Balto, disecado en el Museo de Historia Natural de Cleveland.

Balto, disecado en el Museo de Historia Natural de Cleveland.

Investigación

La otra leyenda de Balto, el perro esquimal: el análisis de su genoma revela cómo aguantó el frío en 1925

Un grupo de investigadores ha descubierto que Balto contaba con variantes genéticas que habrían ayudado a sobrevivir al temporal de Alaska en 1925. 

27 abril, 2023 20:01

El único médico que ejercía su labor en Nome (Canadá), Curtis Welch, diagnosticó un caso de difteria en 1925. Las vacunas con las que contaban para evitar la propagación estaban caducadas. La localidad más cercana que tenía unidades era Anchorage, pero los pilotos se negaron a realizar el traslado. Por tanto, la única alternativa que quedaba era la de perros con trineos. Uno de los canes que participó en la expedición fue Balto. Ahora un estudio ha analizado la genética de este perro que inspiró libros y películas para comprobar cómo pudo soportar las temperaturas extremas.

Los investigadores de la Universidad de California-Santa Cruz (Estados Unidos) que han realizado este análisis no tenían otra intención que secuenciar el genoma de Balto para estudiar la genética de los perros de trineo de Alaska de los años 20 y compararla con la de los perros en la actualidad. Se trata de una estudio que forma parte de un trabajo más amplio de varios artículos que se han publicado este jueves en la revista Science.

Para el estudio de Balto, los autores han extraído su ADN de muestras de tejido de los restos disecados de Balto que se encontraban en el Museo de Historia Natural de Cleveland (EE. UU.). "La fama de Balto y el hecho de que estuviera disecado nos ha dado la oportunidad 100 años más tarde cómo era genéticamente esa población de perros de trineo y compararla con los perros actuales", asegura la investigadora de la UC Santa Cruz y autora principal del estudio Katherine Moon.

Cómo era su genética

Los investigadores descubrieron que Balto compartía una parte de su diversa ascendencia con los perros de raza husky siberiano. Por tanto, no sólo tenía una genética distinta a esta raza, sino que también se diferenciaba de la de los perros de trineo de Alaska en la actualidad.

Los resultados del estudio han encontrado evidencias de que su raza posee variantes genéticas con unos rasgos más saludables que las razas modernas, y que podrían haber ayudado a estos perros a sobrevivir en un entorno tan extremo. "Balto procedía de una raza de perro distinta de las actuales y adaptada a las duras condiciones", afirma Beth Shapiro, coautora del estudio, catedrática de Ecología y Biología Evolutiva de la Universidad de Santa Cruz e investigadora del Instituto Médico Howard Hughes.

El perro de trineo Balto junto a su criador Leonhard Seppala.

El perro de trineo Balto junto a su criador Leonhard Seppala.

Para analizar el genoma de Balto, los investigadores compararon los datos de 682 genomas de perros y lobos modernos. Gracias a ello han podido conocer que Balto compartía ascendencia común con los linajes caninos asiáticos y árticos modernos. Pero no se halló ascendencia de los lobos en este perro de trineo de Alaska.

Lo más llamativo de estos nuevos estudios ha sido la capacidad de alinear los genomas de cientos de especies para poder comparar las posiciones correspondientes en genomas diferentes. "Un gen que está en un cromosoma en nosotros está en un cromosoma completamente distinto en otra especie", explica Beth Shapiro, coautora del estudio, catedrática de Ecología y Biología Evolutiva de la Universidad de Santa Cruz e investigadora del Instituto Médico Howard Hughes.

La genómica comparativa puede revelar secuencias de ADN que son las mismas en todas las especies y que han permanecido inalteradas durante millones de años de evolución, lo que indica que se trata de partes importantes del genoma en las que las mutaciones podrían ser perjudiciales.

Sin embargo, para llevar a cabo la genómica comparativa se necesita una herramienta que pueda alinearlos para ver qué partes de estos genomas son iguales y cuáles son diferentes. "Sin eso, no es más que un montón de genomas de especies muy divergentes".

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La herramienta de alineación de genomas que lo hizo posible fue desarrollada por investigadores del Instituto de Genómica de la UC Santa Cruz dirigidos por Benedict Paten, catedrático de Ingeniería Biomolecular y miembro del Consorcio Zoonomia. Además del resto de trabajos, en el de Balto también se ha utilizado esta herramienta para caracterizar la variación genética de este can.

Una reconstrucción de su aspecto

Los resultados muestran que tanto Balto como las poblaciones de perros de trineo presentaban cargas más bajas de variaciones raras y potencialmente dañinas que los perros de raza. También identificaron variantes evolutivamente limitadas que alteran las proteínas en genes relacionados con el desarrollo de tejidos. Ambos descubrimientos suponen que un perro como Balto tiene una genética más beneficiosa para la salud.

"Balto presentaba variantes en genes relacionados con aspectos como el peso, la coordinación, la formación de las articulaciones y el grosor de la piel, que cabría esperar de un perro criado para correr en ese entorno", describe Moon, la autora principal.

Balto había sido criado en la perrera de Leonhard Seppala, quien se encargó de conducir el trineo hasta Nome en la etapa más larga y difícil de todo el recorrido. Y aunque pertenecía a una población de perros de trineo pequeños y rápidos importados de Siberia, la raza moderna del husky siberiano es muy diferente de Balto y los perros de trineo modernos.

Además de los huskies siberianos y los perros de trineo de Alaska, otros linajes caninos vivos que comparten ascendencia con Balto son los perros de trineo de Groenlandia, los perros de aldea vietnamitas y los mastines tibetanos.

Un rasgo interesante identificado en el genoma de Balto es una mayor capacidad para digerir el almidón en comparación con los lobos y los perros de trineo de Groenlandia. Aun así, no es tan buena como la de los perros modernos, que digieren fácilmente los alimentos ricos en almidón.

Los investigadores también pudieron utilizar el genoma de Balto para reconstruir su aspecto físico, incluida su estatura y el color de su pelaje, con más detalle del que podían revelar incluso las fotos históricas. "Este proyecto da a todos una idea de lo que empieza a ser posible a medida que se dispone de más genomas de alta calidad. También es un momento emocionante porque son cosas que no habíamos hecho antes. Me siento como un explorador, y una vez más Balto está marcando el camino", concluye Moon.