Pedro Sánchez, entre Cristina Narbona (izquierda) y Adriana Lastra (derecha).

Pedro Sánchez, entre Cristina Narbona (izquierda) y Adriana Lastra (derecha). Efe

Política PSOE

El empeño en desempolvar la vieja corrupción del PP divide y desanima al PSOE ante la falta de resultados

Dirigentes próximos a Pedro Sánchez piden "corregir" la estrategia y tratar de sacar brillo a los logros propios.

7 junio, 2022 03:52

Noticias relacionadas

Este lunes, Pedro Sánchez ha presidido la reunión de la Ejecutiva del PSOE. La idea de centrar el discurso en atacar a un PP que (ya) no existe, desempolvando la vieja corrupción, no está funcionando, como reflejan todas las encuestas en Andalucía. Así lo admiten fuentes de la dirección del PSOE cercanas al propio presidente del Gobierno, que creen que es el momento de optar por otra estrategia: tratar de sacar brillo a las conquistas propias.

Empieza a formarse un núcleo de fieles al presidente que cuestionan la línea emprendida, que piden "corregir dinámicas ya" para las elecciones andaluzas del 19-J y que, desanimados, prevén otro cambio de ministros en verano... aunque no confían en que vaya a servir de impulso.

Alguno de estos líderes, incluso, ya da por descontada la salida del Gobierno cuando haya elecciones. Si el segundo semestre de 2023 no le tocara a España la presidencia de turno del Consejo Europeo, muchos creen que la legislatura estaría ya agotada, a la espera de un buen momento para convocar las generales.

La revolución que hizo el presidente en su Gobierno y en el partido entre julio y octubre de 2021 ha sido lo más parecido a un gatillazo, en opinión de algunos líderes del PSOE. La pérdida de peso político con las salidas de Carmen Calvo y José Luis Ábalos, por ejemplo, no se ha compensado con la mayor frescura y enfoque moderno que indicaba el fichaje de las jóvenes alcaldesas Isabel Rodríguez y Diana Morant.

A la portavoz del Gobierno que llegó el 10 de julio pasado en sustitución de María Jesús Montero se le reconoce un aporte a la imagen más amable del Gobierno. Pero se le reprocha no llevar preparados los asuntos más espinosos a la rueda de prensa.

Pero también se vuelven las miradas hacia el círculo más cercano al presidente, su gabinete y la Secretaría de Estado de Comunicación. En Moncloa se ha pasado del régimen de Iván Redondo al de Félix Bolaños y Óscar López. Lo que se vendió como "un regreso al partido" del presidente no ha ganado en réditos y solidez de mensaje.

Asunto "amortizado"

"No se entiende el empeño de la dirección del partido", apunta otro dirigente, "han pasado dos direcciones del PP desde aquello, la gente da por amortizados aquellos casos... y el problema es que no llegan a fin de mes".

Cuando, hace dos semanas, Pedro Sánchez dedicó los 25 primeros minutos de su comparecencia en pleno para dar cuenta del llamado caso Pegasus, al caso Gürtel y la "policía patriótica" de Mariano Rajoy, la desazón no se apoderó sólo de la bancada del PP, también de parte de la del PSOE.

Desde que las cifras económicas se han descontrolado, el aparato de Ferraz ha desempolvado la vieja corrupción del Partido Popular como principal argumentario para sus líderes. "Y así no vamos a ningún lado", confiesa un alto dirigente socialista.

Porque mientras los precios suben a un ritmo incontrolado del 8,7% interanual en mayo, desmintiendo el supuesto inicio de la moderación el pasado abril, se anuncian PERTE en medio de crisis políticas o se hacen promesas incumplibles.

Por ejemplo, el "éxito de la excepción ibérica" para topar el precio del gas que, dos meses y medio después, sigue sin aprobarse. Y como única justificación, se recurre a "los recortes de Rajoy", olvidando que los dos primeros años de "austericidio", de 2009 a 2011, fueron de Zapatero

Otro compromiso, el "pacto de rentas" impulsado por Moncloa para que patronales y sindicatos le echaran un cable en este problema, se ha roto antes del primer avance en la negociación.

Fuentes cercanas a Antonio Garamendi confirman a EL ESPAÑOL que "no hay confianza alguna" en este Ejecutivo, y que nada les garantiza que ese esfuerzo en recortar márgenes y beneficios sea "bien invertido" por Sánchez. "Entre otras cosas, porque sigue convocando miles de plazas de empleo público, y subiendo más esos sueldos que lo que podemos hacer nosotros". 

El IPC y las pensiones

Además, la subida del IPC marca la de las pensiones... en teoría. Porque si el discurso oficial es que "la ley lo dice, y ya no es cuestión de voluntad política, sino de cumplir lo que marca la norma", voces internas con oídos en Moncloa insisten en que "es imposible un alza del 7% o más para 2023".

Y la Comisión Europea ya ha lanzado avisos públicamente. "Queremos ver cómo el Gobierno de España garantiza la sostenibilidad de su sistema", dijo Paolo Gentiloni por dos veces a finales de mayo.

Bruselas se preocupa por la "elevadísima deuda exterior, tanto pública como privada" y por la senda de reducción del déficit. La Comisión avisa de que "hay medidas extraordinarias para hacer frente a la Covid y a los efectos de la guerra que se han mantenido y que no han sido compensadas" con otras que equilibren las balanzas.

Ejecución de fondos Next Generation EU a 30 de abril.

Ejecución de fondos Next Generation EU a 30 de abril. E.E.

Entre tanto, el Gobierno ya pide el tercer tramo de los fondos Next Generation EU y prepara la revisión del Plan de Recuperación para solicitar (al menos parte) del paquete de créditos, lo que dejaría comprometidos los Presupuestos del siguiente Ejecutivo, hasta 2026... pero no logra ejecutar los más de 28.000 millones ya recibidos. Según la Intervención General del Estado, a 30 de abril, sólo se había puesto en la economía real el 5,66% del dinero.

"El problema es gravísimo", explica un alto dirigente del PP. "No gestionan, no ejecutan, hacen licitaciones a última hora, con poco plazo, sin contar con las verdaderas necesidades de las empresas ni de las Comunidades Autónomas", y así, explican, el dinero no llega ni tiene efectos en el empleo o el crecimiento.

Es decir, que "hay inflación y el Gobierno no pone soluciones a la pérdida de poder adquisitivo", y eso no sirve para revertir la situación. "Y mientras se les descontrola la inflación y perdemos competitividad, sólo se les ocurre hablar de casos de corrupción de hace una década".

Que haga ese diagnóstico la cúpula de Génova es hasta esperable. Pero que sea compartido por varios líderes con peso en el PSOE llama más la atención.