'Yo...yo...yo...'

'Yo...yo...yo...' Tomás Serrano

Política CORONAVIRUS

Yolanda Díaz destroza el relato de éxito de Sánchez e Iglesias sobre la Covid para afianzar su proyecto

La vicepresidenta recuerda que avisó "el 15 de febrero de 2020" de la pandemia, un mes antes del confinamiento. PP y Cs exigen que comparezca.

3 diciembre, 2021 06:01
Alberto D. Prieto I. P. Nova

La polémica gestión de la pandemia por parte del Gobierno ha vuelto a la actualidad. Lo sorprendente es que ha sido la vicepresidenta segunda la que la ha puesto sobre la mesa. Y precisamente, la de los primeros meses: la posible tardanza en reaccionar, la desatención de los mayores en las residencias, la inconstitucionalidad del confinamiento, el conteo (como mínimo) ineficaz de los fallecidos...

Yolanda Díaz afianzó su "proyecto de país que trasciende el espacio pequeñito a la izquierda del PSOE" este jueves y se reivindicó -en una entrevista para celebrar los datos de empleo- como la pionera que fue tachada de "alarmista" dentro del Consejo de Ministros. Incluso recordando que todo esto ocurrió "en la antesala del 8-M".

El mayor lastre en la imagen de Pedro Sánchez volvía de repente a los titulares por boca de su socia de coalición. Y a las iniciativas de la oposición: PP y Cs activaron de inmediato sus exigencias de comparecencias y comisiones de investigación.

Moncloa había conseguido superar el asunto con su eslogan de la "recuperación justa" y el Grupo Parlamentario Socialista lo había tapado accediendo a una Comisión parlamentaria... pero sólo sobre vacunas, y tan descafeinada que los grupos de la oposición han renunciado a participar en ella.

Díaz ha roto todo ese relato de éxito. El de su actual jefe y el del anterior. A Pedro Sánchez le ha dejado en duda la autoridad al poner en solfa su capacidad de reacción: tardó un mes en reaccionar desde que ella avisó hasta que cerró el país. Y de Pablo Iglesias ha rechazado su condición de heredera al poner en cuarentena su credibilidad: ella no fue a las marchas del 8-M.

La ministra de Igualdad, Irene Montero, junto a la delegada del Gobierno contra la Violencia de género, Victoria Rosell, en el 8-M de 2020.

La ministra de Igualdad, Irene Montero, junto a la delegada del Gobierno contra la Violencia de género, Victoria Rosell, en el 8-M de 2020.

"Me acuerdo bien de que Pablo [Iglesias] era vicepresidente y lo llamé desolada por lo que estaba pasando. Yo el 15 de febrero, como la pandemia azotaba fuertemente a Italia, convoqué a mi equipo porque tenía la convicción de que España es Italia y necesitábamos desplegar un montón de medidas porque veíamos lo que iba a pasar", explicó la titular de Trabajo en RadioCable.

De aquella reunión en el Ministerio, y el trabajo frenético que le siguió vinieron tres consecuencias: una, la guía que publicó su departamento antes que el de Sanidad y que desautorizó Moncloa; otra, que cayeron enfermos de Covid un porcentaje tan alto de los colaboradores de la ministra que el departamento quedó en cuadro; y tres, que Yolanda Díaz sólo participó por Twitter en la primera marcha de su Gobierno en el Día Internacional de la Mujer.

Comenzaba marzo de 2020, ella era sólo la ministra de Trabajo y su figura sólo emergía en el interior de Unidas Podemos.

Dueña de sus silencios

De hecho, aún ni se sabía que había dejado de militar en Izquierda Unida... pero eso, que es sólo un detalle, demuestra el carácter de Yolanda Díaz. La hoy vicepresidenta segunda del Gobierno de coalición es prudente, lo que alimenta su imagen de conciliadora; pero es también calculadora, lo que significa que, a veces, vale más por sus silencios que por sus palabras.

Por eso, nadie supo que se dio de baja de IU desde diciembre de 2019 -mientras se negociaba el Gobierno entre Pablo Iglesias y Pedro Sánchez- hasta julio de 2020, cuando le vino bien que se filtrara. Un movimiento en parte similar al de este jueves, cuando recuperó algo olvidado hace 21 meses.

El 4 de marzo de 2020, Yolanda Díaz distribuyó una Guía para la actuación en el ámbito laboral en relación al nuevo coronavirus. Aún quedaban cuatro días para las manifestaciones del 8-M y 10 jornadas para que el presidente reuniera de urgencia un Consejo de Ministros extraordinario en el que decretó el estado de alarma y ordenó el confinamiento obligatorio de toda la población.

