Image: El espacio negativo

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Cine

El espacio negativo

6 noviembre, 2003 01:00

Eduard Fernández en En la ciudad

Director: Cesc Gay. Intérpretes: Mónica Lopez, Chisco Amado, Eduard Fernández, Alex Brendemöhl, Vicenta n’Dongo. Guionista: Cesc Gay. Estreno: 7 de noviembre. 110 minutos

Según el crítico norteamericano Manny Farber, el espacio es la más dramática entidad estilística. Ese espacio no sólo abarca el campo de la pantalla y el área de experiencia y de geografía de la película sino también el espacio psicológico del actor. En la ciudad es un filme construido sobre la idea de espacio: el espacio amplio, homogéneo y exquisitamente decorado (tal vez demasiado: a veces parece el de los pisos de un suplemento dominical) donde se mueven los personajes y el espacio psicológico de unos actores en estado de gracia (es difícil escoger entre Eduard Fernández o Mónica López, Vicenta N’dongo o álex Brendemöhl) escondiendo tras sus gestos y silencios todos los engaños, trampas, mentiras y reproches que aquella trilogía de la incomunicación de Antonioni materializó en una danza de planos vacíos, colores primarios y paisajes industriales.

El paisaje de En la ciudad es, sin embargo, mucho más cotidiano, y lo más hermoso de esta película calculada con escuadra y cartabón es lo que no abarca el campo de la pantalla, el polvo que escondemos bajo la alfombra de la puerta de entrada. El contraste entre lo que se dice y lo que se oculta es tan triste y patético como el contraste entre la perfección y la limpieza de lo que vemos y la suciedad de lo que no vemos. La sutileza con que Cesc Gay describe la psicología de sus criaturas, el modo en que Sofía (excepcional María Pujalte) miente a los demás mintiéndose a sí misma, la forma en que las situaciones de conflicto (adulterio, condescendencia, soledad) se repiten crean lentamente un espacio negativo y nihilista que no nos deja escapatoria. Cesc Gay sabe que ni siquiera nos merecemos una catarsis final, porque eso habría sido como reconocer que aún hay una oportunidad para el inconformismo. La comida de cumpleaños, celebrada alrededor de una mesa en la terraza, que cierra En la ciudad es una perfecta metáfora del círculo vicioso en que conviven la amistad y la vida en pareja. La conclusión de esta inteligente película es desoladora: difícilmente podemos librarnos de vivir en un infierno de cobardes.