Si hay un dulce de sartén que sea realmente vistoso, a mí no me cabe duda de que son las flores de Carnaval. Y lo bueno es que, además de ser muy llamativas, son más fáciles de hacer de lo que imaginas. El truco es usar lo que se conoce como molde de florón o molde de rosetón.

Ingredientes

  • Leche entera, 125 ml
  • Agua, 125 ml
  • Huevo, 1
  • Harina de trigo, 200 g
  • Anís, 1 cucharada (o esencia de vainilla)
  • Sal, 2 g
  • Aceite de girasol para freír
  • Azúcar para rebozar

Paso 1

Batimos el huevo con el agua, la leche, el anís y la sal.

Paso 2

Vamos incorporando poco a poco la harina sin dejar de batir y con cuidado de que no se formen grumos hasta que tengamos una mezcla homogénea de textura parecida a unas natillas. Tapamos y dejamos reposar durante media hora.

Paso 3

En un cazo o en una sartén honda ponemos a calentar aceite de girasol y metemos el molde dentro. Es importante que el molde esté muy caliente para que la masa se adhiera correctamente.

Paso 4

Cuando el molde esté muy caliente, lo sacamos de la sartén, lo introducimos en la masa dejando fuera como medio centímetro, y lo metemos de nuevo en el aceite sujetándolo con la mano para que no se apoye en el fondo. En unos segundos, la flor se desprenderá del molde y, cuando esté dorada, la sacaremos del aceite, la dejaremos sobre una rejilla para que enfríe un poco y la rebozaremos en azúcar

Paso 5

Repetimos el proceso hasta terminar la masa.

Paso 6

Se pueden comer en cuanto dejan de quemar, pero se conservan crujientes un par de días si se guardan en una lata bien cerrada.

Notas

Para saber si el aceite está a la temperatura correcta simplemente tenemos que echar unas gotas de masa y si vemos que se dora enseguida es que ya está a punto, en cambio, si tarda es que aún no está lo suficientemente caliente.