Un experto en café no se corta hablando sobre las 'guarradas' que hacen algunos bares: Si ves esto, sal corriendo

Un experto en café no se corta hablando sobre las 'guarradas' que hacen algunos bares: "Si ves esto, sal corriendo" iStock

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Un experto en café no se corta hablando sobre las 'guarradas' que hacen algunos bares: "Si ves esto, sal corriendo"

Un gesto tan cotidiano como hacer un café en un bar puede dar muchas pistas sobre cómo se cuida la higiene en un establecimiento. Un experto ha hablado sobre todo lo que se puede hacer mal al preparar un café.

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A veces, solo hace falta echar un pequeño vistazo a lo que nos rodea para poder prever lo que va a pasar justo después. ¿Quién no ha pedido alguna vez un café en un bar que ha resultado estar horrible?

Gracias al vídeo compartido en TikTok por José, el fundador de Cafés Santo Amaro, vamos a poder evitarnos muchos de esos cafés intragables simplemente fijándonos en unos pequeños detalles. Una vez que sabemos cuáles son, no se vuelven a ver las cafeteras de los bares con los mismos ojos.

Algunos de estos fallos afectan negativamente al sabor del café, otros son prácticas poco higiénicas que nunca se deberían tolerar. La suma de todas ellas puede convertir el que tendría que ser un momento de relax disfrutando de un buen café en una experiencia a olvidar cuanto antes.

Señales de que un bar no sirve un buen café

@santoamaro.es Cuidado con estos errores en una cafetería Es posible que cuando vayas a tomarte un café veas alguno de estos errores, si es así, no dudes en salir corriendo #cafeterias #cafeteria #café #cafetería ♬ sonido original - Santo Amaro

En menos de un minuto y sin cortarse ni un pelo, este experto en cafés indica una lista de las cinco cosas en las que hay que fijarse para asegurarnos de que el café que nos vamos a tomar cumple con las mínimas garantías sanitarias y de calidad.

1. No purgar el vaporizador entre café y café

El vaporizador se introduce en la jarra de la leche para calentarla y si no se limpia después de cada uso, los restos de leche que quedan en su interior se acumulan, generando bacterias y malos olores.

Además de ser una práctica muy poco higiénica, esto puede transferir sabores indeseados a la leche del siguiente café, afectando negativamente la calidad de la bebida. Purgar correctamente para que el vapor expulse cualquier resto de leche es fundamental para mantener la higiene del equipo.

2. Tener las tazas colocadas boca abajo sobre la cafetera

Muchos bares colocan las tazas sobre la cafetera para mantenerlas calientes y eso no está mal; pero, si se colocan boca abajo, el borde puede calentarse en exceso.

Cuando se sirve el café en una de estas tazas, el cliente se arriesga a quemarse con el primer sorbo. Además, el calor excesivo puede alterar el sabor del café, haciendo que pierda matices aromáticos en el primer contacto con la boca.

3. No moler el café al momento

Si el café no se muele delante del cliente en el momento de hacer el café, no sabremos cuánto tiempo puede llevar molido en el molinillo. Si lleva horas, ese café habrá perdido gran parte de sus aceites esenciales y aromas volátiles, que son los responsables de su sabor fresco e intenso.

El café molido se oxida rápidamente y su uso da como resultado una bebida insípida y desequilibrada. Por eso es importante fijarse en que se muela justo antes de prepararlo.

4. Meter el dedo en la taza al cogerla para preparar el café

Este gesto, además de ser antihigiénico, transmite una sensación de dejadez y falta de respeto hacia el cliente.

Al tocar el interior de la taza, se pueden contaminar las paredes por donde se va a beber, comprometiendo la limpieza y la presentación. Lo correcto es manipular la taza únicamente por el asa o la base, sin tocar la zona que puede estar en contacto directo con la bebida o con los labios del cliente.

5. Granos de café demasiado oscuros

Cuando los granos tienen un color negro o marrón muy oscuro, es una señal inequívoca de que han sido sobretostados o que se trata de un café torrefacto, normalmente de menor calidad que los cafés de tueste natural.

Esto provoca un sabor amargo y a quemado que domina el perfil del café, ocultando cualquier nota dulce o afrutada. Un buen café requiere un tueste equilibrado, que permita percibir todos los matices del grano sin arruinarlos con un amargor excesivo.