
Cata Lupu, responsable de La Taberna de Elia
El mejor verdejo ecológico del restaurante de carne La Taberna de Elia para sus platos 'viudos'
El responsable de este restaurante de Pozuelo especializado en carne recomienda un vino blanco de La Seca para descubrir los otros hits de su carta: huerta, pescados a la brasa, mariscos y el mejor bacalao de Madrid.
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Cata Lupu, al frente de La Taberna de Elia, templo carnívoro por excelencia de Pozuelo, no se deja llevar por los maridajes tradicionales. Además de grandes tintos para acompañar una carta en la que la carne es la protagonista, la carta está plagada de vinos blancos que funcionan con todo. Porque esta taberna madrileña, en realidad, es mucho más que cortes a la brasa: la huerta, los pescados y los mariscos ocupan también un lugar destacado en la oferta.
Por la parrilla de Elia pasan otras elaboraciones que comparten la premisa de ofrecer producto de primera calidad. Así, su sección de bacalao, de corral y de Castilla, no deja a nadie indiferente. Tras cerca de 20 años con el fuego encendido, este establecimiento ya es un clásico imprescindible en el panorama gastronómico nacional. Un restaurante que sigue al pie del cañón como uno de los mejores de Madrid para los amantes de la carne, y de lo que no es carne.
La vinoteca de Cata es otro valor añadido en esta ilustre casa cuya terraza se convierte, cada primavera, en el lugar ideal para disfrutar de la experiencia. El vino es una de las pasiones de este profesional y su selección da buena cuenta de ello.

Detalle bodega, La Taberna de Elia
Saliéndose de la norma, Lupu recomienda un verdejo ecológico que, según sus palabras, “denota la autenticidad de la variedad sin enmascararla”. Cantayano, del enólogo Isaac Cantalapiedra, proviene de diferentes parcelas situadas en el municipio de La Seca (Valladolid). Cepas de entre 25 y 35 años de edad, plantadas en suelos de arcilla, arena, caliza y canto rodado, en zona de clima mediterráneo de influencia continental, y trabajadas de forma ecológica y biodinámica.
La familia Cantalapiedra viene de una larga tradición familiar ligada a la viña. El abuelo Heliodoro plantó a los 15 años su primer majuelo, allá por 1949. Más de medio siglo después y tras 35 años como viticultor, Isaac fundó su propia bodega con su hijo Manuel como enólogo, continuando con una generación más de viticultores.

Cantayano
“Ahora que viene el calorcito, algo fresco en la copa para acompañar aperitivos, mariscos, verduras de todo tipo, arroces e incluso con carnes blancas, es lo que apetece”, asegura Cata Lupu. “Para mí este blanco es un fuera de serie, teniendo en cuenta el precio que tiene (13 euros). Vale para cualquier hora del día y convence tanto a neófitos del mundo del vino como a conocedores”.
Un verdejo de verdad
Elaborado a partir de vendimia manual, en bodega Cantalapiedra se despalilla y se prensa sin maceración con pieles. Sigue una fermentación alcohólica en depósito de acero inoxidable a temperatura controlada (20ºC) durante 20-25 días, y tras la posterior fermentación maloláctica se somete a una crianza sobre lías sin batonnage durante 4-6 meses.
El resultado de tanto mimo es un vino blanco aromático con fragancias de fruta blanca madura, notas de bizcocho y toques minerales. En boca es equilibrado, amplio y largo, con delicados matices de manzanas asadas, repostería y un delicioso final mineral. La verdejo en su máxima expresión.