Cifuentes durante su intervención en el pleno que este jueves ha celebrado la Asamblea regional

Cifuentes durante su intervención en el pleno que este jueves ha celebrado la Asamblea regional EFE

España

El director del máster de Cifuentes dice que el rector le pidió "reconstruir" el acta del trabajo final

Justifica la decisión con que "la norma exige que a los dos años se destruyan todos" los trabajos y documentos.

6 abril, 2018 09:29

El director del máster de Cristina Cifuentes, Enrique Álvarez Conde, ha dicho que el rector de la Universidad Rey Juan Carlos, Javier Ramos le pidió que reconstruyese el acta del trabajo final de la presidenta de la Comunidad de Madrid.

En declaraciones a Onda Cero, Álvarez Conde explicó que el rector le preguntó si tenían algún documento que avalase que había hecho el máster y ante la negativa le pidió reconstruir el acta. "Reconozco mi culpa porque le hice caso e intenté reconstruir una hipotética acta que se le envió al rector por la tarde".

Audio de Enrique Álvarez Conde, director del Máster de Cristina Cifuentes

Después de que se diera a conocer el escándalo en torno al máster fue llamado por el rector para comparecer en una rueda de prensa. "A partir de ese momento se produce una reunión donde hay muchas personas que las tengo perfectamente identificadas. El rector pregunta si hay trabajo. Digo que yo no lo tengo y que creo que la normativa exige que a los dos años se destruyan todos. Así que no tengo ni ese que ninguno", ha señalado.

"(El rector) me dice -prosigue Álvarez Cobos-, hay que encontrar un documento, hay que reconstruir un documento, literalmente. Le hice caso por mi responsabilidad institucional e intenté reconstruir una hipotética acta que se le envió al rector por la tarde y al subdirector del gabinete de prensa por un gmail, pues me dijo que lo enviase desde un gmail".

Álvarez Cobos dice desconocer cómo Cifuentes tuvo acceso al documento. "Yo no envié el acta a la alumna Cifuentes. Que le pregunten a ella o al rector cómo la conoció. Resulta raro que una alumna conozca un acta de su examen sin solicitarlo ella en tiempo y forma".

Asegura que jamás había acometido antes la "reconstrucción" de un acta porque "nunca" en su carrera había "tenido el requerimiento de la autoridad competente para hacerlo".

Según su relato, estando aún "en el despacho del rector", se puso en contacto "con las tres personas que habían formado parte del tribunal, en primer lugar con la profesora Alicia Pérez de los Mozos", que es la que consta en el acta como presidenta del órgano que en teoría evaluó el TFM y que este jueves declaraba que la firma en el documento no era suya.

"Entendí, no sé si con acierto o como error mío que había una decisión del rector de proceder a eso y la reconstrucción fue hecha por otra de mis discípulas, que figuraba como secretaria (Cecilia Rosado), que me parecía lo lógico. Ella pidió la autorización de las otras dos", ha asegurado, para reiterar: "Ella procedió a la reconstrucción porque entendí que había una decisión del rector".

Según su explicación, Rosado recabó el permiso de las otras dos integrantes del tribunal, Alicia Pérez de los Mozos y Clara Souto para fabricar el acta y cuenta con "pruebas testificales de la autorización de las otras dos personas documentalmente demostrable".

En todo caso, incide en que se trata de una reconstrucción y "no es la falsificación de ningún documento" porque el acta debe existir y estar "en los servicios administrativos de la Universidad" dado que, conforme ha dicho, antes las comunicaciones se realizaban siempre "por correo interno", no de forma electrónica.

"El acta existía y debe estar en los servicios administrativos de la Universidad porque todos en aquella época se enviaban por correo interno. No había servicio informático en aquel momento. El documento original no lo tengo, pregunte a los servicios administrativos de la universidad si tienen ese documento, si tienen el de los demás alumnos que cursaron el máster", ha planteado.

Preguntado por la rueda de prensa que ofreció la universidad en un primer momento para defender la legalidad de todo el proceso, Álvarez Cobos ha asegurado que desde su punto de vista, no había ilegalidad. "Yo no matriculo a la alumna y yo no tengo constancia de la nota de no presentado y yo no lo autoricé por escrito porque nadie de los servicios administrativos me comunicó que existiera esa situación. No tengo nada que ver con el cambio de la nota", ha zanjado.

"Yo no estaba en el tribunal"

Álvarez Cobos ha explicado que todas ellas integraron aquel tribunal que examinó a Cifuentes y lo hicieron porque él mismo lo propuso como director del máster, aunque reconoce que no cuenta con ningún documento que acredite que aquella sesión de examen se celebrase porque "todo se destruyó, todo lo de la alumna afectada y lo de todos los alumnos tuvieran o no relevancia política".

"Yo no estaba en el tribunal, porque como director de máster no tengo que estar. Yo estaba en un curso de verano en Aranjuez. Me tengo que fiar de mis discípulas y que lo hicieron. Sostengo que el tribunal existió y yo no sé si Cifuentes se presentó. Si ella lo dice tendrá constancia de eso porque yo no estaba físicamente. Si alguien toma esas decisiones, entiendo que es porque tiene las pruebas", ha señalado.

Además, ha incidido que la celebración del tribunal aquel 2 de julio de 2012 "estaba fijado anteriormente" y "con mucha antelación" porque "el director de cualquier tribunal se pone de acuerdo con cualquier alumno para ver el día que mejor le viene". "Yo no tengo ningún documento de que existiera (el tribunal) salvo la prueba testifical de las otras personas",

Corrigió en trabajo "en varias ocasiones"

En cuanto a la existencia del TFM, Álvarez Cobos ha reiterado que se habrá destruido en virtud de esa "normativa interna" de la Universidad, pero ha afirmado que lo corrigió "en varias ocasiones" y que "tendría cincuenta o sesenta folios". "La versión definitiva del trabajo no la vi porque lo fui corrigiendo creo que en dos o tres ocasiones a lo largo de las semanas o meses anteriores", ha asegurado.

Estas correcciones no se hicieron de forma presencial: "Las correcciones las iba a haciendo sobre los textos que me iba enviando, no por correo electrónico sino por otro medio que no recuerdo ahora, y así se hizo, pero nunca con presencia física", ha señalado.

En esta línea, ha incidido en que con la alumna no ha "hablado nunca" y sólo la ha visto "una vez" en su vida, en la sede de la Delegación del Gobierno en Madrid. "Fue un día de enero o febrero, ella ya estaba matriculada, ahí hablamos de su posible trabajo de investigación y concertamos el tema", ha apuntado.

Critica que al haberse suspendido la comparecencia en la que este viernes debía dar su versión, "no le dejan hablar" y asegura que no tiene inconveniente en que su verdad "se convierta en verdad judicial".