Kanbun

Kanbun

Restaurantes

Kanbun, la taberna oriental del picoteo fusión y chic

Kanbun sirve cocina fusión asiática dispuesta platos para compartir en un restaurante de gusto sofisticado pero informal en la zona de Arturo Soria.

21 marzo, 2018 12:33

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Puede que cada vez que un maki lleva queso en crema o que a un roll se le echa salsa y cebolla crujiente, un japonés sienta un infarto de miocardio. Pero aquí funciona. Será porque queremos novedad continua y el sushi se nos queda bastante plano (a veces) o será porque en esta tierra todo lleva bien de condimentos, bien de umami, bien de sabor, y llevamos esa sabrosura a cualquier plato que se nos ponga delante. El caso es que Kanbun sabe lo que gusta y lo hace divinamente. Con formato de restaurante de tapeo oriental (en el más amplio sentido de la palabra), un ambiente sofisticado y bonito y una carta amplísima (pero que funciona, como decía), se convierte en place to be, y eso que se encuentra bien alejado de los distritos gastronómicos más regentados de Madrid, concretamente, en la zona de Arturo Soria.

Ficha y detalles del restaurante Kanbun

  • Kanbun introduce en un restaurante de gusto refinado en la decoración, cálido y sofisticado, una enorme carta de platos asiáticos fusionados que parten de la buena materia prima y la tradición para jugar con combinaciones divertidas y diferentes puestas en platos perfectos para compartir. Un tapeo distendido en barra, en mesa o en el chill out cóctel en mano.
  • Lo mejor: Los Uramaki Kanbun, son un hit por la agradable combinacin de salmón, aguacate, pepino, alga, arroz y chili.
  • DirecciónLópez de Hoyos, 327. 28033, Madrid.
  • Horario: L a D 12:30 – 16:30 y 20:30 – 00:00h.
  • Precio: 20 €. Tiene menú de mediodía Kanbun 10,75 € y Kanbun ejecutio 14,50 €.
  • Reservas: En el teléfono 91 388 61 66 y a través de su página de Facebook.
  • Nota: 3,5/5

Kanbun, sofisticación asiática

El local entra por los ojos, eso es así. Una vez te has movido hasta el 327 de López de Hoyos, no puedes no entrar aunque sea a tomarte una caña con una tapa japo. El dorado y el amarillo mandan plagando las columnas con mosaicos de colores pero sin estridencias; madera, vegetación, líneas puras, lámparas modernas y minimalistas con otras de inspiración japonesa, y luz a raudales por las enormes cristaleras. 

Kanbun 3

Kanbun 3

El local consta de una zona de barra y mesas altas para picar y tomar una cerveza, un vino o alguno de los cócteles, perfectos también para la parte chill out con sofás que protagoniza el final de las cenas. Las mesas bajas invitan a una comida de mesa vestida pero sin pretensiones, todo es informal y lo mejor que puedes hacer es compartir y picar.

Kanbun, recorriendo Asia con tintes de fusión

Japón, China, Tailandia, Vietnam… Lo de que Kanbun recorre Asia es literal, pero viaja haciendo quiebros a la tradición. Vamos, que innova, fusiona cocinas, mezcla sabores, y mete queso crema y fresas junto a un atún rojo en un rollito aun a riesgo de que ese japonés o ese purista se lleve la mano al pecho. Pero es que este no es un sitio para comerse el Japón más literal, es para divertirse. Está claro que parten de la tradición, primero porque su dueño es japonés, segundo porque su nombre tiene arraigo a la tierra nipona (hace referencia a una lengua milenaria que usaban los japoneses para escribir antes de la llegada del kanji), y tercero porque no hay cocina buena que se entienda si no parte de los clásicos, y esta está buena. Pero a partir de ahí, todo es posible. Tanto es así que la imaginación ha desembocado en una carta que más bien es un libro ilustrado de todo lo que allí se come. Páginas y páginas de platos que entran por los ojos, así que mejor ser un grupo, tanto para compartir como para repartirse la carta y elegir. Si no, siempre quedarán las recomendaciones del equipo, que nunca vienen mal.

