Un plato de salmorejo

Un plato de salmorejo iStock

Saludables

Sin pan y con más fibra y proteína: el falso salmorejo que preparo siempre en verano por lo rico y saciante que es

Tiene una textura y un sabor similar, pero es un plato mucho más completo.

Más información: Salmorejo de pimientos del piquillo, un entrante refrescante que se prepara en pocos minutos

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El pan es un ingrediente esencial del salmorejo tradicional, pero no es ni imprescindible ni insustituible si lo que queremos es preparar una versión rápida e igual de rica y somos de los que solo compramos pan muy de vez en cuando.

El de hoy, sí, es un falso salmorejo, más ligero, con más fibra y más proteínas, pero tiene la misma cremosidad y, siendo sincera, el sabor es muy muy similar. ¿El truco? Tener siempre a mano botes de legumbres en la despensa.

La mejor elección son las alubias cocidas de bote bien enjuagadas, en la misma proporción que usaríamos el pan, es decir, si la versión "oficial" del salmorejo llevaría 200 gramos de pan por cada kg de tomates, usaremos 200 g de alubias.

Un entrante proteico o una cena ligera

El efecto colateral de preparar este salmorejo sin pan, que ya se ha convertido en mi favorito, es que los cambios suponen modificaciones interesantes de su perfil nutricional en cuanto a proteínas, fibra y carga glucémica.

Desde el punto de vista nutricional, la sustitución del pan por alubias cocidas reduce la cantidad de hidratos de carbono simples y aumenta la proporción de proteínas y fibra soluble.

Las alubias blancas, además de aportar una textura cremosa casi idéntica a la del pan blanco, son una fuente excelente de proteínas vegetales, hierro, magnesio y folatos.

Con este sencillo cambio, tenemos un plato más saciante y adecuado para personas que necesitan un control más preciso de la glucemia o que siguen una dieta baja en carbohidratos refinados.

El uso de pan blanco puede resultar menos adecuado para personas con diabetes o resistencia a la insulina o que intentan reducir la ingesta de harinas refinadas.

En cambio, la versión con alubias representa una alternativa más equilibrada desde el punto de vista metabólico y con un valor nutricional más completo.

Por otro lado, en esta versión alternativa, se conserva el aporte de licopeno y grasas saludables, pues al usar también tomate, aceite de oliva virgen extra y ajo, esta versión conserva sus beneficios antioxidantes y antiinflamatorios.

El toque final con jamón serrano y huevo duro sigue sumando proteínas de alta calidad y puede jugarse con la cantidad de estos dependiendo del menú en el que encajemos nuestro salmorejo.

Si va a ser un entrante que vaya seguido de un plato principal rico en proteína, con una pequeña cantidad a modo de topping será suficiente.

Si vamos a tomar este salmorejo como una cena de plato único, entonces será interesante acompañarlo de una mayor cantidad de huevo y jamón por persona con el fin de completar una ración de proteína.

Receta de salmorejo cremoso sin pan

Ingredientes

  • Tomates maduros sin piel, 500 g
  • Alubias cocidas, 100 g
  • Ajo, 1 diente sin el germen
  • Aceite de oliva virgen extra, 60 ml
  • Sal, al gusto
  • Jamón serrano o huevo duro para decorar

Paso 1

En el vaso de la batidora ponemos los tomates troceados y los trituramos completamente hasta obtener un puré fino y homogéneo. Personalmente me gusta añadir los tomates pelados a no ser que use tomates cherry con la piel muy fina que, una vez que se tritura todo bien, apenas se nota.

Paso 2

Añadimos las alubias cocidas, el diente de ajo sin el germen, el aceite de oliva virgen extra y sal al gusto -normalmente con media cucharadita será suficiente-.

Paso 3

Batimos muy bien hasta tener una crema homogénea y emulsionada.

Paso 4

Servimos frío decorando con unos taquitos de jamón serrano o un huevo duro picado.

Ideas para comer salmorejo como parte de otros platos

El salmorejo está tan rico que nos encanta comerlo solo, pero también puede formar parte de otras preparaciones. Las ideas que dejamos a continuación pueden servir para redescubrir este plato o para aprovechar el que sobre.

  • Untable para bocadillos. Una alternativa a la mayonesa para untar el pan en bocadillos de ingredientes como jamón serrano, tortilla francesa, atún o sardinas de lata.
  • Salsa para verduras asadas. Combina fenomenal con verduras asadas en el horno, la plancha o la freidora de aire. Delicioso con berenjenas, calabacines, pimientos e, incluso, patatas asadas con piel.
  • Aliño para ensaladas. Podemos usar el salmorejo como aderezo para ensaladas de legumbres, arroz integral o quinoa. Se puede añadir un poco de vinagre o agua con una pizca de sal para tener una textura más ligera.
  • Relleno para huevos duros. En lugar de la clásica mayonesa, podemos mezclar las yemas cocidas con un poco de salmorejo para hacer un relleno original y más ligero. Añadiendo atún o aceitunas picadas tenemos un aperitivo de lo más original.
  • Base para pescados a la plancha. El salmorejo es perfecto para presentar lomos de pescado blanco como bacalao o merluza. Aporta color y un ligero toque ácido que complementa muy bien el sabor del pescado.
  • Salsa para pasta. Mezclado con pasta corta (tipo penne o fusilli) y acompañado de verduras asadas y un poco de queso feta rallado, el salmorejo es una salsa ligera y sabrosa que da un giro veraniego a los platos de pasta.