En vísperas del martes de Carnaval, en España rara es la casa gallega en la que no hay algún trozo de lacón o incluso un lacón entero a remojo desalándose a la espera de convertirse en el protagonista indiscutible de la receta más famosa del Carnaval gallego, el lacón con grelos, un plato contundente de elaboración sencilla con el que se pone fin a las fiestas de la carne para dar paso a la cuaresma.

Y es que, aunque mucho menos conocidos que carnavales como los de Tenerife o Cádiz, en Galicia también hay localidades con gran tradición carnavalera como Xinzo, Verín e incluso A Coruña con su tradicional baile de "choqueiros" en el que gran parte de los coruñeses se reúnen en la calle de la Torre disfrazados, muchos de ellos con disfraz improvisado -esos son los choqueiros- para terminar la fiesta en la plaza de España. ¡Qué extraño va a ser ver mañana esas calles sin apenas gente!

Pero aparte de la fiesta callejera, el Carnaval gallego es toda una fiesta gastronómica, especialmente en los pueblos son habituales las mesas repletas de comida con platos como esta empanada de pulpo, el siempre apreciado pulpo á feira, o el mítico caldo gallego. Y en el capítulo de postres nos encontramos algunos de los dulces más típicos de la cocina gallega, las filloas -que pueden ser dulces o saladas pero siempre se toman de postre-, las orejas y las flores, todas ellas típicas de Carnaval que se acompañan de otros que nunca faltan en cualquier fiesta gallega como pueden ser la larpeira o el bizcochón.

El lacón con grelos no solo es un plato muy popular de la gastronomía gallega, sino que además sus sobras se aprovechan genial, tanto para preparar croquetas de lacón, empanadas o mismo pizzas de lacón con grelos. El caldo que reservamos también es genial para preparar sopas como este ramen de lacón con grelos o utilizarlo como base para cocinar arroces o guisos.

Si quieres que la receta resulte más ligera, cuece el lacón el día anterior, retira las partes grasas y deja enfriar el caldo, retira la capa de grasa que se formará en la superficie y usa este caldo desgrasado para cocer las patatas y los grelos. Además, puedes pinchar los chorizos por varios sitios antes de cocerlos para que suelten gran parte de la grasa.

Cómo hacer lacón con grelos

Ingredientes

  • Lacón, 1 kg (o un poco más si es una parte con mucho hueso)
  • Chorizos para cocer, 4
  • Grelos, 1 manojo
  • Patatas, 4 medianas tirando a grandes

Paso 1

El primer paso siempre es desalar el lacón. Los lacones normalmente se compran salados, aunque cada vez es más frecuente encontrarlos "en el punto de sal", que supuestamente estarían listos para cocinar pero, para mi gusto, también tienen excesiva sal por lo que es conveniente darles un remojo. Si el lacón es de estos últimos, con una noche será suficiente, si no tendremos que tenerlo un par de días en remojo cambiando el agua cada doce horas.

Una vez desalado el lacón, lo ponemos en una olla grande y la llenamos de agua hasta que esté completamente cubierto. Ponemos la olla a fuego alto hasta que rompa a hervir, en ese momento bajamos el fuego y dejamos cocer con la olla cerrada y a fuego lento durante 3 horas hasta que veamos que la carne está tierna y se despega bien de los huesos.

Paso 2

Una vez que hayamos cocido el lacón, lo sacamos de la olla y lo reservamos. Sacamos también una parte del caldo - como medio litro- y lo reservamos para preparar cocer los chorizos. Del caldo que quede en la olla, retiramos la mitad y los guardamos para alguna sopa o guiso, el resto lo usaremos para cocer las patatas peladas y enteras o cortadas en mitades si son muy grandes.

Ponemos a hervir este caldo que hemos dejado en la olla y cuando esté hirviendo añadimos las patatas y los grelos lavados y troceados. Cocemos durante unos 30 minutos hasta que ambos estén tiernos.

Paso 3

Los chorizos se pueden cocer junto con las patatas y los grelos, pero a mí me gusta cocerlos en un cazo aparte en el caldo que hemos reservado para ese fin.

Una vez cocidos los grelos hay que secarlos cosa que podemos hacer de dos maneras, escurriéndolos muy bien -aunque se pueden deshacer más de la cuenta- o calentándolos en la sartén durante un par de minutos para que se evapore el exceso de humedad. Los caldos sobrantes de todas las cocciones también puedes guardarlos para otras recetas.

Paso 4

Servimos todo junto en una fuente para que cada comensal se vaya sirviendo a su gusto. En la mesa se pone también una aceitera con aceite de oliva virgen extra y un par de pimenteros con pimentón dulce y picante, para que cada uno le de el toque que prefiera.