Para hacer esta galette, una receta típica francesa que en España la reconocemos quizá mejor si la llamamos tarta salada, vais a necesitar un poco de paciencia y cuidado porque la masa necesita de un poco de dedicación y también de un rodillo.

Las tartas saladas como las quiches o los pasteles salados son realmente agradecidas porque nos permiten poner cualquier ingrediente de temporada que tengamos por encima, las podemos comer frías o calientes y su diferenciación clave muchas veces es precisamente la masa que va debajo.

Practicamos eso de "lo importante está en la masa" de esa cadena de pizzerías que poco se acerca a las deliciosas de Grosso Napoletano, de Hot Now o de la Pizzeria Napoli Napoli, y es que la suerte de masa quebrada que hacemos de base es absolutamente maravillosa con el punto característico de la harina de espelta; cuidado al agregar el agua, mejor ir poco a poco porque cada harina tiene una capacidad de absorción distinta.

Además, ya sabéis que los restos de masa son siempre reutilizables, la cocina de aprovechamiento es siempre clave. Lo bueno de esta masa es que además podemos congelarla sin problema antes de hornearla para ser utilizada cuando queramos. 

En Francia se estila mucho esta preparación que puede ser tanto dulce como salada. En España podríamos hacerla de una infinidad de rellenos y, en este caso, vamos a utilizar los tomates de nuestros huertos, el queso fresco de oveja que le da un punto ideal y también nuestros boquerones en vinagre; los reyes de cualquier aperitivo.

Pero también podríais terminarla por encima con mojama, sardina o bacalao ahumados, cecina, o el mejor jamón del mundo. Las posibilidades son infinitas, pero esos productos siempre os recomiendo que los pongáis tras el horneado para que respeten su sabor original y no se resequen. 

Cómo hacer una tarta de tomate y boquerones

Ingredientes

Para la base de la galette

  • Harina de espelta, 210 g
  • Mantequilla fría en cubos, 140 g
  • Agua muy fría, 6 cucharadas
  • Sal, 6 g

Para el relleno

  • Tomate maduro para ensalada, 1 ud
  • Tomate cherry kumato, 8 ud
  • Boquerones en vinagre, 6 ud
  • Aceite de oliva virgen extra, 1 cucharada
  • Queso fresco de oveja, 80 g
  • Tomillo seco, 1/2 cucharadita

Paso 1

Mezclar la harina de espelta (también la podéis encontrar como harina de escanda) con la sal y triturar en un robot de cocina con los cubos de mantequilla fría. Se puede también hacer con las manos, desmigando bien la mantequilla. Tendremos que conseguir una especie de arena. 

Paso 2

En ese punto añadir el agua y mezclar bien hasta conseguir una masa que se pegue ligeramente a las manos pero que sea manejable. Utilizar un papel film y aplastar la bola de masa ligeramente para hacer una especie de disco. Envolver bien con el papel film y llevar a la nevera durante mínimo una hora. Tiene que estar bien fría antes de seguir trabajándola. 

Paso 3

Aplastar el queso de oveja fresco con la ayuda de un tenedor para desmigarlo y mezclar con un poco de sal y también con el tomillo seco. Reservar. 

Paso 4

Cortar el tomate en rodajas quitando el pedúnculo del centro y las zonas más duras. Cortar los tomates cherry a la mitad. Precalentar el horno a 190 ºC.

Paso 5

Poner un poco de harina sobre un papel de horno y extender con la ayuda de un rodillo la masa bien fría. Lo recomendable es no quitar el plástico por encima pues nos ayudará a estirarlo todo bien. Se puede poner también un poco de harina entre el plástico y la masa. Estirar bien hasta conseguir una circunferencia más o menos regular y de unos 4 milímetros de grosor. Recortar con un cuchillo para que quede forma circular más perfecta. 

Paso 6

Disponer en el centro extendido, dejando 3 centímetros de borde, todo el queso con tomillo. Encima disponer las rodajas de tomate y también los tomates cherry. Doblar los bordes hacia el centro, habrá que ir montando un borde con el anterior, sellando bien. Regar ligeramente la zona de los tomates con aceite de oliva virgen extra y también un poco de sal. 

Paso 7

Hornear la galette sobre el mismo papel de cocina durante aproximadamente 30 minutos o hasta ver que la masa esté bien doradita. Si queréis que brille podéis pincelar la masa con un poco de huevo batido. 

Paso 8

Una vez fuera del horno, dejar enfriar ligeramente y disponer por encima los boquerones en vinagre.