'Studio 54, Nueva York 1978-1980', de Tod Papageorge. Foto: Cortesía Zander Galerie. Colección José Luis Soler Vila.

'Studio 54, Nueva York 1978-1980', de Tod Papageorge. Foto: Cortesía Zander Galerie. Colección José Luis Soler Vila.

Arte

De Marilyn Monroe al Oeste americano: dos exposiciones para descubrir las entrañas de Estados Unidos

El Carmen Thyssen de Málaga y la Fondation Cartier-Bresson de París exploran la memoria y las paradojas del país a través de sus fotógrafos más influyentes.

Más información: Con premio, de moda, espirituales y políticas: doce buenas exposiciones de fotografía para este verano

Publicada

Estados Unidos siempre ha sido un país contradictorio: tierra de sueños y de desencantos. Explorado hasta el cansancio en cine y la literatura, su verdadera imagen sigue suscitando preguntas.

Dos exposiciones, en el Museo Carmen Thyssen de Málaga y la Fondation Henri Cartier-Bresson de París, invitan a recorrer la memoria y las paradojas estadounidenses a través de la obra de sus fotógrafos más influyentes.

Richard Avedon (Nueva York, 1923- 2004), cuya serie fotográfica In the American West cumple 40 años, es el protagonista de la muestra parisina, que se puede visitar hasta el 12 de octubre.

Mineros, vaqueros, feriantes, vendedores, nómadas: más de 1.000 personas, entre 1979 y 1984, posaron ante su cámara durante un largo viaje por el Oeste estadounidense.

Avedon los retrataba siempre sobre un fondo blanco, para potenciar sus rasgos y restarles artificio, y siempre identificados con su nombre real. Sandra Bennett, doce años, Rocky Ford, Colorado, 23 de agosto de 1980, es una de las imágenes más emblemáticas de la serie, que se puede ver en la exposición.

'Sandra Bennett, doce años, Rocky Ford, Colorado, 23 de agosto de 1980', de Richard Avedon. Foto: © Fundación Richard Avedon

'Sandra Bennett, doce años, Rocky Ford, Colorado, 23 de agosto de 1980', de Richard Avedon. Foto: © Fundación Richard Avedon

Así, sus retratos consiguen condensar un momento y un territorio tan mitificado como denostado, aunque siempre desde la mirada curiosa del forastero.

Con motivo de su aniversario y por primera vez en Europa, la exposición presenta la serie completa de imágenes —103 en total—y muestra las distintas etapas de su producción y todo el material de referencia para el famoso libro de 1985, como Polaroids, pruebas de impresión anotadas por el fotógrafo y correspondencia entre el artista y sus retratados.

En las fotografías de Avedon es posible detectar la influencia de fotógrafos como August Sander y su Gente del siglo XX (1910-1930), la simplicidad de Irving Penn o la mirada áspera y outsider de Robert Frank en Los americanos (1958), emblemática serie que puso en evidencia las grietas del sueño americano.

Su admiración y respeto por Frank era tal que llegó a fotografiarlo, junto a su esposa, la artista June Leaf, pese a la conocida aversión del veterano fotógrafo suizo a posar.

Frank es precisamente uno de los protagonistas de la exposición American people. Fotografía documental americana (1930-1980), que se podrá visitar hasta el 13 de octubre en el Museo Carmen Thyssen de Málaga.

'Marilyn Monroe, en el set de 'La tentación vive arriba', Nueva York 1954', de Garry Winogrand. Foto: Courtesy of Fraenkel Gallery, San Francisco, 2025.

'Marilyn Monroe, en el set de 'La tentación vive arriba', Nueva York 1954', de Garry Winogrand. Foto: Courtesy of Fraenkel Gallery, San Francisco, 2025.

La muestra, formada por imágenes de la colección de José Luis Soler Vila, recorre medio siglo de historia estadounidense a través de las 80 obras de once grandes figuras del género documental: Robert Frank, Harry Callahan, Imogen Cunningham, Walker Evans, Louis Faurer, Lee Friedlander, Anthony Hernández, Helen Levitt, Susan Meiselas, Tod Papageorge y Garry Winogrand.

Siguiendo un hilo cronológico desde los años 30 hasta los 80, la exposición permite ver cómo ha evolucionado la fotografía documental estadounidense, desde la llegada de Leica y las cámaras compactas de 35 mm hasta la aparición de una fotografía cada vez más certera con la realidad cambiante de Estados Unidos.

Si Walker Evans consiguió retratar con sobriedad la crisis rural de la gran depresión de 1929, Helen Levitt llevó una mirada poética y humanista a las calles de Nueva York, escenario también de muchas de las imágenes de Tod Papageorge, tomadas en la extravagancia que reinaba en el Studio 54, la mítica discoteca neoyorquina de los años 70 por la que desfilaron todos los iconos de la cultura pop.

Por su parte, Garry Winogrand también se movió entre el glamour de las celebridades —como su icónico posado a Marilyn Monroe sobre una rejilla del metro en Nueva York— y la vida cotidiana en la calle, mientras que Susan Meiselas se adentró en los shows de striptease ambulantes de la América profunda con perspectiva de género, y Anthony Hernández, en cambio, abordó con ironía, y en ocasiones a todo color, la diversidad y desigualdad en California.

Tanto la de París como la de Málaga son buenas exposiciones para comprender cómo la fotografía documental ha capturado los matices y contradicciones de la sociedad estadounidense.

Quizá por eso, al recorrer estas imágenes —tanto los retratos en blanco y negro sobre fondo neutro como las bulliciosas escenas urbanas—, da la sensación de que la verdadera identidad americana será siempre un relato inacabado.