Tamames.