Fabio Morábito. Foto: Arturo Díez Gutiérrez.

Fabio Morábito. Foto: Arturo Díez Gutiérrez.

Poesía

'Canción segunda', de Fabio Morábito: la poesía como los créditos finales de una película llamada vida

El autor alejandrino presenta 59 poemas sin título donde narratividad, naturalidad y humor revelan la poesía en lo cotidiano.

Más información: 'En el jardín del poema', de J. A Masoliver Ródenas: una celebración de la vida y sus obsesiones

Publicada

Fabio Morábito (Alejandría, 1955) aprendió español en México y en él ha escrito seis libros de poesía: Lotes baldíos, De lunes todo el año, Alguien de lava, Delante de un prado una vaca, A cada cual su cielo y el que comentamos, que rompe su regla de publicar uno por década.

Canción segunda

Fabio Morábito

Visor, 2024. 118 páginas. 14€

En el cuarto poema explica el título de este libro, Canción segunda. Lee los créditos finales de una película. “¡Cuántos nombres!”, tantos que no basta una canción. “Y entonces entras tú al relevo, / canción segunda”. Acaso “los relevos, los segundos esfuerzos y en general los reencuentros con lo ya vivido” son “los verdaderos momentos álgidos” de la vida.

Cincuenta y nueve poemas sin título acotados en seis partes dan fe del enigma. Fiel a su lema –“Hay que descansar de escribir poesía, porque la poesía es un lenguaje sumamente artificial”–, narratividad y naturalidad suman fuerzas para recordar situaciones cotidianas a cada cual más sugestiva.

El humor añade su valor al tono. El de la verdadera poesía. La de los besos fallidos; la hormiga espía; las fluviales islas efímeras, como Belvedere; los sueños recurrentes; el que subraya: “de cada página leída te despides”; el plancton de los libros; el desprecio por los títulos, los epígrafes y las dedicatorias: “hay una poesía que se pierde / antes de empezar”; “Ir por el surco libre de la prosa”; las segundas piedras de muros, puentes y casas (las primeras, para las pirámides).

También los extras de los filmes; lo incomprensible del Espíritu Santo; de lo que hablaron Caín y Abel antes del crimen; la mentira de Troya y el remero de Ulises; Ícaro, aviones y aeropuertos: “Sostenerse en el aire no es volar”; la nadadora de aguas saladas; el cubismo; un calcetín solitario; el epitafio, ese “horóscopo invertido / que predice lo vivido y no el futuro”; un país sin ruido… Créanme, pura delicia.