
El restaurante de la playa de Gandía donde puedes comer un menú con marisco y paella por 40 euros
El restaurante de la playa de Gandía donde puedes comer un menú con marisco y paella por 40 euros
Abierto desde 1958 y gestionado por la misma familia, el restaurante marisquería Kayuko sigue llenando a diario con su fórmula clásica y mucha calidad.
Más información: En este restaurante de Gandía se prepara la mejor fideuà de toda la costa valenciana
Gandía está de moda. Aunque, siendo sinceros, nunca ha dejado de estarlo. Solo en 2024, más de 599.000 personas eligieron este reclamo a orillas del Mediterráneo para pasar sus vacaciones, y esta temporada no va por detrás.
Tanto es así que incluso Louis Vuitton la ha escogido para rodar su última campaña de moda masculina en la azotea del hotel Bayren, con esa icónica piscina infinity junto a la playa. Y es que esta playa da para mucho. Kilómetros de arena blanca, chiringuitos, discotecas con mucha fama y un buen puñado de restaurantes.
Y aunque es la reina indiscutible de la fideuà -ya sabéis que se originó aquí, gracias a unos pescadores del Grao que se quedaron sin arroz para la paella-, también hay hueco para otros restaurantes: de picaeta, viajeros, de cosas gochas...
Y, por supuesto, marisquerías. Es aquí donde, a un paso de su paseo marítimo, se encuentra otra joya como el restaurante Kayuko, donde se puede comer marisco fresco, unos cuantos entrantes más, arroz y postre por apenas 40 euros. Sí, has leído bien.
Alimentando estómagos disfrutones desde 1958
El mar está tan cerca que parece que podrías tocarlo desde la mesa. Desde luego lo ves desde ella. Y es que, en pleno corazón del paseo marítimo de la icónica playa de Gandía, en el número 16 de la calle Formentera, Marisquería Kayuko lleva alimentando los veranos —y también el resto del año— desde 1958.

Fundado por Francisco Enguix en una época en la que apenas había chiringuitos por la zona, hoy es uno de los restaurantes más conocidos del litoral, gestionado ya por la siguiente generación de la familia. Aunque el jefe se jubiló hace unos años, sus hijos siguen llevando el listón muy alto y lo hacen con una fórmula que no solo funciona, sino que consigue llenar todos los días.
Desde su terraza acristalada ves cómo los bañistas se abren paso para llegar a la deseada playa, el ir y venir de neveras con ruedas... Pero dentro, lo que uno se encuentra es otra cosa. Casi nos sentimos privilegiados de estar aquí, bajo el aire acondicionado y en una casa donde el producto fresco manda, la cocina tradicional bien hecha es la protagonista y los menús, su gran reclamo, parecen pensados para alimentar a una familia entera. O dos.
Producto de la lonja y tradición
Nada más entrar al Kayuko, lo primero que te recibe es su vitrina, repleta hasta arriba de lo mejor que se puede encontrar ese día. Cada mañana llegan de la lonja de Gandía las piezas con la mejor calidad posible: de gambas a cigalas, pasando por nécoras, erizos de mar en temporada, percebes, gamba cristal... y pescados como lubina, rodaballo, dorada o lenguado.

Con esto, la cocina de Kayuko se apoya en eso que ha permitido que siga siendo un referente durante tantos años: el producto de calidad y la tradición arrocera. A todo el despliegue de producto, se suma el recetario de siempre: delicias de rape, croquetas de gambas, tellinas, zamburiñas, ensaladas, sepia a la plancha, caracoles de mar, sepionet...
Todo un festín que se completa con el arroz. En sus múltiples versiones: desde un arroz negro a una paella de bogavante, pasando por un senyoret, un meloso de vieira o la fideuà, con la que obtuvieron el tercer puesto en el Concurso Fideuà de Gandía de 2021.
El menú de 40 euros que nunca te terminas
Pedir a la carta está genial, pero uno de los grandes éxitos de Kayuko -y por lo que van muchos de sus clientes- son sus menús y, en especial, su menú Playa, una opción cerrada que cuesta 40 euros y que parece diseñada para poner a prueba tu capacidad de comer.

La experiencia arranca con una selección de entrantes: espencat con mojama, fritura variada, alcachofas, berenjena rellena… Luego llega una fuente de marisco hervido, más que generosa, con gambas, cigalas o lo que toque ese día. Como plato principal, arroz marinera en las comidas y pescado a la hora de cenar. Y, por si quedaba algún hueco, llega el postre, a elegir entre fruta, flan o crema catalana.

Lo habitual es que no puedas terminarlo. Y no porque falte hambre, sino porque las raciones son realmente generosas. ¿Lo mejor de todo? Que si te sobra algo, puedes llevártelo a casa. La berenjena rellena de carne que bordan es una de las candidatas perfectas a ello. Si puedes resistirte a no comértela, claro.
Otros menús, para todos los apetitos (y bolsillos)
Además del menú Playa, Kayuko ofrece otras tres opciones cerradas. Está el menú diario, de lunes a viernes, por unos 24 euros, que incluye tres entrantes, arroz a banda o fideuà y postre. Una fórmula perfecta que no está disponible en temporada alta o festivos.

Luego está el menú Puerto, por 50 euros, con una selección de marisco más amplia, y el menú de la Casa, el más contundente y pantagruélico de todos, que alcanza los 75 euros. Este último incluye de todo. Arranca con una fuente de marisco hervido con gambas, cigala y quisquillas; sigue con mojama con espencat, caracoles de mar, berenjena rellena y alcachofas a la plancha.

A continuación llegan a la mesa las frituras, con pescaditos fritos y calamares. Y, por si fuera poco, otra fuente de marisco, esta vez con gambas y cigalas a la plancha. Culmina de igual forma que otros, con arroz a la marinera o pescado por la noche y postre. Todo pensado para darse un festival sin límite de apetito.
Eso sí, si te decides por los menús más caros, conviene ir con hambre… y con reserva previa. En temporada alta, no es raro ver colas para entrar y mesas completas desde la apertura del mediodía.
¿El secreto de su éxito?
Probablemente sea una combinación de todo lo anterior. Primero, que tienen una ubicación privilegiada, a apenas unos pasos de la arena. Lo siguiente es que su cocina es honesta, y no por tener menús de precios más ajustados van a darte peor calidad. Y, por último, otra de las cosas que alaban muchos son esas raciones descomunales.

Pero claro, el trato familiar -ese que se mantiene generación tras generación- también hace lo suyo, logrando que, incluso en plena temporada, te sientas como en casa. Kayuko no pretende ni modernizarse ni ser cool. Sigue fiel a lo mismo desde el principio. Su objetivo no es otro que seguir sirviendo platos generosos, bien elaborados y con producto fresco, como lleva haciendo desde hace más de 65 años.