El Comandante Lara cantando una Saeta.

El Comandante Lara cantando una Saeta.

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La cara 'B' del Comandante Lara: en Semana Santa es Luis de Pacote y campeón del mundo de saetas

El jerezano llena teatros de toda España con su espectáculo de humor, pero lejos de su tierra pocos son los que conocen su faceta como cantaor.

10 abril, 2022 03:08

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Luis Lara Ramos nació en Jerez de la Frontera un 29 de octubre de 1976. Hace más de un lustro que triunfa con su espectáculo de humor: Comandante Lara and Cía. Además, acude a televisiones y radios, llena teatros por toda España y el mundo del fútbol le venera: cuenta chistes junto a Joaquín, actuó en el cumpleaños de Xavi Hernández en Catar y para la Selección Española antes de la Eurocopa y los Juegos Olímpicos. Pero tiene una cara B: Luis de Pacote.

Sí, el humorista conocido como Comandante Lara es cantaor de flamenco y, por ende, de saetas. Ganó en cuatro ocasiones el Concurso de Saetas y recibió otro 'oro' en un quinto concurso, el premio Manuel Torres, a la mejor saeta interpretada por seguirillas. Incluso con ello bromea: "Tengo cinco estrellitas en la camiseta, soy el pentacampeón, voy a los mundiales y nadie quiere que le toque conmigo en el grupo, no quieren que les toque Luis de Pacote (ríe a carcajadas)".

Explica la sorpresa que causa a los seguidores que ha ganado a través del humor lo que él llama en esta entrevista "el desdoble".

—Hay gente a la que le choca mucho. Se encuentran de casualidad con Luis de Pacote, el otro Comandante Lara, lo ven cantando una saeta y choca. Tienen el esteorotipo del que está todo el día diciendo pamplinas y lo ven en ese momento tan emotivo, tan jondo… Es una cosa opuesta, es el antónimo a lo que creen que soy.

Por otra parte están los que ya lo sabían. Él dice que también "flipan" estos seguidores.

—Porque 10 minutos antes de que lleguen 'El Prendi' o 'El Nazareno' —dos Misterios de Jerez— le estoy contando un chiste al de al lado. Luego, en el momento en el que aparecen los pasos, se me cambia el rito, el carácter y me meto en otra cosa, porque la saeta es pura conexión con mi pare. No hay nadie. Es la imagen, mi pare, mi mare y yo. Es un momento muy íntimo, intrínseco mío. El que lo quiera entender que lo entienda y el que no pues nada. Yo no tengo a nadie a mi vera, no tengo a nadie al lado. Mi microcosmos y es un momento que me flipa. Me gusta hacerlo, y si hay gente a la que le gusta, me siento orgulloso en ese sentido. 

Polifacético

En Jerez es algo más normal. La mayoría le conoce y está acostumbrada: Luis Lara se dedica profesionalmente al humor, pero canta pa rabiar de bien, que dirían en la zona. Su familia es de tradición cantaora: podríamos mencionar a muchos, pero nos quedaremos con el máximo exponente, su malogrado primo Juan Moneo Lara 'El Torta', con el que Camarón se rasgaba las vestiuras

De hecho, antes de dedicarse profesionalmente el humor, Luis Lara ya pisaba los tablaos de media Europa como cantaor flamenco. "Estuve en Holanda, Francia, Italia... No llegué a Japón porque era estar un mes fuera y eran los comienzos de 'El Pelotazo'", comenta.

'El Pelotazo' era el programa de humor que hacía junto a José Guerrero 'El yuyu' en Canal Sur. Luego pasaron a la Cadena SER, antes de tomar nuevos vuelos y separar unos caminos que prometen que volverán a unirse más pronto que tarde. 

Y es que en Andalucía saben que Lara es polifacético. Ha sido, entre otras, periodista de Xerezmanía, narrador de partidos de fútbol incluso en la última categoría del fútbol español —"después de esto sólo quedan las ligas municipales", solía decir— o speaker del Xerez.