Tanto se adelantó Díaz a "la antesala del 8-M" que entonces ya fue señalada por romper el relato del Gobierno. Esa misma tarde, la CEOE la calificó de "alarmista" y de haberse aventurado en un "grave error". Y al día siguiente, era el Ministerio de Salvador Illa y la misma Moncloa quienes desautorizaban a Díaz, recordando en una nota pública de la Secretaría de Estado de Comunicación que sólo eran válidas las indicaciones de Sanidad.

"Proyecto de país"

Mucho tiempo ha pasado desde entonces.

Sánchez proclamó en verano la "victoria sobre el virus" y pidió a los ciudadanos que "salieran y disfrutaran sin miedo" camino de "la nueva normalidad". Contrató anuncios y ocupó las portadas de la prensa de papel anunciando que salíamos "más fuertes" y acordó con sus socios parlamentarios (ERC y PNV, en concreto) que, en adelante, serían las Comunidades Autónomas las que tomarían las decisiones. Era la "cogobernanza" del "Estado compuesto".

Después de una desescalada calamitosa, saldada con una segunda ola durísima, a la que siguió una tercera brutal tras las Navidades de los "allegados" y las cenas con "hasta seis comensales" de, como mucho, "dos burbujas familiares", llegó la retirada de Iglesias de la política, en medidos plazos. Primero, candidato autonómico; luego, líder antifascista; y después dderrotadoel 4-M por Isabel Díaz Ayuso en Madrid, designó a Yolanda como sucesora y heredera del liderazgo morado para construir un "proyecto de país".

Fuentes socialistas del Gobierno y otras de la oposición coinciden desde entonces en una sola cosa respecto a la vicepresidenta segunda: que utiliza su puesto para la promoción personal (y, evidentemente, electoral).

La oposición, indignada

Así lo sugería Margarita Robles en una muy reciente entrevista con EL ESPAÑOL. Y así lo afirmaba, este jueves, Edmundo Bal en conversación con este diario. El portavoz de Ciudadanos no salía de su asombro: "No se entiende a qué viene ahora con ese comentario, si no es para quitarse la herencia de Iglesias y enfrentarse con Sánchez... si lo vio venir, y tan grave era lo que detectó un mes antes del estado de alarma, es raro que se rindiera".

Edmundo Bal, portavoz de Cs, muestra su mascarilla, desde la tribuna del Congreso.

Edmundo Bal, portavoz de Cs, muestra su mascarilla, desde la tribuna del Congreso. Efe

La formación liberal va a pedir con urgencia la comparecencia de la vicepresidenta morada. Según pudo saber este periódico, en la noche del jueves su equipo jurídico buscaba el modo de hacerle ir a la comisión de Sanidad, y no a la de Trabajo, por el simbolismo y la gravedad de las declaraciones de Díaz.

Ana Pastor, exministra de Sanidad en los gobiernos del PP y expresidenta del Congreso, doblaba la apuesta: "Ahora, más que nunca, es imprescindible la comisión de investigación a la que PSOE y Podemos se han negado siempre", comentaba a este diario. "Ya hemos pedido a la mesa del Congreso que la reactive, y además hemos registrado la petición de comparecencia de Díaz y de Carolina Darias".

Sin explicaciones

La ministra de Sanidad huyó este jueves, en Córdoba, de la rueda de prensa conjunta con el consejero andaluz cuando se le preguntó por las declaraciones de Díaz. "El Ejecutivo trabaja de manera unida y cohesionada", se limitó a decir, antes de sonreír y dar por finalizada su comparecencia.

Carolina Darias, ministra de Sanidad, en Córdoba, entre varios de los consejeros autonómicos antes del CISNS.

Carolina Darias, ministra de Sanidad, en Córdoba, entre varios de los consejeros autonómicos antes del CISNS. Efe

Y es que las palabras de la vicepresidenta segunda llegaban en un día clave. No sólo ella era la estrella de las mejores cifras de empleo desde 2008. Sino que este mismo jueves se aprobaron en el Consejo Interterritorial del Sistema Nacional de Salud las llamadas actas covid. Son, teóricamente, el resumen de las más de 100 reuniones, durante estos casi dos años, que han tenido el Ministerio de Sanidad y las CCAA, para gestionar la Covid-19.

Los documentos revelarán cómo se tomaron decisiones como la compra centralizada de vacunas, la adquisición de mascarillas, su uso "voluntario" en interiores durante la primera ola, etc. La aprobación de las actas implica que estos documentos se harán públicos en la web del Ministerio por lo que la opinión pública podrá conocer cómo se abordó la infección de SARS-CoV-2 por parte del Gobierno de España... y Madrid ya acusó a Sanidad de que están "incompletas" y "omiten" puntos de gran importancia