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Letras

Cuentos Completos

Evelio Rosero

8 febrero, 2019 01:00

Evelio Rosero. Foto: camlibro.com.co

Tusquets. Barcelona, 2019. 355 páginas. 19 €. Ebook 11,99 €

Dada su brevedad, el cuento es un género complejo que pone a prueba la pericia de un escritor. A la elección siempre difícil de una historia que debe ser rotunda además de atractiva, se une la del punto de vista; también es importante que mantenga el suspense hasta el final para causar sorpresa y que insinúe lo suficiente para sugerir que debajo de la anécdota late todo un mundo con su red de relaciones. Evelio Rosero (Bogotá, 1958) conoce estas reglas y las practica con maestría en sus Cuentos completos.

Estos cuentos están dominados por una mirada compasiva sobre una realidad amarga en exceso

El libro está formado por historias insólitas, como extraídas de un mundo opaco, que adelgazan el contenido a medida que disminuye el número de palabras. Y refleja una realidad áspera, que el autor nunca muestra completamente, en la que los personajes avanzan como ciegos por pasillos oscuros. Son relatos cuyos sonidos se escuchan en sordina porque parecen recoger un ruido lejano o el murmullo amortiguado en una sala vacía de hospital. Por eso sus personajes tienen miedo y se dejan guiar por otros que están tan desvalidos como ellos mientras añoran una vida que nunca tuvieron. Muchachas lánguidas, extremadamente bellas; muchachas púberes que se convierten en la sombra de una mujer de hace mil años; o niños que saben demasiado pronto lo que se juegan ("o te operas o te mueres") y lo aceptan. Otros tienen como protagonistas a seres que buscan amparo desde un más allá que se intuye muy cercano. Hay quien llama a un programa nocturno de radio para pedir ayuda y hay quien no se permite ni un segundo de culpabilidad en un tiempo que va muy deprisa. Para algunos protagonistas "no hay consuelo en el recuerdo", mientras otros recurren al olvido para poder subsistir. Pero también hay quienes se cansaron de sus días y así lo manifiestan, mientras otros son figuras que salen de un sueño aunque dicen ser absolutamente reales. Muchas de esas criaturas son mujeres; otras niños, ancianos, paralíticos o muertos en vida; y en cada relato que habitan hay una meditada selección de la perspectiva, que se adapta como un guante a la idea que trata de transmitir el autor. Estos cuentos, además, están dominados por una mirada compasiva, en el fondo moral, sobre una realidad estridente y amarga en exceso.

En segundo plano, como una figura muda que no levanta sospechas pero que resulta implacable, aparece Bogotá: su cielo azul que se cubre de repente y se precipita en una lluvia torrencial con efecto de tsunami; sus calles inseguras y la nostalgia de cuando no lo eran; el miedo de sus habitantes a desaparecer en un callejón, a tener una muerte como las que cuentan los periódicos. Bogotá, a veces una losa imponente, lúgubre como una noche sin luz y que, a pesar de todo, respira. Grande Rosero.