En esta última faceta acabó por ser el primer speaker ovacionado por la grada en medio de un partido, que se conozca. Era pretemporada y tenía que decir los siete cambios que había realizado el Ofi Creta griego. Luis vio los nombres de los futbolistas y debió pensar que era un imposible. Así que tiró de recursos. "Salen unos cuantos griegos y entran otros pocos", sonó por los altavoces del estadio. El público estalló en risas y aplausos.

Actualmente, además de Comandante Lara and Cía, espectáculo de humor que realiza junto a Jesús Tapia y Vicente Ruidos, el humorista tiene semanalmente un programa en Canal Sur Radio, El Show del Comandante Lara, dirigido por David Gallardo. Fue premiado como el mejor programa de radio de Andalucía.

El periodista jerezano habla de Lara como una persona "de otro planeta". "Luisito juega en otra liga. Es muy gracioso y muy ágil de mente para hacer las bromas. La gente entrega la cuchara con él rápidamente", comenta Gallardo. "El programa lo grabamos generalmente los miércoles en el Auditorio Nissan Cartuja y está abierto para quien quiera verlo. Luis tiene tanto tirón que lo llenamos casi todas las semanas".

Su Semana Santa

Hay una cosa que Luis no cambia: la Semana Santa. Para que se hagan una idea de la importancia que tiene esta festividad en su vida: bloquea la agenda para no actuar en estos siete días.

El humorista jerezano actuó el pasado Viernes de Dolores en el teatro Capitol, en la Gran Vía de Madrid. Después de que el telón se cerrase, cogió el tren para su Jerez natal con el ansia de ver a la hermandad de La Entrega el Sábado de Pasión, que este año será la procesión con el recorrido más extenso de España, con 14 horas de penitencia.

"La Semana Santa es muy importante en mi vida. El coco se me transforma. Tengo los recuerdos de unas vivencias y de mi gente que ya no está, que no las tengo en otra época del año —expone Luis—. No quiere decir que no me acuerde todos los días de ellos, sino que en Semana Santa revivo cosas, con mi pare sobre todo, cosas espirituales que no consigo en ninguna otra época del año. Sobre todo el Miércoles Santo por la noche y la Madrugá de Jesús. Son fechas a las que estoy agarrado. Me meten por dentro una adenalina y una cosa que no la siento en todo el año".

Menciona el Miércoles Santo y la Madrugá de Jesús porque salen dos pasos con las que tiene una relación especial: El Prendimiento y Jesús Nazareno. "Y a La Buena Muerte, que eran las imágenes a las que yo veía a mi padre cantándole".

Si se preguntan si les cantará esta próxima semana, es toda una incógnita, una idea que "me pulula por la mente", pero hasta que sale espontánea, hasta que no llegue el momento no se sabe si se producirá o no. De momento, tiene algunas frases anotadas ya para cantarlas.

Tan espontáneas son las saetas —para el que no lo sepa, un rezo cantado—, que él mismo cuenta cómo hay quien le sigue por las calles de Jerez para estar en el momento en el que se unan los astros y Luis cante.

—Ya es una responsabilidad porque voy andando por Jerez y si supieras la tropa de gente que me sigue… Y me lo dicen: me ven andando por una calle y cogen sigilosamente, me hacen un marcaje desde lejos, se ponen a tomarse algo en el bar de enfrente en el que estoy yo como diciendo: cuidado, que como le surja aquí la chispa, yo no me lo quiero perder. Hay gente que me lo reconoce —risas—, que me dice: hay que ver que te estuvimos siguiendo toda la tarde y no cantaste hasta el final… Y otros: joé, estaba yo y no le cantaste y cantaste cuando me había ido para mi casa. Es muy gracioso gente que te sigue y va buscándote.

Pentacampeón del mundo

Lo han podido intuir. Luis Lara canta saetas cuando le llega la inspiración, cuando se le cruza el duende de Jerez por delante. Ha recibido ofrecimientos para cantar a hermandades y en exaltaciones, pero a él le gusta hacerlo en el momento. "La saeta no la hago como algo espectáculo para mostrarme a los demás. Es algo muy íntimo y muy mío". 

