La pasta choux me encanta, ya sea en profiteroles, lionesas o eclairs. Es una manera fácil y rápida de hacer un postre que le guste a todos o si tenemos una visita inesperada. Lo que se necesita para esta pasta seguro que lo tienes en la cocina y para rellenarlo simplemente con nata están deliciosos.

La pasta choux nos da mucho juego a la hora de cocinar, teniendo en cuenta que sirva tanto para recetas saladas como dulces, frita o al horno. De esta pasta obtenemos tres tipos diferentes de postres dependiendo del tamaño y manera de rellenarla. Una vez preparada la mezcla obtenemos:

  • Profiteroles: hacemos pequeñas bolitas con la pasta de unos 2 cm (del tamaño de una moneda de 2 € aproximadamente). Y su forma de relleno es con una boquilla especial para relleno. Y pueden ir bañados en una salsa dulce.
  • Lionesas o Duquesas: son bolitas redondas de unos 5 cm aprox. Se suele dar un corte en horizontal para rellenarlas.
  • Eclairs o relámpagos: su forma es alargada (por eso se les conoce con el nombre de relámpago). La forma de relleno puede ser cortada horizontalmente o rellenados con boquilla. Suelen ir cubiertos de una capa de chocolate, fondant, etc.

A la hora del acabado podemos optar por el horneado o por la fritura. Y sin más rodeos empezamos con le receta de pasta choux.

Preparación de pasta Choux

  1. Comenzamos poniendo al fuego un cazo con el agua, la leche, un pellizco de sal y la mantequilla. Mientras esperamos a que coja temperatura tamizamos la harina. Una vez ha comenzado a hervir echamos de golpe la harina y sin retirar del fuego removemos. Debemos hacer este paso con cuidado y sin dejar de remover hasta que la mezcla se despegue de las paredes del cazo. Yo suelo bajar a temperatura media y cuando se despega sigo removiendo un poco más para asegurarme de que la harina no quede cruda. Si se os pega un poco la masa a la base del cazo no la despeguéis porque sino vuestra pasta choux tendrá un saborcillo a quemado cuando la comáis. Parece difícil pero os aseguro que no hay que tenerle ningún miedo porque seguro que os sale a la primera.
  2. Una vez hemos llegado al punto de que ya no se pega retiramos el cazo del fuego y pasamos nuestra mezcla a otro recipiente y esperamos unos minutos a que se atempere un poco. Este paso es importante porque es el momento de añadir los huevos y si la masa está muy caliente se van a empezar a cuajar en seguida.
  3. Una vez templada la pasta añadimos el primer huevo y removemos enérgicamente con una cuchara de madera (no usamos batidor porque no queremos introducir aire en la masa). Una vez absorbido el primer huevo añadimos el segundo y volvemos a mezclar. Para el último huevo lo batimos un poco en un recipiente a parte y lo vamos añadiendo poco a poco, añadimos un tercio del huevo y removemos. Para comprobar que la masa está en su punto de elasticidad cogemos un poco de la masa con la cuchara de palo y volcamos un poco. La masa si está en su punto exacto tiene que hacer pico y mantenerse (como cuando comprobamos que la nata está bien montada). Si hacéis la prueba y vemos que está aun muy espesa añadís otro tercio del huevo batido y volvéis ha comprobar que hace pico así hasta que lo consigáis. En mi caso por ejemplo esta última vez que los he hecho han sido los tres huevos completos.
  4. Pasamos la mezcla a una manga con boquilla de estrella o lisa y sobre un papel vegetal o silpat y con la manga en posición recta repartimos la masa en pequeñas porciones redondas de unos 2 cm y con una separación entre ellos porque al hornear nuestros profiteroles van a crecer y si no dejamos distancia entre ellos se pegarán. Los llevamos al horno que deberá estar precalentado a 220 ºC y los tendremos horneando de 8 – 10.
  5. Una vez transcurrido el tiempo de horneado los dejamos enfriar sobre una rejilla. Ya fríos los rellenamos de lo que más nos guste. Y a disfrutar!!!

Resultado

Los profiteroles es un postre que a los más peques y grandes de la casa les van a gustar. Tengan un relleno u otro están increíblemente deliciosos. El único problema que tienen es que al ser tan pequeños no podrás parar de comer. Yo en este caso los rellene de trufa de chocolate y no le puse más porque simplemente así estaban deliciosos.

Tiempo: 30 minutos

Dificultad: 1/5

Digestión: 2/5

Precio: 2 €

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