Rene Redzepi, al frente de Noma, uno de los mejores restaurantes del mundo.
Noma, cinco veces galardonado como mejor restaurante del mundo, cierra para abrir en Los Ángeles
Su cierre definitivo, anunciado en 2023, todavía no ha llegado. Mientras, el restaurante de René Redzepi se muda durante unos meses a la ciudad californiana para ofrecer un nuevo pop-up.
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El restaurante que enseñó al mundo a comer hormigas fermentadas y a considerar el musgo un manjar volverá a reinventarse, esta vez, al otro lado del Atlántico.
Noma, cinco veces coronado como Mejor Restaurante del Mundo y triple estrella Michelin, cerrará -como restaurante, pero su interior seguirá funcionando como laboratorio- en Copenhague para abrir un nuevo capítulo en Los Ángeles.
Anunciado originalmente como una despedida planificada para 2025, el cierre de Noma no es tanto un final como una transformación. Desde que comunicó su decisión hace más de dos años, Redzepi ha insistido en que la alta cocina, tal como él la concibió, se volvió insostenible.
Ni financieramente ni emocionalmente tenía sentido seguir sirviendo menús de degustación de varias horas con la exigencia de perfección constante. Pero Redzepi no es hombre de desaparecer en silencio: la visión siempre fue mutar hacia un centro de investigación y fermentación, Noma Projects, manteniendo vivo el espíritu de la experimentación.
Ahora, su nuevo proyecto tiene nombre y fecha: Noma LA 2026. El anuncio se hizo con la estética onírica que caracteriza al chef danés: un video en redes sociales mostró cítricos, setas silvestres, crustáceos y el inconfundible letrero de Hollywood, todo bañado en la luz dorada californiana.
Fue suficiente para encender la fiebre entre fanáticos y críticos: la lista de espera para reservar ya está abierta y se espera una demanda colosal, como ocurrió en sus recordadas residencias temporales en Kyoto, Tulum, Brooklyn o Sídney.
Los Ángeles: taco crawls y fermentaciones
La elección de Los Ángeles no es un capricho. Para Redzepi, la ciudad es una meca de sabores y creatividad. Todo formó parte de un flechazo culinario.
En esta nueva aventura, Noma será mucho más que un restaurante itinerante. Se espera que la residencia dure entre cinco y seis meses, un tiempo que el equipo aprovechará para forrajear en montañas californianas, experimentar con cítricos, hongos, insectos y —por qué no— reinventar el concepto del taco.
Si algo ha dejado claro Redzepi, es que su propuesta no consiste en “importar” Noma, sino en absorber la esencia del lugar y devolverla convertida en platos que desafían y emocionan.
El fin de una era, el inicio de otra
En sus dos décadas de existencia, Noma no solo redefinió la fine dining. Redzepi cambió para siempre la manera en que pensamos la cocina de proximidad.
Puso en el mapa la fermentación como arte, elevó a la categoría de delicatessen ingredientes impensados y formó a toda una generación de chefs que hoy llevan su legado a rincones tan diversos como Lima, Londres o Bangkok.
El cierre de su casa madre en Christiania será sin duda un golpe nostálgico para los peregrinos de la alta gastronomía. Sin embargo, su metamorfosis confirma que Redzepi se niega a convertirse en un museo viviente.
Por ahora, ni menú ni ubicación exacta han sido revelados. Pero si algo enseñan sus residencias previas es que no hay que descartar nada: de los jardines de templos en Kyoto a los sabores de la jungla en Tulum, cada pop-up ha sido un microcosmos de su entorno. L.A. bien podría ser cítricos, hojas de morera, tacos de insectos o algas urbanas.
Lo único seguro es que, cuando abra, Noma LA será el lugar al que todos querrán ir para comprobar, una vez más, que la vanguardia culinaria no se sienta a descansar: se levanta, se muda y vuelve a reinventarse.
