Restaurante Desoriente.

Restaurante Desoriente.

Restaurantes

El restaurante asiático que revoluciona Barcelona con su cocina plant-based: un ticket medio de 35€

Cliff Ubaldo y Maurizio Gorga suman un segundo local a su aventura hostelera. Sushi sin pescado y otras sorpresas en el asiático vegano Desoriente.

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Desoriente ha aterrizado en el Eixample barcelonés con su concepto gastronómico basado en la cocina asiática vegana. Si su nombre juega entre el guiño geográfico y la sorpresa, su propuesta culinaria hace lo propio: descoloca, maravilla y, sobre todo, convence incluso a los más escépticos del universo plant-based.

Abierto inicialmente en Poblenou en 2023, Desoriente se ganó en pocos meses una clientela fiel, atraída por la frescura de su cocina y el desenfado de sus chefs, Cliff Ubaldo y Maurizio Gorga, quienes ahora apuestan por un segundo local en el centro de la ciudad.

Con un ticket medio que ronda los 35 euros, el restaurante se posiciona como un espacio accesible dentro de la tendencia vegana de autor, sin caer en dogmatismos ni discursos moralizantes. Aquí, la única norma es disfrutar.

Los chefs Cliff Ubaldo y Maurizio Gorga.

Los chefs Cliff Ubaldo y Maurizio Gorga.

Sushi reinventado, sin pescado

El interiorismo refleja el espíritu del proyecto: juvenil, alegre, con ventanales que bañan de luz natural un espacio pensado para la comodidad y el buen ambiente. Sobre las paredes, un neón resume su filosofía: Konichiwa, ciao, namaste.

Un saludo polifónico que introduce al comensal en un viaje sensorial por China, Japón, India y otros rincones de Asia reinterpretados bajo el prisma vegetal.

La carta, breve pero en constante movimiento, es un juego de creatividad que parte de recetas reconocibles y las reimagina en clave plant-based. Ejemplo paradigmático es el Tikka Masala bao, donde el panecillo chino al vapor se rellena de un sabroso curry indio de soja texturizada.

El bao de Tikka Masala en Desoriente.

El bao de Tikka Masala en Desoriente.

O el ya célebre Oishi Broccoli, un brócoli frito crujiente que, acompañado de ponzu y anacardos, se ha convertido en un imbatible desde la primera apertura.

Para los que buscan platos con humor, ahí está el Operación Bikini, un katsu sando donde el pollo se sustituye por seitán crujiente, acompañado de pepino salteado al estilo chino y una sorprendente salsa César.

Un katsu sando diferente.

Un katsu sando diferente.

El sushi, emblema nipón, también se reinventa con acierto en Desoriente. El nigiri de seta de cardo, coronado con caviar de tapioca, wasabi y jengibre encurtido, es pura delicadeza.

Brócoli frito entre las propuestas de su carta.

Brócoli frito entre las propuestas de su carta.

Mientras que los uramaki, como el Foie-gras roll (con shiitake, manzana caramelizada y reducción de wasabi y oporto), exploran territorios de fusión con un guiño francés que sorprende. Otra opción imperdible es el Futomate Tartar, que combina aguacate, queso fermentado casero y tartar de tomate.

Bebidas que hablan el mismo idioma

La coherencia del proyecto se extiende también a la bebida. Los refrescos comerciales ceden terreno a kombucha casera, ginger beer artesanal y limonadas elaboradas en el propio restaurante.

La carta líquida se completa con seis cócteles de autor donde ingredientes exóticos como el tamarindo, el coco o el tepache marcan el ritmo. Y para quienes buscan un maridaje más clásico, una selección de vinos naturales refuerza el compromiso sostenible del concepto, sin aditivos ni conservantes.

“Nos ha convencido el plus de compromiso de esta viticultura, que apuesta por la sostenibilidad y descarta el uso de conservantes y químicos”, explica Gorga, sobre la filosofía líquida que traen como novedad a esta segunda sucursal.

Desoriente no se presenta como un estandarte del veganismo, sino como una prueba de que la cocina plant-based puede ser divertida y sobre todo sabrosa. En su cocina no hay sermones, solo fermentaciones caseras, baos amasados desde cero y un despliegue de imaginación que invita a jugar.