Recuerda cómo tiene clavá una única espinita en ese sentido. El torero Morante de la Puebla le invitó a cantarle al Gran Poder de Sevilla desde su balcón. "Pero aquella Madrugá cayeron chuzos de punta y no salió ninguna hermandad. El día del Arca de Noé se quedó en un charco al lado de aquello", comenta riéndose.

Lejos de aquello, rehúsa participar en otras actuaciones, sólo canta cuando le llega la inspiración. "Los actos y exaltaciones cuando he cantado me he sentido muy frío y fuera de lugar. He cantado a veces por cantar. Y cantar por cantar no… Los sentimientos encontrados que le pone uno haciéndolo en la calle y a mi manera no los encuentro en ese tipo de actos, así que a veces he llegado a decir que no. A mí me han llamado para contratarme y he declinado esas invitaciones", reconoce.

Sin embargo, hay algo que sí le motivó unos años: el Concurso de Saetas. "Eso sí me gusta mucho", dice. Recuerda cómo la única vez que se ha celebrado la final de este concurso en el Teatro Villamarta de Jerez ganó él. Se sorprendió hasta a sí mismo.

"Estaba Joaquín el Zambo 'El puchi', estaba Diego Agujetas, estaba Luis Moneo, mi primo Luis... Una infinidad de artistas. Y ese año me apunté porque dije: qué guay sería cantar una saeta en el Villamarta. Fíjate la motivación mía. Y llegué a la final. Con Carmen Grilo y todos los artistas que te he dicho… Y gané", cuenta.

Ahí sí fue capaz de encontrar el duende. "Fui capaz de encerrarme en mi microcosmos y fui capaz de transmitir, que es de lo que se trata una saeta, en la que, como en el cante flamenco en general, si no transmites pues es como si pones una radio. Si consigues la transmisión es cuando te pone los vellos de punta y es cuando te araña en las entrañas y dices tú: Dios, qué cosa más bonita".

Las letras de estos rezos las hace él. "Al principio estaban las letras que yo había escuchado. Hay cuatro o cinco que las tiene clavadas en el cerebro, en tu dietario, que te salen solas. Pero luego me salen letritas. Y a fe que algunas de las que he escrito han calado hondo y la gente me lo reconoce. Me dicen: 'Quillo, hay que ver qué letra más bonita'. Eso te enorgullece tela y te sientes vanagloriado".

Su pare y su mare

Luis Lara Ramos es hijo de Luis Lara Carpio y Manuela Ramos Fernández. Con ellos conecta más que nunca a lo largo de esta semana. Con ellos se encierra en lo que él denomina en su microcosmos. Por ellos pide cuando canta las saetas. En algunos vídeos se le puede ver al término del cante, presignándose entre lágrimas, pidiéndole a Dios que les cuide.

—¿Cómo te acercaste a la saeta, Luis?

—Hace 37 o 38 años fácil. Pueden ser los primeros contactos. Flipaba escuchando a mi padre. Luego, las reuniones en la Noche de Jesús en las que iba Curro de la Morena, el Mono, Joaquín ‘El Zambo’… Las mejores saetas del mundo las he escuchado yo y las he mamado desde chiquitito. Eso ha tenido que dar fuerte en el cerebro quieras que no… Y siempre me ha encantado… Pero lo que es luego cantar así, con veintipocos años o así, instigado por mi padrino Juan Morao, el padre de Moraíto Chico.

"Ya ha llovido, que tengo 45 tacos y soy más viejo que un bosque". Su conexión especial con El Prendimiento y Jesús nazareno vienen porque eran "las imágenes a las que yo veía a mi padre cantándole en las reuniones que te he contado".

—¿Qué tal fue la primera?

