Buenas, amigos de Cocinillas. Siempre estamos haciendo que comáis bien, sano y rápido (a poder ser), pero también de vez en cuando os recomendaremos una receta para que bebáis bien, sano y rápido (con y sin alcohol). En este caso, he querido haceros una bebida muy curiosa: un batido de pistachos. Sí, de pistachos, como lo oís.

Es muy muy sencillo de hacer y no necesitáis más que un rato tonto de nada para hacerlo, y el resultado es magnífico y sorprendente, sobre todo si eres un amante de este fruto seco, como nuestro compañero Dani. Allá voy:

Preparación

Primero de todo tenemos que tener una especie de mantequilla de pistachos para que nos sirva de base. Bien podéis seguir la receta de Virginia de las mantequillas de sabores, o bien podéis hacer la versión express que he hecho yo.  Tenéis una taza llena de pistachos pelados (y que os recomiendo cortar para su mejor mezcla), y lo ponéis junto con la margarina en el vaso de la batidora. Yo lo he hecho con una minipimer pero con una batidora grande se puede hacer perfectamente. Se bate hasta que sea una pasta lo más homogénea posible.

Después añadimos el resto de los ingredientes al vaso (helado y leche), y volvemos a batir, subiendo y bajando para asegurarnos de que los pistachos se mezclen bien con el resto de los ingredientes. Hemos reservado la cucharilla de pistachos cortados.

Pues ahora sólo hay que servir en un vaso, echar por encima los pistachos picados (no sólo es decoración), y listo para beber.

Degustación

El sabor a pistacho es inconfundible y se lleva muy bien con la vainilla, pero lo importante es que ninguno de los dos mata al otro, se combinan muy bien en la boca. Al final, los trozos de pistacho sobrante se quedan al fondo, lo cual nos da un agradable regusto a pistacho más intenso que el resto del batido. Muy rico, muy fácil, muy rápido.

Tiempo: 5 minutos

Dificultad: 1/5

Digestión: 1/5

Precio: 1€

 

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