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Ana Freire, ingeniera gallega: "Me preguntan cómo es estudiar una carrera llena de hombres"

En el Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia, una de las mayores expertas en inteligencia artificial cuenta cómo hacer que las jóvenes crezcan con referentes en estas carreras
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Hace años, la llegada de un ordenador a un pueblo era casi motivo de celebración. En Rábade (Lugo) el primero fue para el banco, pero el segundo recayó en un negocio familiar de automoción. Allí, el dueño del establecimiento lo utilizaba para facturar, ya que aquella tecnología, que hoy llamaríamos primitiva, solo permitía realizar ese tipo de operaciones y procesar texto. Sin embargo, el objeto fascinó a la pequeña de la familia, una niña de unos 8 años que hoy en día es una de las investigadoras más destacadas en el ámbito de la inteligencia artificial. Con motivo del Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia hablamos con ella.

Ana Freire (Rábade, 1983), ingeniera y doctora en informática, directora del Área de Tecnología de la UPF School of Management de Barcelona y directora de proyectos como STOP, que emplea inteligencia artificial para detectar tendencias suicidas o trastornos alimenticios en usuarios jóvenes en redes sociales. Además, dirige Wisibilízalas, un proyecto internacional presente en 14 países con el que pretende motivar a las niñas a emprender carreras científicas o tecnológicas. "Desafortunadamente yo no tuve referentes", cuenta Freire, y recuerda escribir cartas o apuntes del colegio en aquel ordenador que le despertó la curiosidad por la tecnología. "Me gustó tanto que con el tiempo, con 12 años, me compraron uno". Sin embargo, su primera opción cuando le tocó elegir carrera universitaria era Medicina, algo que descartó porque "en ese momento se decía que había un gran problema de paro en el sector, lo contrario que en Informática, donde ya cogían a alumnos en tercero de carrera para ir a empresas". Se matriculó en la Universidade da Coruña y al rematar, su primer trabajo fue en el área de la informática biomédica: "Al final la tecnología es tan trasversal que te permite dirigirte hacia donde quieras".

Brecha de género en el ámbito tecnológico y académico

Sobre los años de universitaria recuerda que las mujeres eran, y siguen siendo, minoría en su carrera. De hecho, según el Estudio Científicas en Cifras 2021 del Ministerio de Ciencia solo el 41% del personal investigador son mujeres. En Informática, en la promoción de Freire, el porcentaje de alumnas era del 13%. "Éramos pocas pero eso nunca supuso para mi un problema", recuerda. Ahora, que sigue en contacto con el ámbito académico, señala que "las cifras de mujeres en carreras tecnológicas siguen siendo bajas, aunque es verdad que en carreras donde la tecnología es más aplicada, como Ingeniería Biomédica, o Ciencia de Datos, donde hay una mayor aplicación de los conocimientos hay tantas o más mujeres que hombres". Para romper esta brecha de género, Freire trabaja en diversos proyectos, que buscan dar a las niñas referentes y motivación para dedicarse a estas profesiones.

En sus visitas a colegios, cuenta que una de las preguntas más repetidas es "si tuve algún problema al estudiar una carrera de hombres. Les genera un poco de preocupación, el hecho de estar rodeadas". Y, en el lado positivo, encontró que lo que más influye en estas futuras científicas es el conocer las aplicaciones reales de la ciencia y la tecnología. "En la Pompeu, cuando se lanzó el grado de Ingeniería Matemática y Ciencia de Datos, visitamos muchos centros de secundaria y les contábamos lo que hacíamos en ciencia de datos, íbamos chicas investigadoras y no les dábamos el típico discurso sobre las asignaturas de la carrera, les enseñábamos lo más práctico, a qué se podían dedicar y que vieran esa realidad que no se cuenta. Se matricularon un 50% de mujeres y en la orla había un 50%, fue un éxito y yo creo que esa iniciativa fue clave".

"Las niñas se quedan con la idea de que una mujer puede ser matemática, ingeniera, científica, lo que sea si quieren; que no existen ya las profesiones de hombres o de mujeres"

Proyectos como el mencionado Wisibilízalas, es un ejemplo de la labor que muchas investigadoras y expertas como Ana Freire hacen porque las niñas crezcan con referentes que ellas no tuvieron. "Por haber trabajado en estas iniciativas me doy cuenta del impacto que tienen, muchas niñas descubren profesiones nuevas, y se quedan con la idea de que una mujer puede ser matemática, ingeniera, científica, lo que sea si quieren, que no existen ya las profesiones de hombres o de mujeres", cuenta.

Esta brecha de género asalta el ámbito académico, donde a medida que aumentamos el nivel se hace más pronunciada. Hay más doctoras que doctores, pero menos catedráticas que catedráticos. Según el citado estudio del Ministerio de Ciencia, solo el 23% de los puestos de rectoría son ocupados por mujeres. "Entran en juego diferentes factores como la conciliación, muchas son madres al acabar el doctorado y el sistema y la sociedad no facilita seguir la carrera laboral a ese nivel mientras tienen hijos", reflexiona Freire.

Inteligencia artificial: futuro y presente

La investigadora gallega es una de las referentes cuando hablamos de las aplicaciones de la inteligencia artificial, un campo en el que podemos considerar pionera, al menos en las bases de la IA, a una mujer, ya que fue matemática Ada Lovelance, quien creó en el siglo XIX el considerado como primer algoritmo. Desde entonces los algoritmos han ido evolucionando y con su desarrollo la IA tal y como la conocemos hoy en día. "La IA ya está presente, en nuestros teléfonos, cuando ponemos un filtro de Instagram, en aplicaciones de sueño, cuando compramos en comercio online que nos hacen sugerencias, es decir, ya nos rodea. Algo que no me gusta es que la gente le tenga miedo a la inteligencia artificial, tenemos que tener precaución y que los gobiernos la regulen, que siempre sean sistemas que se usen para el bienestar humano", explica Freire.

Por otra parte, la investigadora destaca cómo la tecnología se ha unido completamente con muchas otras áreas: "Yo siempre digo en charlas en colegios que aunque no estudien una carrera técnica no deberían dejar de lado la tecnología, porque estudies lo que estudies la vas a necesitar. Hoy en día prácticamente todos los trabajos requieren unas competencias digitales básicas, y algunos avanzadas, aunque no estén relacionados con la tecnología, pueden ser en áreas como economía, marketing o recursos humanos". Y en lo directamente relacionado con el ámbito tecnológico, es el área con más demanda de empleo: "A veces la gente destaca que la tecnología va a remplazar a los humanos y destruir puestos de trabajo pero está generando muchos puestos que no se cubren por falta de personal especializado".

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