Sigo haciendo recetas sencillísimas para acabar con todo lo que hay por el congelador, sin complicarme demasiado la vida con muchos ingredientes y sin tener que trabajar demasiado, para eso las recetas de horno son perfectas, porque es dejar las cosas en el horno para que se vayan haciendo.

Ingredientes

  • Alitas de pollo, 10
  • Sal
  • Vino blanco, 300 ml
  • Bourbon o brandy, 60 ml
  • Aceite de oliva virgen extra, 2 cucharadas
  • Mostaza, 1 cucharada sopera
  • Salsa barbacoa, 2 cucharadas soperas
  • Tabasco, 1 cucharada sopera (*)
  • Para marinar las alitas de pollo en salsa picante:
  • (*) Yo he usado una salsa picante estilo tabasco hecha con chile habanero que pica muchísimo, pero el tema del picante es mejor que lo dosifique cada uno según sus gustos.

Y aunque pensé en hacerlas fritas, al final decidí preparar estas alitas de pollo en salsa picante para evitar tener que limpiar la cocina después de las frituras, lo que os digo, estos días se trata de trabajar lo mínimo y dedicar tiempo a organizar la mudanza. Y así preparadas la verdad es que quedaron de toma pan y moja.

Preparación de las alitas de pollo en salsa picante

Es tan sencillo como marinar las alitas de pollo y luego usar la marinada para hacer la salsa, así que hasta el cocinillas más novato conseguirá el éxito con esta receta.

Troceamos las alitas de pollo retirando las puntas, que se pueden guardar para hacer algún caldo. Mezclamos bien todos los ingredientes de la marinada.

Introducimos las alitas de pollo en la mezcla y las dejamos reposar como mínimo una hora y como máximo 4 (yo las dejé 2). Pasado este tiempo precalentamos el horno a 200ºC, colocamos las alitas en una fuente para horno, les ponemos sal al gusto, las regamos con 100 ml de la marinada (como medio vaso), tapamos la fuente con papel de aluminio y horneamos durante 30 minutos.

Mientras tanto ponemos el resto de la marinada en un cazo a fuego medio (5/12) para que hierva, añadimos una pizca de sal y la dejamos hervir al chup chup para que se evapore el alcohol y se reduzca formando una salsa algo más espesa.

Pasada la media hora, sacamos las alitas del horno, retiramos el papel de aluminio, echamos la salsa por encima y llevamos de nuevo al horno esta vez sin tapar durante otros 30 minutos, subiendo la temperatura a 250ºC durante los 10 últimos minutos para que se doren.

Y ya solo queda servir y disfrutar.

Resultado

Estas alitas de pollo en salsa picante son una receta barata y fácil con la que podremos sorprender incluso en una comida especial. Se pueden servir con arroz blanco que estará riquísimo con la salsa, con patatas fritas o cocidas, con unas verduras a la plancha o con una buena ensalada.

Si sobran, se pueden guardar en la nevera con parte de la salsa y calentarlas al día siguiente en un cazo a fuego lento. Estarán igual de ricas o más que recién hechas.