De la serie Televisores, 2004

La apuesta total y permanente de la Galería Sandunga por la creación de los más jóvenes ha sido una de las claves del éxito de la sala que dirige Emilio Almagro. Ángeles Agrela, Valentín Albardíaz, José Piñar, Simón Zábell, Alejandro Gorafe, Santiago Ydáñez, Paloma Gámez, entre otros muchos, atestiguan este espectacular desarrollo. A ellos han seguido una serie de artistas todavía más jóvenes que continúan dando lustre a una labor perfectamente organizada en fondo y forma, como la granadina que actualmente ocupa el espacio, Ángeles Cutillas (1978). Con esta exposición, la artista nos sitúa en una particular plástica donde la realidad material queda supeditada a un bello envoltorio que suspende el hilo argumental de la propia forma para conseguir unos espacios de expresividad suprema. La masa matérica rompe su discurso habitual para situarnos en unos entramados plásticos que redundan positivamente en unos gestos máximos donde todo es susceptible de potenciar la propia forma. La pintura, con sus habituales esquemas compositivos, ha dado paso a una realidad que augura nuevas posibilidades y que permite nuevos establecimientos estructurales para que una original posición cromática ejerza su absoluta potestad visual. En la obra de Cutillas los episodios materiales aumentan los gestos expresivos, cargan los espacios coloristas, conforman nuevos estamentos argumentales y dejan abiertas las compuertas de una novedosa realidad artística para que por ellas entren los aires de un arte nuevo, necesitado de estas particulares y especiales consideraciones. Emilio Almagro hace funcionar, de nuevo, su esclarecedora factoría. Y Ángeles Cutillas nos permite entablar conversaciones con una estética especial a la que ella accede bien provista de ilusión y de sabios argumentos.