El interior del restaurante barcelonés.

El interior del restaurante barcelonés.

Restaurantes

El restaurante de Barcelona de un chef Michelin con un jardín secreto: una ensaladilla increíble y platos desde 4€

Oliver Peña y Lorenzo Cavazzoni lideran esta propuesta que fusiona recetas españolas con sabores italianos.

Más información: El restaurante de Barcelona al que todos peregrinan por sus bravas deconstruidas y su 'steak tartar': con un menú de 23€.

Publicada
Actualizada

Visitamos Can Bo, el restaurante del Gran Hotel Central de Barcelona, ubicado en el número 30 de Vía Laietana. Allí, los chefs Oliver Peña (propietario de Teatro Kitchen Bar, que ganó recientemente su primera estrella Michelin) y Lorenzo Cavazzoni han creado una propuesta gastronómica que combina el recetario español tradicional con influencias italianas y toques contemporáneos.

La selección de ingredientes es fundamental en la carta de este establecimiento. Trabajan con productores locales para ofrecer platos que resalten lo mejor de la despensa mediterránea. Entre los productos estrella de Can Bo destacan el pollo de payés de la Cerdanya, las alcachofas de el Prat, los salmonetes de la costa de Barcelona, los mejillones y canyuts del Delta del Ebro y las fresas del Maresme, entre otros.

La carta de Can Bo ofrece tapas frías como la deliciosa ensaladilla rusa con alcaparrones que elaboran a diario, el carpaccio de lengua de vaca con anchoas, huevo duro, piparra y mini zanahorias encurtidas. Y, por otro lado, tapas calientes como el brioche de pulpo frito con col, mayonesa y mojo rojo o la tortilla de patatas hecha al momento. 

La ensaladilla.

La ensaladilla. Adriana Calvo

"Hemos elaborado un menú de bocados clásicos y sabores fácilmente reconocibles", explica Cavazzoni. "En algunos platos he querido rendir homenaje a mi cultura italiana, combinando ingredientes de forma sutil y equilibrada, como en la tapa de presa ibérica 'tonnata', las alcachofas 'cacio e pepe' o los raviolis 'plin' de ossobuco.

La propuesta de Can Bo también se distingue por su atención a los vinos, con más de 150 referencias que abarcan desde bodegas locales hasta etiquetas internacionales. El sommelier, Amador Marín, con su enfoque en vinos de mínima intervención, presenta una selección que destaca por su carácter y personalidad, ofreciendo al comensal la oportunidad de disfrutar de vinos especiales que complementan la gastronomía del restaurante.

"Me gustan los vinos con carácter y mucha personalidad. Que transmitan historias a través del gusto y del olfato", explica Amador. "He creado una carta centrada en vinos de mínima intervención y referencias exclusivas, como Castello Tricerchi y Roccolo Grassi".

Oliver Peña es un destacado chef en la escena gastronómica de Barcelona. Formado en la reconocida escuela Hofmann y con experiencia en el elBulli Hotel/Hacienda Benazuza, se especializó en técnicas vanguardistas, que han definido su carrera. 

Para Peña, ser parte de Can Bo es mucho más que un reto profesional: "Me formé en el mundo de la alta cocina moderna y creativa, y Can Bo representa mi reencuentro con la cocina clásica. Además, es una gran ilusión formar parte de este proyecto junto a Lorenzo, un amigo y compañero con quien compartí cocina en el pasado. Me siento muy cómodo trabajando a su lado, y es un privilegio poder aportar mis 25 años de experiencia". 

Lorenzo Cavazzoni  y Oliver Peña.

Lorenzo Cavazzoni y Oliver Peña.

En Can Bo, Oliver cuenta con Lorenzo Cavazzoni, chef ejecutvo del Grand Hotel Central, para crear una carta, de tapas y platillos para compartri. Juntos han diseñado una propuesta que combina tapas clásicas con platos más elaborados, siempre respetando la calidad del producto local.

Tras un cambio de gestón y propiedad, el Grand Hotel Central renace reformado y con una nueva identidad bajo marca independiente, inspirado en la rica historia del edificio que lo acoge y la fascinante vida de su fundador, el mecenas y amante de la cultura Francesc Cambó.

Ubicado en la emblemátca Vía Laietana, este icónico edificio noucentista, concebido en 1926 por Adolf Florensa como la residencia privada de Cambó, fue pionero al introducir el primer ascensor en la ciudad, desafiando las convenciones de la época al ubicar su residencia en los pisos superiores, en lugar del piso principal, como dictaba la costumbre burguesa.

Hoy, el Grand Hotel Central se reinventa con una cuidadosa renovación de sus zonas comunes, 147 habitaciones y suites, su nuevo restaurante a pie de calle Can Bo, y su azotea, La Terraza del Central, que cuenta con bar, restaurante, camas balinesas y una piscina desbordante, reconocida como una de las mejores de Europa por Best European Destinations.