Música

Howe Gelb

“Mi música favorita es siempre vulnerable”

13 julio, 2006 02:00

Howe Gelb. Foto: Ali Giampino

Benicássim’ 06

Howe Gelb llevaba 20 años pisando las carreteras secundarias del rock americano cuando le llegó el reconocimiento en el 2000 con un álbum junto al grupo Giant Sand, al lado de los dos fundadores de Calexico. Ahora, Gelb publica Sno Angel Like You, donde empapa sus canciones de la calidez del gospel. Con él inaugura el próximo día 20 el Festival de Benicássim. Al día siguiente estará en San Sebastián.

"¿Qué han aprendido de mí?", responde Howe Gelb a la pregunta por el coro que le acompaña en su gira, "a hacer un equipaje ligero". La broma revela la precariedad que ha vivido un músico que ahora, más de 20 años después de su debut con Giant Sand, está empezando a recoger los frutos de su brillante y prolífica trayectoria. Su última aventura inyecta sonidos gospel a su habitual receta de rock sureño de corte independiente, facturado a partir de una producción sobria y fresca donde también resuenan ecos del garage y del country-folk. Gelb descubrió el gospel -"la música de la que me acabo de enamorar"- tras ser invitado a un festival de blues en Ottawa en el año 2003. Inesperadamente, su actuación fue programada en una iglesia baptista entre dos conjuntos de gospel. Uno de ellos era Voices of Praise, con el que ha grabado un álbum en el que sus intuiciones musicales le han llevado por el camino correcto.

-¿Por qué creyó que el gospel podría encajar con su música?
-No sabía si encajaría, y eso es lo que me empujó a probarlo. Me gusta esa clase de juegos con la música.

-Cuando le preguntó al director del Ottawa Blues Festival si se podía practicar gospel sin sonar religioso, la respuesta fue: "Claro, siempre que lo hagas de forma positiva". ¿Qué le dieron a entender esas palabras?
-Me alegró que no dijera que era imposible, así que tomé lo que dijo como un reto. Y también me pareció una buena idea.

-¿Qué entiende usted por "sonar religioso"?
-No encajo fácilmente en cualquier clase de grupo organizado, incluidos los religiosos. Creo que es un asunto de mi forma de ser. Cuando compartes cosas con un grupo y te vas involucrando en él, comprendes que supone ciertas implicaciones, y el momento sagrado de claridad en el que compones una canción desaparece. Estos momentos sólo pueden ser escuchados cuando estás solo, así que tenía la esperanza de que la música de la que me acababa de enamorar no estaba basada exclusivamente en alguna religión organizada. El gospel me afecta de forma diferente al resto de estilos.

-Siendo un estilo básicamente grupal, parece difícil juntar el gospel con letras irónicas o sarcásticas.
-Quizás no ayuda cargarlo de ironía, pero nuestras vidas son tan irónicas que creo que no puedo evitar infiltrar algo de eso. Lo mejor de todo sería que esta música sobrepasara la ironía y la remediara.

-En su disco desvela dos maneras de ver la música: una más intelectual -su estilo habitual- y otra más emocional, como es el caso del gospel. ¿Por qué lado se decanta?
-Me gusta la forma en la que explicas las diferencias entre estas músicas. Creo que tienes razón, pero nunca pienso mucho en la música antes de hacerla. En cambio, me gusta pensar en ella después. Es el corazón el que me lleva a involucrarme en nuevas músicas, y luego dejo que mi cerebro se pregunte por qué lo hice.

-¿Cree que en las propuestas más intelectuales el artista está más protegido, como si llevara un escudo?
-Creo que la palabra a la que te refieres es vulnerable. Y mi música favorita es siempre vulnerable, porque todos somos tan vulnerables a las acciones y la calamidad de este planeta…

-Las canciones, ¿están escritas especialmente para que las acompañe un coro gospel?
-Sí. Escribí varias de las canciones en el avión en el que viajaba a Canadá, donde se registró el disco. Pero todavía no sabía cómo o quién iba a participar en la grabación. Una vez me subí al avión, el proyecto me empezó a emocionar más y las canciones empezaron a surgir. Seguí componiendo una vez llegué a Canadá. Y eso era un buen presagio.

-¿De qué hablan las letras?
-Bueno, uno no lo sabe nunca, realmente. Yo las veo de una forma, eso está claro. Pero quién sabe de qué hablan es la gente que las escucha y las dota de un significado personal.

-¿Repetirá la experiencia?
-Creo que este proyecto ha surgido de manera espontánea y tiene su propia vida. Lo único que puedo decir es que estoy contento de continuar embarcado en este proyecto. Y así lo estaré mientras dure.