La Puerta del Sol se llenó de reivindicaciones en la conmemoración del 15-M.

La Puerta del Sol se llenó de reivindicaciones en la conmemoración del 15-M. Álvaro Calvo Efe

España

Errejón, increpado en Sol

El integrante de Podemos sufrió los gritos de la gente que se manifestaba en la Plaza al subir al escenario que El Objetivo había montado para su programa especial de este domingo.

15 mayo, 2016 23:29

Noticias relacionadas

Chaqueta de cuero marrón y vaqueros, Íñigo Errejón volvió a Sol en el quinto cumpleaños del 15-M hacia las diez de la noche. La marcha ya se había desinflado y eran más los curiosos que seguían el programa de Ana Pastor -que allí se emitía en directo- que los que escuchaban a los últimos románticos de la manifestación. El número dos de Podemos regresó a la Plaza para hablar en nombre de su partido, lo que no sentó bien a algunos manifestantes. Pitos, abucheo, descontento. Todo al ritmo de: "Errejón, baja del plató".

Abucheos a Errejón en el aniversario del 15M

Decenas de miembros de Podemos marcharon de Cibeles a Sol a título personal, sin insignias, sin pretensiones políticas, sin siglas. Monedero escribió el prólogo del abucheo a Errejón. El profesor de políticas, ya apartado de la primera línea, sufrió los gritos de un manifestante: "El 15-M sin políticos".

En el plató de La Sexta, conversación política. Margarita Robles, nuevo fichaje del PSOE, y Errejón. Al otro extremo de la plaza, un tipo de gorra roja, perilla interminable, voz rota y manos inquietas gritaba: "Esperanza Aguirre y el PP, esos neonazis fascistas". Arrancaba los aplausos de una decena de personas que escuchaban sentados en el suelo.

Iñigo Errejón subió al plató. Quién se lo hubiera dicho hace cinco años. Que los focos iban a apuntarle y que él respondería a las preguntas de la tele en prime time y ante la mirada de los manifestantes. Podemos, en palabras de Iglesias, "es una traducción política del 15-M", pero al 15-M, según el propio Errejón, "no lo representa nadie".

Un grupo de manifestantes de esos que no ve sus aspiraciones colmadas en Podemos, se acostó tras el plató para recriminarle su vuelta a la plaza vestido de político. "Errejón, baja del plató", le gritaban. También pitaron algunas de sus intervenciones.

Cuando el griterío fue considerable, la mano derecha de Iglesias se giró a los manifestantes. Gesticuló: "Luego, luego". Pero no volvió, por lo menos a ese sitio en concreto. Sí que charló en otros sitios de Sol.

Iñigo Errejón encarnó el dilema que ha venido caracterizando al 15-M desde que Podemos lograra representación política por primera vez en las elecciones europeas. ¿Podemos es el 15-M? De allí vienen, ¿pero allí van? Tras cinco años, ¿les representan? No a todos. Eso seguro. Una pancarta blanca con letras negras se lo decía a Errejón: "No nos representan".