Viñedos de El Vínculo.

Viñedos de El Vínculo. E. E.

Vinos

El vino de La Mancha que fermenta en una tinaja de barro durante 14 meses: edición limitada de 4.000 botellas

Está hecho a partir de la uva airén, autóctona del Campo de Criptana, y con un proceso artesanal como se hacía toda la vida.

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Los primeros productores de vino de la Historia, los georgianos, egipcios y romanos (no vamos a entrar en disputas milenarias) ya utilizaban vasijas de barro para fermentar sus mostos y hacer unos caldos muy ricos.

Dicen los maestros vinícolas que este sistema ancestral consigue sacar vinos más auténticos, de sabores más complejos y muy expresivos sobre todo por la microoxigenación que permite la vasija, porosa por naturaleza, y por la neutralidad del material.

Precisamente eso es lo que buscan en la bodega El Vínculo, ubicada en Campo de Criptana, donde siguen elaborando un vino criado durante 9 meses sobre sus lías en tinajas recuperadas de barro de 1.800 litros, tal y como ha sido su tradición durante siglos.

Bodegas de El Vínculo en Campo de Criptana.

Bodegas de El Vínculo en Campo de Criptana. E. E.

Se trata del Alejairén Tinaja, hecho con una uva autóctona de la zona, la airén, y de la que sólo se hacen 4.000 botellas que saben y huelen a tradición, ya que no interfiere en su desarrollo ni la madera ni ningún otro elemento.

El resultado es un blanco elegante, de color amarillo con reflejos verdosos. En nariz recuerda a flores blancas, cítricos y heno recién cortado, aportando una nota tanto vegetal como fresca, y garantizando la madurez y acidez de la uva.

Lo mejor de esta edición limitada es su maridaje: perfecto para la cocina asiática e incluso la peruana, puesto que la uva airén cuenta con una textura fina y fresca que la hace perfecta para estos platos. También podemos atrevernos a poner este blanco con legumbres, arroces o carnes blancas.

Las uvas que se utilizan en su elaboración proceden de las viñas viejas de más de 90 años que la bodega propiedad de la familia Fernández Rivera tiene cerca del Paraje La Golosa. Un lugar muy especial con toda la esencia de la viticultura típica de esta zona de La Mancha; cepas plantadas en vaso y cultivadas en secano.

Esta parte del viñedo, formado por "Viñas del País", empezaron a dar su fruto en 2007, aunque la bodega de los Fernández Rivera en Campo de Criptana lleva abierta desde 1999. Ahora mismo está considerado uno de los mejores pagos por la calidad de su uva y ese sabor a tradición.

Alejairén Crianza

De este mismo pago, la bodega ha lanzado también Alejairén Crianza 2023, un vino que intenta reivindicar la tradición de La Mancha y la calidad de sus caldos, pese a que no siempre hayan estado reconocidos a lo largo de la historia ni por los mismos bodegueros.

De hecho, esta bodega, que durante décadas se había asociado más con los altos volúmenes de producción del tinto, quiere con estos dos vinos blancos buscar la intensidad de una tradición histórica en la región pero también los matices que tiene su propia uva autóctona y que se conozca.

Ahora buscan que la gente descubra los blancos de La Mancha, llenos de notas variadas, de matices y muy elegantes aunque el público en general no tenga esa imagen de ellos. En el caso de Alejairén Crianza, la fermentación espontánea de este vino blanco es en barrica y en acero inoxidable. Además, se trata de un vino que envejece 14 meses en roble francés, afinándose después en botella.

Ninguna de las dos variedades pasa de los 16 euros por botella, otro motivo para arriesgarse a probar estos blancos diferentes y ricos.