Siempre que tengo invitados en casa, intento sorprenderles, culinariamente hablando. Pues bien, lo volví a conseguir gracias a los cake pops que hice para la fiesta de cumpleaños de mi hijo. Quería que fuera algo distinto, pero que gustara tanto a grandes como pequeños. Y trasteando por la Red descubrí estos deliciosos “chupachups” de bizcocho y chocolate, que también los puedes hacer como aperitivo, sin te decantas por el salado en vez del dulce. Aunque parezcan complicados, os animo a hacerlos porque son una pequeña delicia y te quedarás con todos tus inivitados.

Preparación de cake pops

Comenzamos mezclando la leche con la cucharadita de zumo de limón, y lo dejamos reposar durante 10 minutos. En un bol ponemos los huevos, el aceite y el azúcar, y lo batimos hasta que todo quede bien integrado. A continuación, incorporamos la mitada de la harina, que o bien tendremos tamizada, o tamizaremos en el momento, y continuamos batiendo. Posteriormente, y después de transcurridos los 10 minutos, vertemos la mezcla de leche con limón, y el resto de la harina tamizada. Y por último, incorporamos el aroma, yo suelo poner una cucharadita, pero se puede poner más, si queremos potenciar ese sabor.

Cuando tengamos lista la masa, echamos la mitad en otro bol, y ponemos media cucharadita de colorante, en cada mitad de un color, y mezclamos bien. Con la ayuda de un pincel, untamos cada compartimento del molde con mantequilla, para luego poder desmoldarlo con facilidad y sin que se pegue. Inmediatamente después vertemos una parte de la masa de un color, y lo cubrimos con el otro color, sin sobrepasar el borde. Tapamos con la otra mitad del molde, y horneamos, en el horno previamente precalentado, a 170º durante unos 16 minutos.

Una vez listos, sacamos el molde del horno, dejamos que se enfríe sobre uan rejilla, y cuando ya esté a temperatura ambiente lo abrimos y sacamos los cake pops, uno a uno. Mientras se enfrían un poco más, fundimos al baño maría, o bien en el microondas, el chocolate blanco y cuando esté en su punto agregamos el colorante para chocolate. A continuación, mojamos en el chocolate la punta del palo de chupachups, y lo introducimos hasta la mitad de cada bola de bizcocho. Para que se enfríe, metemos todos los cake pops en el congelador durante unos 30 minutos, así nos aseguraremos que no se va a mover. Cuando los saquemos procederemos a bañar en chocolate coloreado cada bolita, escurriendo el exceso, antes de clavarlas en el molde o en un taco de poliespan. Por último, y antes de que se sequen del todo, echaremos por encima virutas de colores, para que sea más divertido.

Resultado

La verdad es que esta receta de cake pops me sorprendió porque pensé que era mucho más complicada. Pero nada más allá de la realidad. Es muy sencilla, si lo comparamos con el resultado que conseguimos. Y cuando los probé, y saboreé esa mezcla de chocolate y esponjoso bizcocho, supe que los cake pops se habían convertido en uno de mis platos habituales. Además de para deleitar a tus invitados, los puedes tomar como merienda, para desayunar, etc .

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