
Postre tradicional del País Vasco.
Este postre típico de la abuela vasca es perfecto para la primavera: fácil de preparar, delicioso y muy rápido
Se trata de un postre tradicional vasco que combina la suavidad de la crema pastelera con el crujiente del hojaldre y las almendras.
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- Total: 1 h
- Comensales: 4
La gastronomía vasca es reconocida a nivel mundial por su riqueza, autenticidad y profundo respeto por los productos locales. Aunque muchas veces el protagonismo se lo llevan los platos salados, como el bacalao al pil-pil o el marmitako, los postres tradicionales del País Vasco también tienen un lugar destacado en la mesa.
Con recetas transmitidas de generación en generación, los dulces vascos combinan sencillez y sabor en preparaciones que reflejan la identidad y el carácter de la región.
Los postres vascos típicos suelen elaborarse con ingredientes básicos como la leche, los huevos, la almendra o la harina, lo que da lugar a propuestas caseras, reconfortantes y llenas de historia.
En muchas de estas recetas se perciben influencias tanto del interior montañoso como de la costa, creando una fusión única entre tradición rural y refinamiento urbano. Cada dulce cuenta una historia, ligada a festividades, costumbres familiares o incluso a antiguos conventos donde nacieron muchas de estas preparaciones.
Entre los postres más emblemáticos se encuentran algunos como la tarta de queso al estilo vasco, famosa por su textura cremosa y su superficie ligeramente tostada, o el goxua, un postre en capas que mezcla nata, bizcocho y crema pastelera, originario de Vitoria-Gasteiz.
También destacan dulces como la pantxineta, uno de los postres más representativos y queridos del País Vasco, especialmente en la zona de San Sebastián, donde nació a principios del siglo XX.
Se trata de una tarta sencilla pero deliciosa, elaborada con una base de hojaldre rellena de crema pastelera y cubierta con almendras laminadas y, en ocasiones, un toque de azúcar glas. Su textura crujiente por fuera y suave por dentro, junto con el delicado sabor de la crema, la convierten en un postre ideal para cualquier ocasión.
Ingredientes pantxineta
- 2 láminas de masa de hojaldre (mejor si es de mantequilla)
- 500 ml de leche entera
- 4 yemas de huevo
- 100 g de azúcar
- 40 g de maicena (harina fina de maíz)
- 1 vaina de vainilla (o una cucharadita de extracto de vainilla)
- Piel de limón (opcional, para aromatizar)
- 1 huevo batido (para pintar el hojaldre)
- 50 g de almendras laminadas
- Azúcar glas (opcional, para espolvorear al final)
Paso 1
Para comenzar la preparación de la pantxineta, lo primero es elaborar la crema pastelera. En un cazo, se calienta la leche junto con una vaina de vainilla abierta (o una cucharadita de extracto de vainilla) y, si se desea, un poco de piel de limón para aportar un toque aromático. Justo antes de que hierva, se retira del fuego.
Paso 2
A continuación, en un bol, se baten las yemas de huevo con el azúcar hasta obtener una mezcla cremosa y blanquecina. Luego se incorpora la maicena y se remueve bien para evitar grumos. Se añade la leche caliente colada poco a poco sobre esta mezcla, batiendo continuamente, y se vuelve a poner todo en el fuego, removiendo sin parar hasta que espese. Una vez lista, se deja enfriar cubierta con film transparente para que no forme costra.
Paso 3
Con la crema pastelera ya fría, se procede al montaje del postre. Se precalienta el horno a 200 ºC con calor arriba y abajo. En una bandeja de horno cubierta con papel vegetal, se coloca una lámina de hojaldre. Sobre ella se extiende la crema pastelera, procurando dejar un borde de unos dos centímetros sin rellenar para poder cerrar bien el postre. A continuación, se cubre con la segunda lámina de hojaldre y se sellan los bordes presionando con los dedos o con un tenedor.
Paso 4
La superficie de la pantxineta se pinta con huevo batido para lograr un acabado dorado y apetecible, y se cubre generosamente con almendras laminadas. Después, se introduce en el horno y se hornea durante unos 20 a 25 minutos, o hasta que el hojaldre esté bien dorado y crujiente. Es importante no abrir el horno durante la cocción para asegurar que suba correctamente y se dore de forma uniforme.
Paso 5
Una vez fuera del horno, se deja templar durante unos minutos. Opcionalmente, se puede espolvorear con un poco de azúcar glas justo antes de servir, para darle un toque decorativo. La pantxineta se puede disfrutar tanto caliente como fría, y es ideal como postre, merienda o incluso desayuno especial. Su contraste de texturas y su sabor suave y cremoso la convierten en una auténtica joya de la repostería vasca.