Parece una tontería, ¿verdad? Si lo pensamos dos veces caeremos en el error de creer que hacer un sándwich de queso es una receta fácil, demasiado fácil, como para prestarle la atención que merece. Pero en realidad detrás de cualquier sándwich hay toda una liturgia de entendimiento del producto y también del tratamiento. En cualquier sándwich o emparedado influye la mano del que lo prepara pero también, y sobre todo, la calidad de los ingredientes que introduce en la montaña. 

El sándwich de hoy nos traslada directamente a Estados Unidos, donde el grilled cheese sandwich es toda una institución. En España bien podríamos creer que un sándwich sólo de queso no tiene ninguna gracia, ¿a que sí? Se lo podéis preguntar a los italianos con la pizza cuatro quesos. ¡Las posibilidades con nuestra cultura del queso son infinitas!

Sí que es cierto que las recetas con queso son particulares y únicas, no es un ingrediente que se introduzca con facilidad en ninguna lista de ingredientes pero hay con algunos que funciona a la perfección y el pan es su mejor amigo de calle, igual que la pasta, las verduras o las patatas. Si os gusta el queso, no debéis perderos los buñuelos de queso gorgonzola y calabacín, pero tampoco tendréis que dejar de visitar algunos de los restaurantes de España con mejores tablas de queso, una oda a este mundo tan maravilloso que resulta perfecta para terminar cualquier comida.

En versión dulce, salid de la típica tarta de queso fluida para probar la versión esponjosa que hacen los japoneses y si lo que os gusta es el pan, probad a hacer uno incluyendo el queso dentro del pan o hacer unas galletas saladas tipo crackers de queso que son todo un vicio incontrolable. 

Brie, havarti, camembert, Gouda, Edam... cualquier queso que funda bien será perfecto para ser introducido en este sándwich o en cualquier otro, las posibilidades son infinitas. Por supuesto, también valen para el sándwich mixto perfecto, o para un Montecristo, o para una versión del Fundy O'Clock del Vips, o también para uno de tomate y queso.

Si tenéis pulled pork por casa, con un poco de queso, otro sándwich perfecto. Para este sándwich, además, vamos a emplear una mantequilla condimentada con hierbas que servirá para muchas otras cosas y permite cualquier tipo de añadido y también un poco de mostaza. El pan, estilo brioche, será clave también para el resultado óptimo. Aquí, todo cuenta. 

Cómo hacer el sándwich de queso perfecto

Ingredientes

  • Pan estilo brioche para sandwich, 4 rebanadas
  • Mantequilla a punto pomada, 70 g
  • Cebollino picado, 3 cucharadas
  • Ajo en polvo, romero, tomillo... al gusto (opcional)
  • Queso Brie, 100 g
  • Queso havarti, 80 g
  • Mostaza de Dijon, 2 cucharaditas

Paso 1

Picar el cebollino lo más finamente posible y atemperar la mantequilla hasta que esté en punto pomada, cuanto más manejable esté, mejor. Es importante no calentarla en el microondas ni en un cazo porque no queremos que se derrita, sólo que esté manejable. Podemos utilizar cebollino, pero también eneldo, cilantro, romero, tomillo, ajo... lo que cada uno quiera, lo que a cada uno le apetezca. Picado muy finito.

Paso 2

Mezclar las hierbas picadas con la mantequilla y mezclar muy bien con la ayuda de unas varillas o de un tenedor. Otra opción es ponerlo todo junto en una picadora de alimentos. Añadir una pizca de sal y reservar. 

Paso 3

Cortar el queso brie y también el Havarti en lonchas finas para que funda mejor, de manera más fácil.  

Paso 4

Untar una capa interior del pan con la mostaza y otra con la mantequilla de hierbas. Disponer el queso en su interior, bien colocado, y cerrar. Untar la parte superior con más mantequilla de hierbas. 

Paso 5

Derretir un poco de esa mantequilla en una sartén caliente a fuego medio y cuando esté bien derretida disponer el sándwich por el lado untado. Tapar y dejar cocinar un par de minutos controlando que se dore por debajo pero que no se queme y que el queso se funda. 

Paso 6

Dar la vuelta al sándwich con la ayuda de una espátula. Antes de posarlo otra vez sobre la sartén volver a derretir en ésta un poco más de la mantequilla. Hacer el mismo proceso que antes.