Fusión, fusión y más fusión, sin reglas

Me dejo asesorar y pido que desfilen platos por mi mesa a gusto de Wendy Zhou, artífice de la decoración elegantísima de Kanbun y con mil ojos en la sala.

Empiezo con una Ensalada de quinoa, un plato fresco más indicado para quienes no se quieren acercar a Oriente. Un timbal de tomate en la base con atún desmigado por encima y cubierto de quinoa crujiente, aliñado con aceite de oliva.

Gyozas de pollo y verduras

Gyozas de pollo y verduras

Me acerco más a Asia con la Gyozas de la casa, hechas a la plancha, rellenas de pollo y verduras en un salteado muy sabroso y regadas con un caldo de pollo bien reducido. Se veloz con los palillos porque estas vuelan.

Vuelve con algo fresco, un Tartar de salmón con aguacate, mostaza francesa, soja y sésamo. Sí, es un clásico, pero este enseña qué clase de producto se sirve en Kanbun: fresco, de calidad y bien elaborado. El salmón es fresco, y el aguacate está en su punto. Se nota que está hecho al momento, y eso se agradece. El aliño con mostaza da un toque diferente (respetando sabores, claro), los brotes y el sésamo el crujiente, y las huevas que lleva por encima esa crujiente explosión que tan bien funciona como colofón de un plato.

Tartar de salmón con aguacate, mostaza francesa, soja y sésamo

Tartar de salmón con aguacate, mostaza francesa, soja y sésamo

Paso a los rolls, y empiezo con los más míticos de la casa, los Tommy, con los que Kanbun empezó y con los que continúa en carta después de tanto tiempo. Van rellenos de atún rojo con una salsa maravillosa, sabrosa, rica, y de la que guardaré el secreto, y cubiertos de cebolla crujiente (yo no soy muy fan, pero habrá a quien le guste ese punto crunchy).

Uramaki Kanbun

Uramaki Kanbun

Los Uramaki Kanbun son otro hit. Con una combinación en su interior de salmón macerado con aguacate y pepino, recogidos con el alga nori de turno y envueltos en arroz (lo que es un uramaki de toda la vida). Y además, con una ligera cobertura de chili picante que seduce al primer bocado, engancha, apetece más porque es ese picante al que hasta el más reacio quiere volver. Una combinación perfecta con el arroz (que siempre es el elemento soso) y el relleno fresco. 

Pollo Teriyaki

Pollo Teriyaki

A por la carne, es decir, a por el Pollo Teriyaki, que también hay platos clásicos y este tira mucho de la tradición. No hay trampa ni cartón, está hecho como se ha hecho siempre, y sabe a receta casera clásica. Un pollo jugoso, gustoso, con sesamo por encima y un acompañamiento de verduras a la parrilla.

Mochis caseros de chocolate y de té verde

Mochis caseros de chocolate y de té verde

Venga, un tiento más, solo uno que llega el postre. Y son unos Mochis caseros (como todo los postres a excepción de la tarta). Un postre que consiste en una bola de helado cubierta de una pasta de arroz mochigome, un pequeño grano japonés de arroz glutinoso que se machaca y se convierte en una pasta elástica. Son como gominolas rellenas de helado, paradójicamente nada empalagosas. Aquí las hacen de chocolate y de té verde. Deja hueco para este bocado final.

Kanbun 2

Kanbun 2

Dicho todo esto, ¿merece o no merece la pena irse hasta allí aunque no esté a tiro de piedra? Y es que si la comida es buena y el formato es el de las raciones para compartir, poco más hay que decir. Porque si hay algo que se nos da muy bien aquí es salir de tapeo, deja en manos de Kanbun que esta vez sea diferente.