Una oferta sugerente en la que nadie avisa del principal requisito: ser mujer y mostrarle los pies al jefe.

Una oferta sugerente en la que nadie avisa del principal requisito: ser mujer y mostrarle los pies al jefe. Pixabay

La Jungla / Social

¿Quieres trabajar como periodista? Saca tus pies: Leandro vuelve a las andadas

En la Jungla. Tras salir en varios medios de comunicación acusado de ofrecer puestos de redactoras a cambio de ver lo pies a las candidatas, el director de una web retoma sus polémicas entrevistas de trabajo.

3 febrero, 2017 11:29

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Lo de que buscar trabajo es un trabajo en sí, es una máxima que millones de jóvenes españoles han tenido que aprender a base de bien desde hace demasiados años. Pocas ofertas de trabajo y una demanda masiva, conforman el panorama laboral de nuestro país en el que son centenares –cuando no miles– los candidatos que se postulan a los anuncios de empleo que surgen. Especialmente cuando son ‘de lo suyo’.

Si generalmente resulta indignante ver las precarias condiciones salariales que se ofrecen a costa de cumplir con una retahíla de requisitos casi siempre superiores a los relacionados con el teórico puesto, lo de Leandro Abarca supera con creces aquello de ‘sueldo a convenir según valía’.

Fetichismo y desesperación laboral que logra que muchas chicas crucen esa puerta y accedan a enseñar sus pies a cambio de un posible trabajo

Amante declarado de la reflexología podal, Leandro Abarca solicita a las candidatas a los puestos de redacción que ofrece en la revista online Catalunya Gastronómica que les muestren sus pies para conocer su personalidad y poder determinar si son o no aptas para el precario empleo. Y lleva años haciéndolo.

En 2016 decenas de chicas denunciaron a través de las redes sociales lo que estaba ocurriendo en aquel séptimo piso de la zona del Vall Hebrón. Los medios de comunicación comenzaron a hacerse eco del extraño requisito laboral y, tras hablar con varias de las postulantes, se dieron cuenta de que entre los relatos de las chicas que pasaron por la vivienda particular de Abarca que utilizaba como oficina había cuatro y cinco años de diferencia.

Aquel ‘se buscan periodistas en Barcelona’ desapareció de las distintas plataformas de empleo en las que se había publicado. Ahora, la oferta ha vuelto a activarse.

“Llamé al séptimo piso, se abrió la puerta y me dirigí hacia el ascensor. Cada vez me sentía más nerviosa, algo me decía que no estaba haciendo lo correcto. Al llegar a la planta, Leandro estaba esperándome. Sé que juzgar a alguien por su físico es algo cruel y totalmente irracional, pero debo ser sincera: yo lo hice. Su aspecto no me transmitía ningún tipo de seguridad, tenía una pose corcovada y una mirada inescrutable. Todo ello acompañado de un halo descuidado marcado por un cabello grasiento que dejaba entrever un comedor amarillento al final del pasillo. —¿Por qué no hacemos la reunión en una cafetería? He visto que hay un bar justo debajo. Ademas me iría genial tomar un café, no me ha dado tiempo esta mañana —mentí. — Pasa, mujer, no tienes que tener miedo. Sólo vamos a hablar”, relatan en un reciente artículo narrado en primera persona en PlayGround.

La joven no llegó a entrar en la vivienda, pero al llegar a casa decidió investigar sobre aquel puesto y aquel extraño personaje y se topó con la trama que llevaba años dando trabajo como redactoras a universitarias catalanas a cambio de que mostrasen a su futuro jefe sus extremidades inferiores.

“Pensé que era normal que no existiese una oficina porque el trabajo se hacía desde casa. Además, Leandro guiaba todo el rato la conversación hacia donde él quería. Yo quería hablar del trabajo y de mi experiencia, pero él hablaba sólo de 'las chicas'”, explicaba en El Mundo Núria Botella, una de las chicas que denunció lo ocurrido hace apenas unos meses.

Ella sí entró en el domicilio pero no tardó en olerse algo extraño cuando Abarca comenzó a hablar de lo mucho que confiaba en la reflexología podal y el análisis de los pies como método para conocer más a fondo la personalidad de las personas y su potencial como profesionales, y le pidió que le mostrase el suyo.

AGENDA PERIODISTES Facebook

Tal y como se denunciaba en aquel artículo, y pese a explicar lo contrario durante las entrevistas, Abarca solo trabaja con mujeres. Al menos así podemos verlo en el apartado ‘quienes somos’ de la publicación gastronómica donde una redactora jefe y tres redactoras conforman el equipo de redacción dirigido por Leandro Abarca, previo análisis de sus pies, claro. De hecho, en la actual oferta se deja entrever que el puesto será ocupado por una mujer “dispuesta a asistir a eventos, horario a conveniencia del trabajador ya que es compatible con estudios u otros trabajos”.

“Me abrió la puerta un señor de 70 años y casi todo el encuentro giró sobre temas personales, sobre mí”, recordaba Nuria quien, tras compartir su desagradable experiencia en el grupo de Facebook Agenda Periodistes, descubrió que otras tantas decenas de chicas se habían topado con la misma situación al solicitar el empleo para la revista online.

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“Según la ley, Leando no hace nada punible y se siente con las fuerzas renovadas para volver al ataque. Entrevista para revista gastronómica y pies, una combinación extravagante e insólita. O lo que es lo mismo, fetichismo y desesperación laboral que logra que muchas chicas crucen esa puerta y accedan a enseñar sus pies a cambio de un posible trabajo”, critica el reciente artículo que trata de poner sobre aviso sobre el trato vejatorio al que pueden exponerse quienes se topen con el anuncio y hagan click en el accesible y llamativo ‘¡Solicita directamente!’

“Este trabajo es ideal para periodistas que quieran adquirir experiencia dentro de su carrera. no se requiere experiencia, formación a cargo de la empresa. Para personas con ambición de aprender y emprendedoras”, podemos leer en la oferta actualmente vigente para trabajar como freelance en la ciudad condal a cambio de un salario “de 500 a 1500 euros”. Lo que no se menciona en ningún momento ni tan siquiera se podría imaginar el usuario, es que sería mucho más conveniente cambiar la fotografía del cv por una que muestre los pies del candidato.