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Rosquillas de anís al horno glaseadas con Thermomix

Estas rosquillas de anís están hechas al horno y llevan un glaseado que las convierte en un bocado irresistible para los paladares más exigentes.

6 abril, 2018 14:05

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Este tipo de rosquillas son un dulce tradicional de la fiesta de San Blas, que se celebra el 3 de febrero, ya sé que llego tarde para este año, pero bueno, os dejo la receta para que la hagáis el año que viene, o para cuando os apetezca porque están tan ricas que es una pena reservarlas únicamente para esa fecha y no comerlas el resto del año.

Ingredientes

Ingredientes para elaborar el glaseado

  • Clara de huevo, 1
  • Sal, un pellizco
  • Zumo de limón, 6 gotitas (*)
  • Licor de anís, 1 cucharadita
  • Azúcar glas, 175 g

Son unas rosquillas muy fáciles de hacer y con el toque de anís quedan realmente exquisitas. Las vamos a hornear en lugar de freír, con la ventaja de que manchamos menos y son mucho más ligeras.

El glaseado no es imprescindible, pero hay que reconocer que le da una bonita apariencia y aporta un delicioso toque de dulzor anisado, de hecho en casa las prefieren bañadas completamente en la glasa, aunque personalmente me resultan demasiado dulces.

(*) Puedes sustituir el zumo por la misma cantidad de vinagre

Elaboración de las rosquillas de anís al horno glaseadas con Thermomix

01: Preparamos la masa de las rosquillas de anís

Echamos en el vaso de la Thermomix el aceite y la ralladura de limón. Calentamos el aceite programando 1 min/Varoma/vel cuchara.

Añadimos al vaso el anís, el azúcar y los huevos. Programamos 4 seg/vel 4.

Agregamos la levadura, la harina y la sal. Amasamos programando 1 min/espiga.

Espolvoreamos harina sobre la encimera y volcamos la masa encima, que es algo pegajosa. Amasamos ligeramente y añadimos algo más de harina si es necesario. Dejamos reposar la masa tapada con un paño durante unos 20 minutos.

Precalentamos el horno a 200ºC.

02: Damos forma a las rosquillas y las horneamos

Pasado el tiempo de reposo cortamos porciones de masa de unos 30 g y con las manos bien aceitadas les damos forma de bolitas. Para hacer la forma de las rosquillas introducimos el dedo en el centro de la bolita y lo giramos para ir agrandando el agujero. También podemos formar las rosquillas haciendo tiras de masa y uniéndolas por los extremos. Elige la opción que más te guste.

Colocamos las rosquillas en una bandeja de horno forrada con papel de hornear o con una tela Silpat. Las debemos de poner separadas porque crecerán en el horno y no queremos que se peguen unas a otras. Por tanto, deberemos de hornear las rosquillas en varias tandas.

Bajamos la temperatura del horno a 180ºC e introducimos la primera bandeja de rosquillas. Horneamos durante unos 18 ó 20 minutos. Vamos dejando enfriar las rosquillas sobre una rejilla.

03: Elaboramos el glaseado

Para elaborar el glaseado con el que bañaremos las rosquillas vamos a comenzar pulverizando el azúcar blanquilla para convertirlo en azúcar glas. Para ello programamos 15 – 20 seg/vel 10. Puedes aprovechar y pulverizar más cantidad de azúcar, en tandas de 100 a 200 g, y así tenerlo listo para posteriores preparaciones, ya que se conserva perfectamente durante bastante tiempo si lo guardamos en un recipiente hermético.

Separamos la clara de la yema del huevo. La manera más limpia y fácil que conozco es utilizando una botella pequeña de plástico (que tengo reservada para estos casos). Vertemos el huevo entero en un bol o plato, acercamos la boca de la botella a la yema y presionamos ligeramente la botella, cuando dejamos de presionar la yema es “absorbida” por la botella. Depositamos la yema en un bote o tupper inclinando la botella y apretando de nuevo suavemente. Reservamos la yema para posteriores preparaciones, yo por ejemplo la voy a utilizar para “pintar” unas empanadillas que haré esta noche al horno.

Para preparar el glaseado, colocamos la mariposa en las cuchillas y añadimos la clara de huevo, la sal y el zumo de limón (o el vinagre). Programamos 2 min/vel 3,5.

Añadimos el anís y sin poner el cubilete programamos 2 min/vel 3,5, mientras vamos añadiendo el azúcar glas por el bocal. Bajamos los restos de las paredes del vaso y volvemos a programar 1 min/vel 3,5.

Ya tenemos lista la glasa de anís.

04: Glaseamos las rosquillas y las dejamos secar en el horno

Vertemos la glasa en un bol y vamos depositando cada rosquilla boca abajo. Dejamos que se impregne bien toda la superficie y damos un giro rápido de muñeca para ponerla boca arriba. También podemos glasear las rosquillas bañando toda la parte superior con ayuda de una cuchara.

Vamos depositando cada rosquilla en la rejilla del horno. Las vamos a dejar secar sobre la rejilla, metidas en el horno aún caliente pero apagado y con la puerta abierta, hasta que la glasa endurezca y forme una costra consistente.

Una vez frías las podemos conservar en botes o latas herméticas.

05: Servimos las rosquillas de anís al horno glaseadas

Y ya tenemos listas unas riquísimas rosquillas de anís al horno glaseadas que harán las delicias de cualquiera. Con ese intenso aroma a anís, son un bocado dulce perfecto para acompañar el café o la infusión de la tarde.

Resultado

A mí me parece que tal y como las hemos hecho están riquísimas, pero si somos muy golosos podemos hacer un doble baño a cada rosquilla para que quede una capa de glasa más gruesa, o como me piden en casa, bañarlas completamente, para lo que deberás hacer doble cantidad de glasa.

Y si quieres dar un toque colorido y divertido a tu mesa, prueba a dividir la glasa en varios recipientes y a teñirla de diferentes colores, quedarán muy vistosas.