Así es y así gestiona el desperdicio el barco más grande del mundo

Así es y así gestiona el desperdicio el barco más grande del mundo

Reportajes gastronómicos

Así se gestionan los residuos alimentarios del buque más grande del mundo

Recién inaugurado, el Icon of the Seas, la última nave de Royal Caribbean, también es el barco más grande del mundo. ¿Cómo gestionan la comida a bordo y el desperdicio?

19 febrero, 2024 11:00

Al que le gusta un crucero, siempre le emociona saber qué hay de nuevo en este mundillo. Y más si la efeméride es que se inaugura el que, ahora mismo, es el barco más grande del mundo. Hace apenas unas semanas que la naviera Royal Caribbean daba la bienvenida al Icon of the Seas, su último barco y otro buque con el que romper moldes.

Y lo hacía en el puerto de Miami, con un macro evento al que pudimos asistir, que incluyó una ceremonia de bautizo a cargo del mismísimo Leo Messi, "un icono para un icono", como lo define la compañía, presentación de los CEO y hasta la tradicional práctica de romper una botella de champagne contra el casco, que terminó con fuegos artificiales en el mismo puerto.

Admirando su tamaño, es normal que salgan a la luz varias preguntas y fascinación ante la experiencia. Una de las más repetidas es cómo es por dentro o qué ofrece. La otra, es cómo se come allí y la tercera, teniendo en cuenta que tiene que dar de desayunar, comer y cenar diariamente a un total de cerca de 10.000 personas cuando está a plena capacidad, ¿cómo manejan el tema de la sostenibilidad y el desperdicio?

[¿Se puede comer bien en un crucero? Esto es lo que te espera a bordo]

El Icon of the Seas en cifras

Pero antes de entrar en materia, unos cuantos datos. Este barco se empezó a construir en 2021 en el astillero de Meyer Turku, en Finlandia y vio la luz en 2024, con su inauguración oficial el pasado 23 de enero en Miami.

En datos, este barco, el ya crucero más grande del mundo, mide 365 metros de largo. Esto es que si lo pusiéramos de pie junto a la Torre Eiffel -que mide 300 metros-, sería más alto. Tiene 20 plantas de altura, pesa más que 6000 aviones juntos -y sí, flota- y puede llegar a albergar, en 2805 cabinas, a nada menos que 7600 huéspedes, que sumados a los 2350 miembros de tripulación que viajan y trabajan en él, puede llevar a cerca de 10.000 personas a bordo

Este gigante de los mares además ha supuesto un paso adelante para la compañía en términos de sostenibilidad, convirtiéndose en el primero de tres barcos de la compañía propulsados por gas natural licuado. 

¿Cuánta comida entra en un barco de estas magnitudes?

Y con todo esto en cuenta, la gastronomía, una de las puntas de lanza de Royal Caribbean, tenía que estar a la altura. Es más, este barco es con diferencia, el que más opciones para comer y cenar tiene a bordo de la compañía.

A conceptos ya conocidos en la compañía como El Loco Fresh, un restaurante mexicano o Sorrento's, su pizzería a bordo, se han unido nuevas experiencias, como la de Empire Supper Club, que ofrece un menú degustación de ocho pasos al más puro estilo del Nueva York clásico con producto de primera como el wagyu o caviar o Izumi in the Park, que vende cajitas de sushi para disfrutar en cualquier lugar del barco. 

Pero también AquaDome Market, un mercado con diferentes puestos en los que probar desde los famosos mac and cheese, hasta crêpes, pasando por bowls asiáticos o pitas de estilo griego. 

A ellas se suman más de 40 opciones diferentes entre bares y restaurantes con opciones para todos los gustos. Un milkshake bar, un restaurante italiano, uno de carnes (Chops Grill), Hooked Seafood, especializado en pescados y mariscos... Y lo increíble es que la calidad en todos ellos es muy alta y los sabores, genuinos. 

Y, ¿cómo manejan el desperdicio?

De toda la comida que se produce en Estados Unidos, un 30% termina en la basura, tal y como nos contaban desde la compañía. Pero esto no iba a ocurrir a bordo de los barcos de Royal Caribbean, que cada vez investiga más para hacer de las vacaciones en el mar, algo sostenible y responsable con el medioambiente.

Y con el Icon of the Seas llegaba una novedad, la de convertir los desechos en energía a bordo, con un sistema pionero en la industria. "Estoy orgulloso del impulso de Royal Caribbean Group para SEA the Future y ser mejores mañana de lo que somos hoy", explicaba Jason Liberty, presidente y director ejecutivo de Royal Caribbean Group. "Ser pioneros en el primer sistema de conversión de residuos en energía en un crucero se basa en nuestro historial de gestión de residuos y promueve nuestro compromiso de eliminar los residuos de los vertederos locales y ofrecer excelentes experiencias vacacionales de manera responsable".

De esta forma, han dado con un sistema de pirólisis asistida por microondas (MAP) y microgasificación automática (MAG). Y a pesar se sonar muy técnico, se trata, a grandes rasgos, de un sistema que lleva los residuos a bordo y los transforma en gas de síntesis (syngas) que el barco puede utilizar directamente como energía y en biocarbón, que funciona como nutriente para el suelo.

Hasta la fecha, Royal Caribbean Group ha conseguido reducir el food waste (desperdicio de alimentos) en un 24%, pero para 2025, su objetivo es el de llegar a un 50%. Esto lo está consiguiendo a través de iniciativas como Win on Waste, una plataforma patentada, que consigue monitorear el suministro de alimentos y así estimar con precisión cuántos alimentos se deben producir, preparar y pedir en un día determinado. Es algo que funciona en sus restaurantes que van incluidos en el precio y son de estilo buffet. Así, si por ejemplo en el día anterior han sobrado nueve kilos de un plato, se pasa un informe a los chefs para que el día siguiente, produzcan menor cantidad. 

También se sirven de la inteligencia artificial, que recoge valores como el tiempo que hace, de qué país proceden los huéspedes, hacia donde se dirige el barco, etc. con el objetivo de ajustar la producción a tiempo real, analizando lo que cada huésped pide en los restaurantes de especialidad. 

Un icono vacacional

Con todo lo que ofrece, el Icon of the Seas es como una ciudad flotante. Y de pequeña no tiene nada. Alberga multitud de planes para todo tipo de viajero y ocasión. Además de su apuesta por la gastronomía, las miras van también por el entretenimiento que se reparte por sus ocho vecindarios, que van desde una zona chill, hasta una de aventuras, pasando por uno de los iconos de Royal Caribbean, Central Park, un parque a bordo con más de 30.000 diferentes especies de árboles y plantas, que te harán creer que no estás en medio del mar.

Este barco tiene a bordo el parque acuático más grande del mundo, con toboganes que desafían la gravedad, un teatro en el que la apuesta principal es la representación de 'El Mago de Oz' con orquesta en directo incluida y hasta un simulador de olas para practicar surf.

Y eso solo por citar algunos de sus puntos clave, porque también cuenta con un arcade, un minigolfuna pista de hielo donde varias veces a la semana se hacen representaciones de esquí y el AquaTeather, un teatro de agua con una cascada de casi 17 metros de alto, similar a la del aeropuerto de Singapur. 

Los amantes de los planes más calmados también tienen espacio en este gigante crucero, relajándose en sus piscinas, una de ellas la más cara construida en el mar o en sus muchos bares, donde planifican conciertos de piano, jazz o blues, mientras se disfruta de un cóctel y el simple placer de navegar.