Image: Experiencias desde la frontera

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Teatro

Experiencias desde la frontera

Escena Contemporánea celebra diez años como festival de tendencias

15 enero, 2010 01:00

Un momento de Catexis, de P. Palacio y M. Romero. Foto: Pablo Nieto Ruidavets

Diez años. Escena Contemporánea cumple una década de existencia con un nuevo viaje por el mundo alternativo y de vanguardia. Desde el martes, y hasta el 15 de febrero, el Festival ofrecerá en Madrid un programa con 23 compañías de danza, teatro, performance y otras artes fronterizas.

El nacimiento del Festival de Primavera ha hecho madrugar un poco a Escena Contemporánea. La cita madrileña, con lo último del teatro, danza, performance y otras disciplinas como las artes sonoras, llega a la región con un nuevo cambio de director -Rubén Sánchez, el quinto responsable en diez años, que sustituye a Paz Santa Cecilia-, pero manteniendo su apuesta por la vanguardia escénica nacional e internacional.

La presente edición cuenta con la visita de varios artistas y compañías españoles con propuestas insólitas en la escena nacional como las de Sonia Gómez (Experiencias con un desconocido show), la pareja Pablo Palacio-Muriel Romero (Catexis) y la compañía La Tristura (con Actos de juventud), entre otras. Esta última formación ha demostrado ya su categoría pese a que sus miembros no sobrepasan los 26 años, algo destacable en un país donde los dramaturgos treintañeros aún son considerados "jóvenes promesas". Su compromiso, además, no se limita a compartir proyectos escénicos, sino que apuestan también por una vida en común que vaya más allá de las tablas. Ese compromiso es lo que Pablo Fidalgo, uno de los cuatro miembros de La Tristura, llama "nuevos modelos de comunidad para crear paisajes propios".

Palabra y seguridad
Todo ello les llevó a levantar su primer proyecto, una trilogía que ahora concluye con Actos de juventud, donde por encima de todo está la palabra. "Es lo que dominamos mejor, lo que nos ha construido y lo que nos da seguridad". Pero no es "una palabra violenta, que interpela, al estilo de Rodrigo García o Angélica Lidell, que han sido nuestros referentes, sino una palabra que nos explica dentro de tanta fragilidad y que nos permite decir lo que pensamos en medio de tanta confusión", señala.

Esa palabra va dirigida a un ciudadano a través de dramaturgias cuyos personajes se encuentran desdibujados. "Nuestra finalidad es llegar a abolirlos para ser nosotros los que estemos en el escenario". En el caso de Actos de juventud, lo hacen mediante cuatro monólogos que abarcan las 24 horas de un día. En ese lapso de tiempo retratan a una nueva generación que habitualmente habla con voces prestadas, ajenas, ya que casi nunca utiliza las suyas.

Por otra parte, cabría destacar en esta edición de Escena Contemporánea Catexis, que parte también de la palabra para desembocar en un fértil matrimonio entre el sonido y el movimiento. La obra es la segunda colaboración entre Pablo Palacio y Muriel Romero, tras Acusmatrix, la primera parte de la trilogía que hicieron hace un año después de conocerse en Alemania. Con Catexis ambos dan un paso adelante. Ya no es el gorjeo de las aves el sonido escogido, sino el que crea la propia bailarina "inconscientemente, en su tracto vocal cuando habla", explica Palacio. "Todas las palabras que decimos, los fonemas que emitimos, tienen una coreografía concreta y distinta dentro del cuerpo que ejecutamos sin saberlo". Así, añade, una de las palabras que se utilizan en el montaje es la inglesa slide, "que implica un deslizamiento de la lengua por el paladar que se traduce en un movimiento geométrico de Muriel en el escenario". Pero llevar ese concepto a las tablas no es tan sencillo.

Instalación sonora.
Para empezar, la bailarina no emite esos sonidos durante el montaje. Palacio apunta que, en realidad, "las palabras están grabadas, transformadas y tratadas para ser emitidas por una instalación sonora multicanal formada por ocho altavoces que envuelven al público: de esta forma no percibirá el sonido original sino otro muy diferente". Lo mismo le llegará al bailarín Muriel Romero, "que deberá ejecutar una serie de gestos muy concretos que, recogidos en algunos casos por medio de cámaras infrarrojas conectadas con la iluminación, busca provocar una sinestesia en el espectador que le permita ver los sonidos a través del movimiento y la luz".

La más inclasificable de las tres propuestas es la de Sonia Gómez con Experiencias con un desconocido show, continuación de Experiencias con un desconocido. Esta primera parte del trabajo de la artista barcelonesa surgió hace unos tres años. Acostumbrada a jugar con elementos biográficos en varios espectáculos suyos -en uno de ellos formaba pareja con su madre, una señora que no tiene nada que ver con los escenarios- decidió probar en un campo más realista, el de las cosas que podrían suceder con desconocidos que la contrataran para relacionarse con ella. "Me pareció interesante tener un contacto directo, privado y creativo con hombres que no conocía, crear una experiencia única que provocara un intercambio creativo entre ambos para ver hasta donde nos llevaba", recuerda Gómez. Para ello colgó en su página web siete perfiles de actividades, desde ir a bailar o de compras con el interesado, hasta hacer una tabla de ejercicios gimnásticos para ponerse en forma. Con esta información, los interesados podrían ponerse en contacto con ella. Varios no fructificaron. "Eran curiosos a los que se les caza enseguida. Aunque la propuesta podría llevar a cierta confusión al principio, lo cierto es que no eran cosas raras ni morbosas", puntualiza Gómez, después de un par de años relacionándose con más de una decena de desconocidos que contrataron sus servicios por unas cantidades que no desvela. La mayoría fueron hombres solitarios con los que ha tenido una buena experiencia. "Lo más complicado ha sido encontrar puntos en común que surgieran de lo cotidiano, algo que nos apeteciera a los dos".

La segunda entrega, el ‘show’, que podrá verse en Escena Contemporánea, es una propuesta más convencional. Su contenido está dedicado a la elaboración de todo ese proceso y de sus experiencias con los desconocidos. En esta ocasión, por tanto, Gómez se presenta con un formato más ortodoxo que cuenta con palabra, movimiento y vídeo, además de alguna sorpresa que ya tiene preparada y que se reserva para su presentación en Madrid. Y en su cabeza ya zumba el tercer capítulo de las Experiencias. Aún no lo tiene perfilado del todo, pero será diferente a todo lo anterior. Permanezcan atentos a la pantalla.

De las butacas a la calle

A las propuestas insólitas de La Tristura, Sonia Gómez y Pablo Palacio y Muriel Romero, Escena Contemporánea suma la presencia de otros artistas y compañías nacionales con una trayectoria interesante. Entre otros, Fernando Renjifo con El exilio y el reino, que relata su periplo por Beirut y Níger; David Fernández, quien presentará El corazón, los hechos, la boca y la vida, y Los Torreznos (El cielo), mientras que los barceloneses de Kamchàtka estarán con su teatro de calle en la Puerta del Sol y Atocha.

No muy lejos de allí, en la parte pública del Museo Reina Sofía, actuarán los ingleses de Rotozaza. Otra cita importante en Escena Contemporánea será la de la coreógrafa y bailarina hindú Shantala Shivalingappa, que presentará Namasya soli contemporains.