Teatro

La Orestiada Argentina

"Si un día me olvidaras" se estrena maña en la Cuarta Pared

5 septiembre, 2001 02:00

Alejándose de las reposiciones y los musicales que han marcado el inicio de la temporada teatral, la Cuarta Pared sigue apostando, con el estreno mañana de "Si un día me olvidaras", por la calidad de la palabra directa. El director Carlos Rodríguez imprime ritmo cinematográfico a esta obra de Raúl Hernández sobre la dictadura argentina.

Se le conocía como "El campito". Parturientas maniatadas, amordazadas, sin un número de identidad eran llevadas desde aquel lugar al Hospital Militar de Campo de Mayo, donde daban a luz. Sus cuerpos desaparecían en el mar tras ser arrojados desde aviones, y sus hijos fueron adoptados por sus verdugos.

Casos como el de "Bianco", el médico encargado de ese Campo-que usurpó la identidad de dos recién nacidos y los adoptó- han dado la vuelta al mundo como parte de los crímenes más espeluznantes de una dictadura militar, la argentina, que dejó un reguero con la sangre de 30.000 asesinatos, y la incógnita en muchos ciudadanos acerca de su verdadera identidad. Y este es, precisamente, el referente histórico del que parte "Si un día me olvidaras", de Raúl Hemández, miembro de El Astillero, que recibió por esta obra el premio Born 2000.

Búsqueda de identidad.
El problema de los desaparecidos, de la gente exiliada, en continua búsqueda abre una interrogación sobre la identidad, el tema que se plantea en la obra, como asegura su autor . "El acento aquí no está tanto en la denuncia política sino en el compromiso ante esas personas que sufrieron. A los niños que nacieron en cautividad y que se les ocultó su propio pasado se les plantea un debate cuando se enteran de su verdadero origen. ¿Aceptas la realidad o la ignoras? Hagas lo que hagas siempre hay un daño, una destrucción emocional".

El proceso de escritura fue largo. Casi cuatro años para crear una obra a partir de una idea de su director, Carlos Rodríguez -con el que Hernández ya había trabajado en Los restos y Fotosque se había propuesto realizar un montaje sobre Orestes, Electra y Pílades. "Nuestros protagonistas -comenta el director- distan de sus trasuntos griegos, aunque mantienen ciertas similitudes. Electra busca a su hermano, Orestes vive asediado por sus fantasmas y Pílades es su protector". Vicent Gabara, Carlos Ibarra y Paca Lorite dan vida a estos inquietantes personajes.

"Centauros" en escena.
Los tres protagonistas se mueven entre descargas de metralletas e himnos patrióticos que salen de los altavoces. Onírica, vanguardista y sobria la puesta en escena está envuelta en un aire cinematográfico marcado por Rodríguez desde la dirección. "Creo que la obra tiene mucho de western moderno, y esa es una de las claves con las que Raúl y yo hemos jugado. Teníamos un referente claro: Centauros del desierto, donde se ven a esos personajes que viven en un mundo aislado con la guerra pasando al lado". Los testimonios de los desaparecidos en la dictadura aparecen de fondo, grabados. "Es la única forma de darles la palabra. Plasmar la realidad sería hipócrita. Lo que intento es hacer una fábula acerca de esa realidad desde la humildad del escritor", comenta el autor. Con esta obra, y con los estrenos a sus espaldas de Los Malditos, Los engranajes y Los Restos-junto a otras piezas cortas- Hernández quiere poner un punto aparte en su producción "para experimentar con la comedia".