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Actualidad gastronómica

Rosa y Luisma, pareja joven de apicultores, sobre las ayudas al campo: "Empezar de cero en la ganadería es imposible ahora"

Estos dos asturianos muestran en redes el día a día de la vida rural y los desafíos de trabajar en el sector primario, como la dificultad de acceder a subvenciones públicas.

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La vida en el campo está idealizada. Desde la pandemia cada vez son más quienes defienden la huida rural como una excelente alternativa al estrés y la deshumanización de las grandes urbes. Pero, ¿realmente es todo tan bucólico como se cree desde fuera?

Películas recientes como Alcarràs, Els encantats o la sublime As Bestas derriban ese nuevo tópico y muestran la faceta más cruda de quienes viven o trabajan en pequeños municipios alejados de las ciudades, una realidad que también exhiben en redes los llamados agroinfluencers.

Rosa Sada (29 años) y Luis Manuel Victorero (27 años) son un ejemplo de ello. La pareja vive en Pandenes, una parroquia situada en el concejo asturiano de Cabranes. Iniciaron hace cinco años su actividad profesional en la apicultura, gestionando colmenas y produciendo miel, y hace un año expandieron sus labores al ámbito ganadero, especialmente con ganado vacuno.​​

Los dos jóvenes, conocidos en redes sociales como 'Picotazos', muestran de manera sincera el día a día en el campo asturiano, con sus desafíos y sus satisfacciones. Destacan sobre todo por dar visibilidad mediante medios digitales a la apicultura tradicional, un oficio en declive.

Cómo trabajar en el campo hoy en día 

Rosa y Luisma han sido entrevistados en programas y espacios mediáticos regionales, como el pódcast Junto al Fuego y la radio pública asturiana, donde han abordado los múltiples retos del sector, desde el impacto del turismo en Asturias hasta la supervivencia de las colmenas naturales y la ganadería tradicional.

En este pódcast en concreto, la pareja hizo hincapié en la dificultad de acceder a ayudas públicas para quienes trabajan en el campo, así como los problemas derivados de la burocracia y la gestión de situaciones como los ataques de fauna salvaje.

"En Asturias hay zonas en las que afecta mucho el lobo, pero que te den una ayuda es muy complicado y eso son pérdidas", asegura Rosa. "No es sólo que te mate un animal, es que con el susto y todo, te aborta la mitad y, claro, eso no te lo paga nadie", agrega Luisma.

"Empezar de cero en la ganadería hoy en día es imposible", sentencia rotunda Rosa durante la entrevista. "Si tus padres son ganaderos, ponen a tu nombre unas cuantas vacas y tienes tractor, entonces sí, pero si tienes que empezar de cero ni de coña", matiza Luisma.

Aun así, ellos reconocen que se mantienen sin ningún tipo de ayudas públicas. "Si el negocio no va sin subvenciones, no va. Porque dependes de ellos... y si el día de mañana te las quitan, ¿qué? Te arruinas", lamenta Luisma.

Con respecto al futuro del sector primario en Asturias, los jóvenes consideran que la situación va a cambiar bastante: "Antes en Asturias mucha gente vivía de la ganadería, pero a día de hoy van a vivir sólo cuatro que tengan mucho, porque van a ser los que se lo van a poder permitir".

"Antes todo el mundo tenía vacas y con ocho vacas vivías de sobra, pero cada vez se va complicando más. Hay gente que está empezando sus pequeñas ganaderías, sí, pero cada vez menos", sentencian.

¿Qué ayudas hay para el campo español?

En España existen actualmente diversas ayudas públicas para quienes trabajan en el campo, principalmente gestionadas por el Ministerio de Agricultura y las Comunidades Autónomas, con fondos tanto nacionales como europeos, destacando especialmente las ayudas derivadas de la Política Agraria Común (PAC).​

Ayudas directas de la PAC. Estas subvenciones se conceden en función de la superficie cultivada, número de animales o producción obtenida. Para 2025, el importe total asciende a unos 4.889 millones de euros, pagados a través de anticipos o abonos directos a los agricultores y ganaderos.​

Ayudas al desarrollo rural. Orientadas a diversificación económica, modernización de explotaciones y mejoras medioambientales en zonas rurales. También incluyen intervenciones para fomento de energías renovables, bienestar animal y gestión eficiente de recursos.​

Ayudas para jóvenes agricultores. Existen líneas específicas para facilitar el acceso al sector agrario de personas jóvenes e impulsar el relevo generacional, llegando a subvenciones de hasta 70.000 euros para quienes presentan planes empresariales y cumplen condiciones de edad y formación.​

Ayudas agroambientales y ecológicas. Las explotaciones que implementan prácticas sostenibles o contribuyen a la adaptación climática pueden acceder a pagos adicionales, con incentivos desde 50 €/ha/año hasta 350 €/ha/año, dependiendo de la actividad y zona.​

Ayudas excepcionales y por situación de crisis (incendios, sequía, etc.). El Gobierno habilita fondos extraordinarios para agricultores y ganaderos afectados por sucesos adversos, por ejemplo, ayudas directas de hasta 10.000 euros por incendios.​

Subvención de seguros agrarios. Para cubrir riesgos climáticos y de mercado, con apoyo estatal de entre el 20% y el 65% de la cotización.​