Preparación: 5 min  Cocción: 6h 20min  Dificultad: muy fácil Raciones: 2  Coste: barato

Ayer mismo os contaba cómo preparar un cochinillo al horno perfecto, y os insistí mucho en la importancia de que el cochinillo tiene que ser chiquitín. En cambio, hoy os traigo una receta que es más adecuada para que los  cochinillos algo más grandes queden igualmente deliciosos, por ejemplo, es perfecta para cocinar las paletillas de cochinillo que venden congeladas en Mercadona, que pesan más o menos un kilo y con las que hay que echarle un poquito de imaginación para que el resultado sea perfecto.

Yo, la solución que he encontrado ha sido hacer esta paletilla de cochinillo al horno en cocotte, cocinándola más tiempo y a menos temperatura y el resultado ha sido muchísimo mejor que al asarlo de la manera tradicional.

Cómo hacer una paletilla de cochinillo al horno en cocotte

1: Preparar la paletilla de cochinillo para asar

En esta ocasión, como era una paletilla de cochinillo congelada del Mercadona que no son lo más de lo más, para que tuviera un poco más de sabor, después de descongelarla durante todo un día en la nevera, la dejé toda la noche sumergida en una salmuera de 80 g de sal por cada litro de agua.

Si se tratase de un cochinillo de mejor calidad y de tamaño más pequeño, bastaría con salarlo con sal gorda por dentro y por fuera tal como vimos en la receta de cochinillo asado.

2: Colocar los ingredientes en la cocotte

Encendemos el horno a 140ºC para que se vaya precalentando mientras preparamos la cocotte en la que vamos a cocinar nuestra paletilla de cochinillo.

En el fondo de la cocotte ponemos las cebollas, las ramas de apio y las zanahorias cortadas en mitades, los dientes de ajos ligeramente aplastados y un puñado de hojas de laurel.

Colocamos una rejilla para que la carne no esté en contacto con el fondo y echamos la cerveza -o el caldo de carne-. Colocamos la paletilla sobre la rejilla, salamos ligeramente las verduras y cerramos la cocotte.

Llevamos al horno con la cocotte tapada durante 6 horas a 140ºC.

3: Paso final: Conseguir una piel crujiente

Pasadas las seis horas, sacamos la cocotte del horno, subimos la temperatura a 180ºC y encendemos el grill. Destapamos la olla y, si vemos que casi no queda líquido en el fondo, añadimos 1 vaso de agua o caldo caliente. Importante que esté caliente para que el choque térmico no nos estropee la olla.

Introducimos de nuevo en el horno, pero ahora sin tapar, durante unos 20 minutos. Es aconsejable vigilar de vez en cuando para que no se nos queme.

4: Servir

Cuando veamos que la piel está dorada y crujiente sacamos la cocotte del horno y servimos. Podemos acompañar de patatas fritas o lo que más nos guste.

Con esta receta lo que obtenemos es una carne tierna que se deshace y se separa sola de los huesos, una grasa completamente gelificada y una piel crujiente que se separa sola de la carne. Sin palabras. A la vista de cómo queda, serán pocos los que adivinen que se trataba de un cochinillo congelado.

Resultado

La mejor receta para cuando no nos hayamos podido hacer con un cochinillo segoviano perfecto y hayamos tenido que tirar de foráneos congelados. Pruébala, que no te arrepentirás.