Parece un tartar de salmón, pero es tomate Cocinillas
Ni gazpacho ni ensalada: la sencilla cena que preparo con un tomate cuando tengo prisa y quiero algo ligero
Una receta perfecta para las cenas de los meses cálidos, pero también un entrante elegante para cualquier época del año.
Más información: 7 recetas de ensaladas de tomate fáciles, rápidas y refrescantes
- Total: 10 min
- Comensales: 2
Ahora que llega el buen tiempo, muchas personas optan por cenar una ensalada "con lo primero que pillan" para hacer algo rápido y sin complicarse la vida. La receta de hoy no es una ensalada, pero es igual de práctica.
Esta receta, que podría parecer el entrante de un gastrobar, es una receta salvavidas, fresca, rápida, fácil y, lo más importante, deliciosa. Además, este tartar de tomate, es una cena ligera perfecta para irse a dormir sin sensación de pesadez.
Puede prepararse sin una lista interminable de ingredientes, sin planificación previa, con margen de improvisación para adaptarlo a cada momento y que estará listo en menos tiempo del que se tarda en poner la mesa.
Bajo en calorías, rico en nutrientes
Este tartar de tomate destaca por su bajo contenido calórico y su alta densidad de micronutrientes. El tomate fresco aporta licopeno, un antioxidante beneficioso para la salud cardiovascular, además de vitamina C, potasio y fibra.
Los tomates secos en aceite intensifican el aporte de antioxidantes y proporcionan un extra de sabor, además de grasas saludables si se utiliza un buen aceite de oliva.
Las anchoas, por su parte, son una excelente fuente de ácidos grasos omega-3, además de contener proteínas de alta calidad y minerales como calcio y hierro. Aunque aportan cierta cantidad de proteínas, no es suficiente para una cena.
Así pues, para complementar este tartar, podemos acompañarlo con un huevo escalfado o a la plancha, que combina bien en sabor y aporta proteínas completas. Otra opción sería una porción de queso fresco tipo Burgos, burrata o cottage.
También podemos optar por una guarnición más contundente, como una tostada de pan integral con hummus, que añadirá tanto proteína vegetal como carbohidratos complejos.
Si preferimos una alternativa de proteína animal, una pequeña ración de atún a la plancha o pechuga de pollo sería perfecta.
Tartar de tomate rápido
Ingredientes
- Tomate carnoso y maduro (tipo pera o rama), 300 g
- Tomate seco en aceite de oliva, 60 g
- Anchoas en conserva, 4 ud
- Cebolla morada, 30 g
- Alcaparras, 10 g
- Aceite de hidratar los tomates, 1 cucharada
- Vinagre de Jerez o balsámico, 5 ml
- Mostaza de Dijon, 5 g
- Pimienta negra recién molida, al gusto
- Sal, al gusto
- Cebollino fresco picado, opcional
Paso 1
Pelamos los tomates, los cortamos por la mitad y les extraemos las semillas. Luego, los picamos en cubos pequeños y los reservamos en un bol.
Paso 2
Escurrimos el exceso de aceite de los tomates secos y los picamos en dados muy pequeños. Los añadimos al bol con el tomate fresco.
Paso 3
Picamos finamente la cebolla morada y las alcaparras. Las incorporamos a la mezcla anterior.
Paso 4
Cortamos las anchoas en trozos pequeños y las añadimos al bol, distribuyéndolas de manera homogénea.
Paso 5
Preparamos una vinagreta mezclando en un cuenco el aceite de oliva virgen extra, el vinagre de Jerez, la mostaza de Dijon, un poco de pimienta negra y, si es necesario, una pizca de sal. Batimos bien hasta emulsionar.
Paso 6
Echamos la vinagreta sobre la mezcla de tomates y mezclamos suavemente con una espátula o cuchara para que todos los ingredientes se integren bien. Probamos y ajustamos de sal y pimienta si fuera necesario.
Paso 7
Tapamos el bol con film transparente y dejamos reposar en el frigorífico durante al menos 15 minutos para que se integren los sabores.
Paso 8
Servimos el tartar utilizando un aro de emplatar para darle una presentación más clásica. Opcionalmente, decoramos con un poco de cebollino fresco finamente picado por encima.
Adaptar la receta a lo que haya
Si no disponemos de tomates secos en aceite, podemos sustituirlos por tomates secos normales hidratados en agua caliente durante unos minutos, y añadir un chorrito de aceite de oliva al mezclarlos.
En caso de no tener anchoas, podemos usar sardinas en conserva bien escurridas o incluso un poco de atún en aceite desmenuzado. Así se mantendrá el aporte proteico y el matiz salino que equilibra el dulzor del tomate.
La cebolla morada puede sustituirse sin problema por cebolla blanca o incluso por cebollino fresco, que es más suave y digestivo. También podemos prescindir de ella si no nos gusta o nos repite.
Las alcaparras pueden omitirse o cambiarse por aceitunas negras picadas, que aportan un toque salado similar. Otra opción es añadir un poco de pepinillo en vinagre picado muy fino.
Si queremos enriquecer el plato, podemos añadir aguacate en cubos pequeños para aportar más grasas saludables. También pueden funcionar bien unas semillas de sésamo tostado o algunos frutos secos picados.