Una de mis opciones favoritas cuando se trata de ir a un restaurante chino es el pollo con piña, aunque si os digo la verdad, prefiero hacerlo en casa, que me gusta más con piña natural en vez de piña de bote y así puedo ponerle más cosas como pimientos o ajos tiernos, que me gusta el toque que dan. Ya sabéis que para mí cualquier excusa es buena para meter cuantas más hortalizas, mejor.

Ingredientes

  • Pechuga de pollo, 1
  • Sal
  • Pimienta
  • Huevo, 1
  • Salsa teriyaki o de ostras, 3 cucharadas
  • Maizena, 3 cucharadas soperas
  • Agua, 3 cucharadas
  • Aceite para freír
  • Ajos tiernos, 3
  • Pimiento rojo, 1 pequeño
  • Pimiento verde, 1 pequeño
  • Cebolla, 1 mediana
  • Piña, 3 rodajas
  • Maizena, 1 cucharada
  • Salsa de ostras o teriyaki, 2 cucharadas
  • Agua o zumo de piña, 200 ml
  • Aceite de sésamo o de girasol, 2 cucharadas
  • Sal
  • Para rebozar el pollo:
  • Para preparar el pollo con piña:

El pollo con piña, que podéis preparar siguiendo la receta tal cual, o usando solo cebolla y piña para que sea más parecido al de los chinos, es una receta muy fácil y que podemos tener lista en poco más de media hora, lo que la hace perfecta para cualquier ocasión.

Preparación del Pollo con piña

Empezamos preparando el rebozado del pollo, para ello disolvemos la maizena en el agua, añadimos la salsa y el huevo y batimos muy bien. Troceamos la pechuga de pollo en dados, los salpimentamos, los sumergimos en la mezcla y dejamos reposar en la nevera hasta el momento de freírlo.

A continuación pelamos la cebolla y la piña, las troceamos en dados, troceamos los ajos tiernos y los pimientos lavados y secos en tiras a lo largo.

Reservamos las verduras y freímos los trozos de pechuga de pollo en abundante aceite de girasol -yo para no gastar demasiado aceite, lo que hago es usar un cazo pequeño y freír en varias tandas-. Cuando los trozos estén bien dorados, retiramos y los reservamos sobre un colador grande para que escurran bien todo el exceso de aceite.

Por otro lado, en una sartén o cacerola baja, o incluso en un wok, ponemos a calentar 2 cucharadas de aceite y salteamos las verduras, primero los ajos tiernos, la cebolla y los pimientos. Salamos ligeramente y salteamos a fuego vivo durante unos minutos sin dejar de remover, añadimos la piña y la salsa, mezclamos todo y bajamos el fuego.

Disolvemos la cucharada de maizena en el agua o el zumo de piña, lo añadimos a la cacerola, mezclamos todo bien, esperamos a que rompa a hervir y añadimos el pollo que teníamos reservado. Mezclamos bien y lo dejamos cocinar durante unos 5 minutos a fuego bajo.

Probamos y rectificamos de sal si fuese necesario.

Servimos inmediatamente solo o acompañado de fideos o arroz blanco. El corte del pollo y las verduras es perfecto para comer con palillos, aunque si os da pereza, con tenedor también está bien.

Resultado

Este pollo con piña, a pesar de la cantidad de vegetales que lleva, tampoco os vayáis a pensar que es una receta de dieta, aunque podría hacerse una versión más ligera sin rebozar el pollo, simplemente salteando la pechuga de pollo en dados salpimentados en una sartén con un poco de aceite y añadiéndola al resto de ingredientes. Con este cambio, tendremos una receta más saludable y también muy rica.