En este restaurante te comerás los mejores arroces y bullit de peix de Ibiza

En este restaurante te comerás los mejores arroces y bullit de peix de Ibiza

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En este restaurante te comerás los mejores arroces y bullit de peix de Ibiza

S'Espartar lleva en activo desde 1983 y desde entonces, se ha convertido en un imprescindible para probar no solo arroces y un bullit de peix sobresalientes, sino también muchos platos tradicionales de la isla blanca.

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Ibiza es mucho más que fiesta, verano y desenfreno. Fuera de temporada es una isla tranquila, un lugar que abraza su cultura, su bella naturaleza (visitar las calas casi en solitario es una delicia) y, por supuesto, su gastronomía propia. Si hace unos días hablábamos de esa tarta de queso que es uno de los dulces más icónicos de la isla, el flaó, hoy ponemos el foco en otra de las cosas que mejor cocinan en la isla: los arroces y el bullit de peix.

La isla guarda en su corazón una tradición gastronómica que resuena con fuerza y lo hace gracias a restaurantes como S’Espartar, donde posiblemente sirvan los mejores arroces y bullit de peix de toda Ibiza. Este lugar único, situado en la carretera de Sant Josep a Cala Tarida, es un ejemplo de cómo la cocina ibicenca tradicional sigue pegando fuerte. Y lo mejor es que lo hace sin perder nunca su esencia. Con unas vistas envidiables al islote que le da nombre, S’Espartar se ha convertido con los años en un templo, tanto para locales como para visitantes. ¿Las claves de su éxito? Honor a la tradición, regularidad y calidad.

De 40 servicios al día a más de 200

Y se han mantenido de igual forma desde hace más de cuatro décadas. La historia de S’Espartar es un relato de pasión y dedicación que comenzó el 23 de junio de 1983. Ese día, las cuatro hermanas Marí -Pepa, Catalina, Francisca y María-, decidieron dar un paso adelante y abrir su propio restaurante tras dejar atrás el negocio familiar en Cala d’Hort. Inspiradas por el deseo de ofrecer un espacio donde la auténtica cocina ibicenca fuera protagonista, levantaron S’Espartar con esfuerzo y cariño. Y aunque no estaba a pie de playa como el anterior, no les hizo falta para triunfar.

Desde sus inicios, el restaurante se caracterizó por ofrecer un ambiente familiar y acogedor. Al principio, servían alrededor de cuarenta comidas diarias, siempre elaboradas con ingredientes frescos y locales, que se adquieren de los agricultores y pescadores de la isla, agrupados bajo el paraguas de Peix Nostrum. Pero lo que realmente hizo que S’Espartar destacara fue su respeto absoluto por la tradición gastronómica de la isla. Cada plato que servían allí era un tributo a esas recetas que se transmitían de generación en generación.

Con el paso de los años, S’Espartar se ha convertido en un lugar de peregrinación. La familia Marí sigue al frente del restaurante, hoy en manos de la segunda generación encarnada en Vicent Ramis y Pepe Ferrer, manteniendo intacta esa esencia que conquista a todo el que cruza su puerta. Aquellos primeros cuarenta servicios hoy se han convertido en más de doscientos diarios.

Un homenaje a Ibiza en cada bocado

Si alguien quisiera probar a qué sabe Ibiza, nuestra recomendación sería sin duda este restaurante. La propuesta gastronómica de S’Espartar es un viaje a la esencia de la isla. Aquí se viene a disfrutar de sus arroces, pescados frescos y guisos marineros cocinados con mimo en una cocina donde los fogones no dejan de crear.

Para abrir boca, lo mejor es hacerlo con dos de las ensaladas típicas de las Pitiusas. Una es la ensalada payesa, que se elabora con patata roja ibicenca, pimiento, cebolla, tomate y aceitunas, a la que aquí añaden el tradicional peix sec (pescado seco). La otra, la ensalada de crostes. Este plato, que surgió de la necesidad de tener un alimento que utilizar cuando no había pan fresco, es aquí todo un portento. Las crostes (crostas) son pedazos de pan payés que se hornean y se conservan en perfecto estado durante mucho tiempo. ¿Una forma de comerlas? En formato ensalada. La del restaurante se termina con tomate, aceitunas y ventresca de atún.

La carta de entrantes es larga y con multitud de opciones: frità de calamar, sopa de pescado, gazpacho, calamares a la andaluza, carpaccio de gamba roja, chipirones... Todo ello pensado para satisfacer a todos los gustos. No falta una sección de mariscos de los que hacen gala Vicent y Pepe, como los mejillones que preparan a la marinera, la gamba roja a la plancha o platos que se ven mucho en Ibiza y Formentera como la langosta o bogavante con patatas y huevos.

Pero, sobre todo, y para seguir degustando la isla, se viene a saborear ese plato que ha convertido a este restaurante en un imprescindible: el bullit de peix con su arroz a banda. Este festín resume la tradición pesquera de la isla en dos tandas. Primero, llega el pescado servido con patatas hervidas y un alioli cremoso del que es imposible dejar de comer. Luego, llega el arroz a banda, cocido en el mismo caldo del pescado, lo que hace que sea profundo en sabor y sobresaliente.

Además de su plato estrella, ofrecen un repertorio de recetas que siguen haciendo gala de la tradición de la isla y su producto. El guisat de peix es otro de los clásicos que debes probar, un guiso potente que se prepara, al igual que el bullit, con pescados de roca como la rotja, sirvia, mero o gallo San Pedro y patatas. Reconfortante a la par que delicioso.

Los arroces también tienen un lugar destacado en la carta. Desde el arroz negro, con ese punto cremoso que solo se consigue cuando se hace con cariño, hasta arroces como la paella ciega (de pescado, pero sin tropezones), la de langosta o la de marisco. También hay un apartado de calderetas —de bogavante o lagosta— que invitan a comer con cuchara y sin prisas.

Si prefieres la carne, no te pierdas las chuletas de cordero ibicenco al horno o un plato que solo elaboran bajo encargo, el sofrit pagès. Se elabora en época de matanza y es una potente creación que mezcla carne, patatas y embutidos de la isla. La siesta de después está más que asegurada...

Coronar el festín se hace con postres típicos, como el flaó o la greixonera, además de más opciones como flan de la casa, sorbetes o tartas caseras. Y por supuesto, no te olvides de pedir un café caleta, ese brebaje a base de ron, brandy, canela, piel de naranja y café. 

Aquí no hace falta estar a pie de playa

Mientras que muchos se guían, a la hora de reservar en un restaurante, por si está a pie de playa, aquí no hace ni falta pensar en ello. Si la comida aquí ya justifica la visita, el entorno es la guinda del pastel. El restaurante, aunque se encuentra en plena carretera, ha sabido sacar partido a la parte de atrás. El enclave es privilegiado, porque desde su terraza, podrás disfrutar de vistas espectaculares al mar y al islote S’Espartar. Esta última, especialmente al atardecer, ofrece un espectáculo natural de postal, que combina a la perfección con cada plato que sale de la cocina.

El ambiente es relajado, sin pretensiones y de lo más auténtico de Ibiza. En contraposición con el bling bling que impera en muchos locales que solo abren en temporada, aquí no hay nada de lujo forzado ni sofisticaciones innecesarias. Aquí se viene a comer bien, a disfrutar de una cocina que respeta sus raíces y a dejarse llevar por la magia de un clásico que debe perdurar para las generaciones venideras.