—La primera salió regulera. Tú te crees que eso es aaa y salió regulá. Me puse delante de ‘El Prendi’ (como se conoce popularmente al paso de Misterio de 'El Prendimiento' en Jerez— y salió regular. Ese día cogí un taxi, me fui para mi casa y me acosté (muchas risas).

—Es un cante muy complicado...

—Muchos artistazos grandes lo dicen, eh: “Uh, una saeta, yo no me atrevo, no me meto por ahí…”. En un balcón es complicado, pero a pie de paso... Te pones ahí y está el paso parado. La gente, el paso... Y ahora coge tono. Coger el tono sin que te dé una guitarra el tono y te digan esta es la base… Como no cojas el tono, Dominguini… Como salgas y vayas un tono más alto de lo habitual. Salen los auténticos despropósitos. Ahí salen las cosas bochornosas y los gallos. Y dices: Dios, para qué me he metido yo en nada. Pero con la experiencia, pues sabes que tienes que salir un poco más bajito. Hay que templar bien la voz, hay que respirar donde tenemos que respirar y eso es muy complicado. Lo veo complicadísimo.

—Y tiene que ser en el sitio adecuado, ¿no?

—Hay sitios que me gustan, la hora, la gente de alrededor… También es importante que haya gente que distinga un poquito, que sepa jalearte en el momento, el ole a tiempo, el ambientito… Alguien que me motiva mucho es Joaquín el Zambo, ‘El Puchi’. La última vez me cogió del brazo y me puso delante de ‘El Prendi’. Yo quería cantarle en Carpintería Baja y allí le tocaron unas marchas, subió El Prendi y no se paró...

—Vaya, que no le pudo cantar.

—Claro, y dije: bueno, pues este año por lo que sea no le voy a cantar. Y cogí para mi casa. A mitad del camino, me cruzo con ‘El Puchi’, me coge y me dice: “Sobrino, vamos a cantarle a El Prendi”. Y me llevó a la Plaza Rivero, cantó él y le dijo a la gente: deja el paso ahí que le va a cantar mi sobrino. La verdad es que salió una cosa muy bonita, los abrazos, lágrimas, recuerdos… Y genial.

Ramiro no...

Si hay algo por lo que El Comandante Lara es reconocido es por los chistes de su cuñado Ramiro. No hay nadie que no le pregunte por él. Y todos comienzan igual: "Ramiro es un tío que no vale para nada. Ramiro no...".

"El personaje ha calado muchísimo en la gente", reconoce. Tanto es así, que se lo recuerdan en todos los rincones de España. Tanto ha calado que ya hay hasta damnificados. "La Asociación Española de Ramiros. Me dicen que si no podía haber elegido otro nombre", comenta mientras se ríe. Para esta Semana Santa lo dejará aparcado, "no vaya a ser que quiera cantar él", bromea.

A quien sí invitaría a ver la semana de pasión en Jerez es a Joaquín Sánchez, jugador del Real Betis. Ambos comparten su pasión por los chistes y ya han participado en más de un programa juntos. 

"No tengo yo una amistad estrecha ni un trato especial con él, pero es de esas personas que es como los amigos que llevas años sin verlos: cuando los ves sabes perfectamente que os miráis, sabéis cómo está el otro y habláis y ya está. Pues con Joaquín me pasa igual. He estado con él cuatro veces y siempre me lo he pasado genial. Estaría muy chulo que Joaquín estuviera a mi vera y viera mi otra faceta. Además, Joaquín es de aquí, le gusta el flamenco, le gusta el arte… Yo creo que Joaquín fliparía estando al lado".

Pero, aunque el cante y el flamenco le corre por las venas, Luis prefiere el humor como profesión. "Me quedo con lo de ahora. Lo otro es genial y maravilloso, pero la satisfacción que te da el ver a la gente reírse contigo... Una de las cosas que más me gusta de este mundo es ver que se ríe la gente de mi alrededor. Si para colmo se ríe la gente que está enfrente, que han pagado incluso para verte, que te exigen que tú le hagas reír… Ahí salgo yo con la corona de laurel de los romanos".