Fotografía de juventud de Leonard Cohen que aparece en la portada de 'El ballet de los leprosos' (Lumen). Cedida a la editorial por los herederos de Leonard Cohen

Fotografía de juventud de Leonard Cohen que aparece en la portada de 'El ballet de los leprosos' (Lumen). Cedida a la editorial por los herederos de Leonard Cohen

Letras

'Un ballet de leprosos', la novela inédita de un jovencísimo Leonard Cohen

Lumen edita la historia escrita por el legendario cantautor y poeta cuando tenía poco más de 20 años y en la que da muestras tempranas de su inmenso talento literario

30 marzo, 2023 20:25

Este jueves ha visto la luz en español una novela inédita de Leonard Cohen, Un ballet de leprosos. El legendario cantautor y poeta canadiense (Montreal, 1934-Los Ángeles, 2016) la escribió con poco más de veinte años, antes de iniciar una carrera musical que le llevaría a grabar más de veinte discos, alcanzar fama mundial, ganar seis premios Grammy y el Príncipe de Asturias de las Letras, y en ella ya da muestras de su excelente prosa, su aliento poético y su singular talento para contar historias y reflexionar sobre la naturaleza humana. 

Se trata de una novela corta de poco más de cien páginas, editada por Lumen en un mismo volumen junto a una quincena de relatos y un guion que también se publican por primera vez. El libro se lanza en España un año después de haberlo hecho la versión original en inglés en el mercado anglosajón, donde también permaneció inédito durante décadas.

Cohen publicó en vida otras dos novelas: El juego favorito (1963) y Hermosos perdedores (1966), ambas disponibles también en Lumen. No obstante, según señala la editorial, el propio autor consideraba que Un ballet de leprosos era la mejor que había escrito. Cuenta la historia de un joven cuya vida da un vuelco cuando, tras la muerte de sus padres, se ve en la obligación de acoger a su abuelo, a quien no conocía. 

Inesperadamente, el protagonista se encariña de su abuelo a pesar de que es un viejo indomable y brutal, capaz de orinar en plena calle, escupir por la ventana y dar una paliza con su bastón a un policía y bailar riéndose alrededor de su cuerpo inconsciente. En definitiva, de hacer lo que le dé la gana sin respetar las más elementales normas de convivencia y echando mano de la violencia si lo considera necesario. Todo ello hace sentir al protagonista una extraña mezcla de rechazo y admiración.

Una de las peculiaridades del narrador en primera persona, perceptible desde el comienzo, es que se disculpa continuamente con los lectores, temiendo perder su atención. Otra, que se imagina a menudo haciendo las cosas que va a hacer justo a continuación, de modo que en el momento de hacerlas ya se ha cansado. También en las primeras páginas confiesa ser alguien dado a la ira al más mínimo contratiempo o molestia, como, por ejemplo, que la casera de la pensión donde vive llame a su puerta.

Pero en realidad ese temperamento se desinfla antes de aflorar a la superficie, gracias al contrapeso que ejerce un carácter comedido y su predisposición al bien, como demuestra que acepte de inmediato y sin titubeos acoger a su abuelo cuando le llaman por teléfono las personas que hasta entonces han cuidado de él y le comunican que no pueden seguir haciéndolo. No obstante, quizá por el contacto con su abuelo, la violencia que habita en él irá tomando el control a lo largo de la novela.

El libro combina el humor retorcido, los diálogos chispeantes y la crueldad, tanto física como emocional, con momentos de ternura e introspección, y pasajes en los que se aprecia ya la inconfundible voz poética de Cohen. También hay interesantes reflexiones sobre la violencia, el poder, las relaciones familiares, el amor de pareja y el deseo sexual.

En definitiva, Un ballet de leprosos anticipa la temprana madurez y la valía literaria de un muchacho que tenía mucha vida por delante y mucho que ofrecer al mundo, ya fuera a las teclas de su Olivetti o empuñando la guitarra y el micrófono.