La Organización de Consumidores, junto con BEUC, ha analizado la presencia de esta sustancia potencialmente cancerígena en productos de venta en España.
Las láminas crujientes de verduras han intentado reemplazar a las patatas fritas en los aperitivos. La OCU dice que ambos productos son igual de malos.
Una baja actividad en la región del cerebro que regula el autocontrol está relacionada con la ganancia de peso, pero afortunadamente se puede "entrenar".