La terraza más codiciada de Biarrtiz: platos típicos como steak tartar o tarama y vistas de infarto al atardecer

La terraza más codiciada de Biarrtiz: platos típicos como steak tartar o tarama y vistas de infarto al atardecer

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La terraza más codiciada de Biarritz: platos típicos como steak tartar o tarama y vistas de infarto al atardecer

Ubicada en lo alto de un hotel a pie de playa, el Rooftop de la Plage es una de las azoteas que más se llenan cada tarde. ¿El motivo? Un atardecer memorable y buena cocina en el plato.

Más información: Este antiguo molino de agua es uno de los restaurantes más interesantes cerca de Biarritz: hogar de 'El Principito vegetal'.

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Biarritz posiblemente sea una de las ciudades más bonitas de la costa del País Vasco francés. Tiene todo para triunfar.

El ir y venir de surferos que apuran la tarde en la Côte des Basques (la playa en la que entró el surf en Europa), gente chic paseando por la Rue Gambetta y las coloridas sombrillas que ya son un icono en la Grande Plage.

No es lo único, porque este coqueto lugar puede presumir de tener además una gastronomía a la altura del sitio.

Lo bueno es que no todo es estacional y muchos de sus restaurantes abren prácticamente durante todo el año. Lo que sí es cierto es que en verano es un destino al que todos quieren ir.

Y entre tantas opciones memorables como el desembarco de Les Enfants du Marché llegado directamente de París o La Table d'Aurélien Largeau, reconocido con una estrella Michelin, hay sitios en el que los locales y visitantes se pelean (figuradamente, claro) por conseguir un hueco.

¿Qué ocurre cuando sumas buen ambiente, cocina a la altura y unas vistas privilegiadas? Que consigues un sitio como el Rooftop de la Plage, uno de los espacios más cotizados de la perla del Atlántico.

Una terraza en las alturas de la ciudad

El hotel de por sí ya se antoja de lo más coqueto. Al traspasar su lobby, ataviado con una decoración muy chill y tablas de surf, y coger el ascensor hasta el tercer piso, uno no se espera lo que se encuentra allí arriba.

Las vistas desde la terraza.

Las vistas desde la terraza. Mathilde Cochet

Con el mar en primer plano, la terraza del Hôtel de la Plage es de esos sitios en los que cuesta encontrar mesa. No es para menos.

Muchos suben para hacer la foto, porque las vistas panorámicas sobre la cala de Port-Vieux y el icónico Rocher de la Vierge bien lo merecen.

Pero hay mucho más. Porque además de tener un escenario privilegiado, en los últimos tiempos se ha posicionado entre esos restaurantes que hay que tener en cuenta.

Una carta centrada en el producto local

La propuesta del rooftop no es larga ni rebuscada. Se apoya en recetas sencillas, producto local y una presentación cuidada, pero sin entrar en terreno pretencioso.

Nada de platos o elaboraciones rimbombantes. Aquí se viene a comer bien, beber algo rico y dejar que el tiempo pase hasta que el sol se esconda por el horizonte y deje esos cielos rosas que ya son un emblema de Biarritz.

Mathilde Cochet

La idea es arrancar con clásicos franceses o platos de la zona. Aunque de procedencia griega o turca, la tarama es un entrante que se encuentra en muchas cartas del País Vasco francés. Esta crema elaborada a partir de huevas de pescado –bacalao o mújol– se sirve con pan tostado y es una delicia.

También hay paté de pato de Las Landas con pimiento de Espelette, hummus de remolacha, croquetas (de chorizo o de queso de cabra), rabas y dos tablas que se repiten mucho en las mesas: una de jamón gran reserva de L'Ami Txulette, una prestigiosa carnicería de la ciudad, y otra de queso de oveja con mermelada de cereza de Itxassou.

Mathilde Cochet

En el bloque fraîcheurs llegan los platos más ligeros. Hay tataki de atún rojo con sésamo y especias, ceviche de pescado o unas vieiras con crema de pimientos.

También un carpaccio de ternera con parmesano y pesto de pistacho, foie gras con puré de mango o la siempre apetecible burrata, que aquí se eleva en una ensalada con remolachas asadas y aceite de linaza de los Pirineos.

Mathilde Cochet

Los principales siguen esa misma línea apetecible. La burger lleva carne de vaca rubia de Aquitania, cebolla, pepinillo y pastrami de cerdo con salsa de queso, acompañada de patatas fritas.

También hay un tartar de ternera con guarnición clásica, que curiosamente sirven con los ingredientes sin mezclar, para que lo hagas tú mismo al gusto.

¿Más cosas? Brochetas de pescado con verduras de temporada y el axoa de ternera con patatas al vapor, uno de los guiños más claros a la cocina vasca.

Mathilde Cochet

En los postres se puede elegir entre mousse de chocolate, sopa de fresas, pera pochada con verbena y chocolate, o una pieza de repostería del día, que traen de chez Noisette.

Los cócteles, su otro gran reclamo

Aunque cenar o picar algo es imprescindible, el hecho de que el ambiente sea tranquilo, sin DJs (solo música en directo dos días a la semana) ni música alta, lo posiciona como un lugar ideal también para tomar algo.

El otro gran reclamo del rooftop son sus cócteles. Además de los clásicos, tienen una sección llamada Élégance con creaciones propias que hacen referencia a distintos lugares de Biarritz.

Le Boucalot, por ejemplo, se inspira en la playa del Port-Vieux y mezcla ron, fruta de la pasión, piña y ginger beer.

Mathilde Cochet

La Roche Percée, bautizado como una de las formaciones rocosas más emblemáticas de la costa, lleva tequila, mango, lima y hibisco.

También está Le Chanin, con vodka, yuzu, licor de ciruela, frambuesa y manzana. Cócteles que huyen de lo típico sin complicarse demasiado, pensados para acompañar el atardecer.

El rooftop forma parte del Hôtel de la Plage, un establecimiento histórico de Biarritz que reabrió en 2023 tras una reforma integral.

Ahora es ideal para el viajero que busca un lugar relajado con multitud de detalles hechos por artesanos locales, con un gran tesoro en la parte de arriba. Para no perdérselo.