
Botellas de Whispering Angel.
Así es el rosado más lujoso de Francia que susurra como un ángel pero ruge fuerte como un motor de Fórmula 1
Whispering Angel nace en La Provenza, en Château d’Esclans, una bodega que pertenece al grupo Möet Hennessy, y que ahora firma su alianza para poder disfrutarse en los circuitos.
Más información: El huerto de Cáceres que nutre a los nuevos supermercados 'normales' de Madrid donde los tomates sí saben a tomates
Muy cerca de la glamurosa Costa Azul, entre lugares tan sugerentes como Saint-Tropez y Cannes, se ubican algunas de las bodegas más elegantes de Francia, que se han convertido en un destino en sí mismas tanto para los amantes del vino como para los amantes de la belleza.
Una de ellas es Château d’Esclans, que con sus viñas centenarias, que ha colocado a La Provenza en el epicentro del vino rosado gracias, sobre todo, a Whispering Angel, una variedad elegante y muy sofisticada.
De hecho, son muchos los que señalan a Château d'Esclans como una pionera en la recuperación del vino rosado como una alternativa de calidad pero también, en la percepción de este trago como algo lujoso y muy de moda.

La bodega de Château d'Esclans.
Lo curioso es que Whispering Angel nace de un viñedo que se asienta sobre una tierra milenaria en la tradición agrícola de la vid. De hecho, muy cerca de sus uvas aún puede visitarse las ruinas de una torre de vigilancia romana que controlaba la llegada por mar a esta zona.
Sin embargo, no fue hasta 2006 cuando Sacha Lichine compró el château y apostó por elevar su rosado al templo de los dioses del vino.
Claro que entrar en 2019 en el grupo Möet Hennessy, del gigante LVMH, que adquirió el 55% de la bodega, ha sido clave a la hora de terminar de ascender los últimos peldaños de la pirámide de un lujo artesanal, donde la tradición y la modernidad conviven en armonía.
Por si fuera poco, Whispering Angel se ha convertido ahora en el rosado que se beberá en las zonas Premium de los mejores circuitos de Fórmula 1 del mundo, gracias a la ampliación del patrocinio que ha cerrado el grupo LVMH.
De esta forma, este susurro de ángel complementará a los rugidos de los motores de los monoplazas en los lugares más importantes del planeta, para completar el toque de glamour que ya da Möet Chandon y Belvedere Vodka.

Viñas de Minuty, en La Provenza.
Vendimia a mano
Ser el rosado oficial de la Fórmula 1 no va a cambiar ni un detalle de la precisión con la que se embotella cada añada, después de una selección óptica de las uvas y el envejecimiento en barricas de roble.
Las uvas, en su mayoría grenache y rolle, se recogen a mano al amanecer, para preservar su frescura, y continúan un proceso manual, meticuloso, que consigue la máxima expresión de unos rosados que son finos y complejos a la vez.
Además, de Whispering Angel, uno de los rosados más vendidos del mundo, Château d'Esclans cuenta con Rock Angel, más mineral en sus notas; Les Clans, una opción más gastronómica; y Garrus, el gran icono de la bodega que se elabora con el fruto de las viñas de más de 80 años.
Otra bodega de Möet Hennessy
Muy cerca de Château d'Esclans está Minuty Prestige, la otra joya del grupo que también con su vino rosado ha sabido mantenerse fiel a sus raíces familiares y a un estilo muy peculiar de hacer las cosas.
Cuenta ya con 25 años de tradición y presenta tres vinos diferentes: Minuty Prestige Rosé, un vino floral con un final salino; el Minuty Prestige Blanc, combina notas de piña y cítricos; y el Minuty Prestige Rouge, un tinto complejo.
Para su elaboración se siguen prácticas agrícolas sostenibles, cultivando sus viñedos sin herbicidas ni pesticidas, y se busca una elegancia en las botellas para reflejar el cuidado de la familia Matton, que dirige la bodega desde hace cuatro generaciones.