Carlos Alcaraz celebra su victoria ante Muller en Wimbledon.

Carlos Alcaraz celebra su victoria ante Muller en Wimbledon. REUTERS

Tenis WIMBLEDON

El paso firme de Alcaraz en Wimbledon, a prueba: Jarry, el rival que soñó con derrotarle y terminó roto

Las buenas sensaciones del murciano en sus primeros encuentros chocan ahora con un duro contrincante que fue sancionado por dopaje involuntario.

8 julio, 2023 02:15

La carrera tenística de Carlos Alcaraz va a toda velocidad y sin frenos. Parece mentira, pero hace apenas unos días, cuando se plantó en el torneo de Queen's para coger rodaje sobre la hierba antes de Wimbledon, todo era prudencia y mesura. Ahora, en cambio, en el Grand Slam de la temporada que se disputa sobre césped Carlitos es ya uno de los grandes favoritos.

Así van las cosas cuando se trata de este chico de 20 años que parece no tener techo. Se plantó en el All England Club siendo el número 1 del mundo, motivo más que suficiente como para tenerle al menos en cuenta, pero es que después del arranque de torneo que ha protagonizado su favoritismo se ha ido disparando de forma exponencial. 

Al contrario de lo que sucedió en Queen's, que tuvo que sudar para superar la ronda inicial y, de hecho, estuvo a punto de quedarse fuera a las primeras de cambio, en Wimbledon Carlos Alcaraz ha caído de pie. El nivel que ofreció en su debut ante Chardy, que se retiró precisamente aquel día, fue seguramente mucho mejor de lo esperado y no le dio opciones al francés. 

Alcaraz ejecuta una volea en el partido ante Muller en Wimbledon.

Alcaraz ejecuta una volea en el partido ante Muller en Wimbledon. REUTERS

En esa primera ronda encarriló la victoria rápidamente y en tres sets ya se había plantado en la siguiente eliminatoria con la única apretura de haber tenido que jugar un tiebreak en la segunda manga. Algo de lo más normal, por cierto, en los partidos de tenis que se juegan sobre hierba. 

Otro francés, Alexander Muller, se plantó en su camino en el siguiente peldaño, pero corrió la misma suerte que su compatriota. Quizás la actuación de Carlos Alcaraz no fue tan brillante como en la primera eliminatoria, es cierto, pero el resultado fue similar porque el español tampoco cedió ningún set. Seguramente, el desajuste de partidos provocado por la lluvia y la falta de luz trastocó un poco al de El Palmar, que estuvo dos días seguidos sin jugar, algo que no le gustó nada, pero cuando salta a la pista se olvida de todo.

Nicolás Jarry, nuevo rival

Ahora es un chileno el que se cruza en el destino de Carlos Alcaraz en su empeño en seguir avanzando en Wimbledon. Se trata de Nicolás Jarry, alguien que le va a exigir mucho más y que tiene capacidad para poner al español incluso contra las cuerdas como ha demostrado hace no demasiado tiempo.

El sudamericano es el número 28 del mundo, y eso supone un incremento notable de ranking con respecto a los anteriores rivales que ha tenido Carlos Alcaraz hasta el momento. Se conocen relativamente bien. Tanto, que se enfrentaron el pasado mes de febrero en las semifinales del ATP de Río de Janeiro con victoria para el tenista murciano.

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Es cierto que las circunstancias eran por entonces muy diferentes de las que envuelven el partido actual, ya que era inicio de la temporada y sobre todo porque el choque se disputó sobre tierra batida, pero seguro que Alcaraz tomó buena nota de lo que sucedió aquel día. 

Jarry se llevó la primera manga en el tiebreak y estuvo muy cerca de dejar fuera del torneo brasileño a su rival si no llega a ser por un break fatídico que concedió en el momento clave y que le costó perder la segunda manga por 7-5. Ahí el chileno se vino completamente abajo y Carlitos le pasó por encima en el tercer parcial por un contundente 6-0. 

Nicolás Jarry corre detrás de una bola.

Nicolás Jarry corre detrás de una bola. REUTERS

El sudamericano se llegó a ver realmente con la victoria en la mano, una de las de mayor prestigio de su carrera deportiva, pero finalmente se le terminó escapando el sueño. Fue un golpe muy duro para él y la imagen que dejó después de todo aquello lo escenificó todo. Tras la derrota, antes de atender a la prensa Jarry estuvo durante unos cinco minutos tendido con la cabeza gacha y entre los brazos en un vehículo del torneo. Quedó totalmente abatido, roto anímicamente, y ahora tiene la oportunidad de resarcirse de todo aquello en una cita mucho más importante. 

Sancionado por dopaje

El capítulo más oscuro de la carrera de Nicolás Jarry data de hace no demasiado tiempo. El tenista chileno tuvo que enfrentarse a las normas antidopaje y, de hecho, llegó a ser sancionado durante un periodo de 11 meses sin poder jugar al tenis profesionalmente. 

La muestra de orina que fue analizada por la Agencia Mundial Antidopaje correspondiente al 19 de noviembre de 2019 tras la disputa de la Copa Davis arrojó un resultado positivo en estanozolol y ligandrol, dos sustancias prohibidas. Desde entonces Jarry trató de mostrar su inocencia, advirtiendo que nunca había buscado mejorar su rendimiento y que aquellos elementos habían entrado en su organismo de manera accidental.

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La ITF, de hecho, le dio en parte la razón en la sentencia del caso. Jarry alegó que había tomado unas vitaminas, y el organismo del tenis apuntó que los tenistas deben tener mucho cuidado con algunos compuestos de este tipo que se fabrican en Sudamérica, ya que "lleva consigo un nivel de riesgo importante para los deportistas y las mujeres que están sujetos a las normas antidopaje". En ocasiones, estos complementos se contaminan en los laboratorios.

Eso fue además lo que confirmó el propio Jarry en una carta en la que aceptó su sanción: "Fuimos capaces de demostrar en la investigación realizada por la ITF, la procedencia de las sustancias prohibidas detectadas y que éstas aparecieron producto de la contaminación cruzada que se generó en el laboratorio brasileño en el que se producían las vitaminas", dijo.

Jarry, en su partido de primera ronda en Wimbledon.

Jarry, en su partido de primera ronda en Wimbledon. REUTERS

Pese a todo, al chileno no le quedó más remedio que asumir este castigo de 11 meses antes de regresar al tenis a finales del año 2020. Como era lógico, su ranking se precipitó y poco a poco tuvo que ir ganándose la presencia en torneos más importantes gracias a sus triunfos en otras competiciones menores.

Ahora, aparece en el número 28 del ranking ATP, por lo que desde entonces ha experimentado una gran subida que habla muy bien de sus resultados y de la capacidad para reponerse. Con un gran saque y una estatura de casi dos metros, Carlos Alcaraz se enfrentará al que, hasta el momento, es su rival más complicado en Wimbledon.